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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

cuentos de una poeta

Mariposas de papel

Mariposas de papel

 

 

Los hermanos de la poeta junto a sus parejas han decidido, no ir a visitarla al hospital sin nombre y además quieren cortar todo tipo de relación con ella, sus parejas le han advertido que, las ideas, de la poeta son extremadamente corrosivas y el zumo de sus palabras  pueden destrozar las tarimas flotantes de sus salas de estar. La hermana mayor ha comprado grandes ramos de flores de plástico, perfumadas, -ya que no consigue cultivar flores naturales-  y las ha colocado en jarrones de porcelana autentica. Ha enganchado una mariposa de papel en el extremo de cada flor. Y se han extasiado ante el armónico conjunto de sus casas abarrotadas de cajitas de cartón donde esconde las palabras de la poeta. Sus parejas se han sentido muy satisfechas. Las tres hermanas ficticias, eternamente, solas han ido a felicitarlos llevándoles cariñosos saludos del mundo de la cultura, fíjate bien esto es un hogar de verdad lo demás son cuentos.

 

Las flores de plástico  y las mariposas de papel, son el premio debido a las buenas parejas que no se dejan ganar, para la causa de los no elegidos.

 

Los no elegidos detestan las flores de plástico y  las mariposas se papel.

 

Los no elegidos se agazapan en la sombra masticando frases ininteligibles. Acerca de cosas tan absurdas como libertad y derechos iguales para todos. La libertad y los derechos son diminutas fichas de domino, con los puntos medio borrados, y manejadas por los elegidos en sus amables juegos de salón.

 

María y Rubén también forman parte de los no elegidos. El ser o no ser elegido apenas tiene que ver con la apariencia externa de uno o con haber tomado muchas, vitaminas, durante los años del hambre que quedan ya demasiado lejos. Aunque son detalles que pueden llegar a influir.

 

No te  preocupes Rubén por el precio de lo que se vende, no te preocupes Rubén por el precio de lo que se compra. No olvides que todo obedece a la clásica  y manida ley de la oferta y la demanda.

 

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

 

 

Los Pájaros

Los Pájaros

Las bandadas de pájaros imposibles que vuelan por las camas de los pacientes en el hospital sin nombre transportan en sus picos las cartas escritas por sus examantes a los componentes del mundo de la cultura que meriendan en las terrazas de los bares. También los miembros del mundo de la cultura que merienda en las terrazas de los bares. Sienten largos momentos  de nostalgia porque muchos de ellos nacieron con una especie de corazón. Que se convirtió  en un guante de crin para la ducha en cuanto empezaron a alimentarlo con anestesia  y perfumes comprados, muy caros, en perfumerías de lujo.

 

La poeta  ha tenido una larga conversación con su médico  y le ha aconsejado que vaya a Londres. Antes de que sea demasiado tarde para los morados lirios. Que se angostan cada vez mas deprisa desde los tiempos de Gabriel que los amaba por encima de todas las cosas.

 

Gabriel y su mujer han decidido irse a vivir a Glasgow antes que sea demasiado tarde. Han empaquetado con naftalina la peluca empolvada en una caja de sombreros forrada con papel de seda. Y han vendido al chamarilero el aspirador que no hace ruido.

 

 

Rubén siente dolorosamente el paso de los días a través de los aromas exhalados por los nueve frascos de perfume y teme que al final todo le resulte demasiado monótono Pero teme mas aún el quedarse definitivamente en el bando de los no elegidos por nada ni por nadie.

 

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

Cartas

Cartas

 

La tinta roja  esta poscrista en cualquier libro serio y la tinta azul, pronto,. lo estará la tinta negra,  es mejor, escribir con lápiz todos los libros para que cada uno pueda borrar  lo que no le interesa.

 

El cartero que va de un sitio a otro llevando en su carrito las cartas y los paquetes de los demás es el único que sabe a tiempo como y cuando  hay que cambiar el color de la tinta y como llegar a entregar las cartas al hospital sin nombre.

 

La poeta ha escrito una carta muy larga a María, para pedirle,  que le traiga azaleas azules un puñado de  caracolas y conchas marinas. Las caracolas sirven para escuchar en ellas las sirenas de barcos extraviados en la inmensidad de las cosas que se  olvidan. El holandés errante  es el único capitán de barco que no se ha perdido nunca en la mar.

 

Rubén  le ha regalado un libro de los que nunca se terminan de leer y ha escrito una dedicatoria muy intelectual. La poeta lo ha aceptado con una sonrisa  y ha firmado en la hoja de guardia y, luego lo ha tirado en la primera papelera que ha encontrado en el largo pasillo del hospital sin nombre, mientras, pasaba de arriba debajo de abajo arriba. Esta convencida de que puede pensar por su cuenta sin tener que dormirse sobre lo que piensan los demás.

 

Al entrar en su habitación la compañera de la poeta le ha escrito una hermosa carta y la poeta se ha sentido inmensamente feliz dice así;

 

“La Caracola”

¡Hola Caracola!

¿Cómo te va, mirando con tus ojos y tu pelo color del sol?

Sonríe caracola, que es de día, y a la luz del día todo se ve mejor.

¡Hola Caracola!

Tu que vienes y vas a la orilla del mar; dime tú dónde se ve el azul del mar; cuando buceas y ves el fondo del mar.

Aguas nítidas, llenas de vida, llenas de colores verdes, naranja, estrellas que lleva la corriente, ves el blanco de la espuma  de los peces y de los colores; ves lo inmenso que es el mar.

De allí se salió y desde allí, nuestro mal hacer nos quiere engullir.

Caracola, pon freno al cambio climático y el mar respete los limites de los países  y se pueda ver el verdor de los vegetales, del oxigeno y no se rompa mas la capa de ozono, rayos ultravioletas

¡Hola Caracola! ¡Vale! Vamos tú, yo, él, ella, todos podemos.

                                                                        Ana María Serrano Piedra.

 

La poeta ha regalado a Ana media docena de tinteros de diversos colores para que no sufra ha causa de los cambios y ha pensado en comprarle una imprentilla de juguete para evitar la inquisitoriedad de los críticos a sueldo en cualquier ministerio y mausoleos del mundo de la cultura.

 

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

Los amigos de la poeta

Los amigos de la poeta

 

Aquel día los amigos de la poeta hablaron con los médicos  y   la poeta fue al  hospital. Dicen  los doctores que buscaran un antídoto para el veneno de la injusticia que lentamente  la esta matando. No saben el tiempo que necesitaran para encontrar el antídoto.

 

La poeta pasa las mañanas  en la semioscuridad y a veces recorta muñecos en una hoja de papel de periódico para colgarlos luego en hileras del techo de su dormitorio.

  En las tardes después de comer la dejan fumar un cigarrillo permanece sentada mirando el verano a través de la ventana. Quisiera tener mucho dinero para comprar todas las alas  de todas las libélulas que vuelan en bandadas por encima de los tejados de todas las iglesias. Nunca ha sido una de esas niñas que arrancan las alas a las moscas.

 

La poeta ha escrito unos versos al respecto y se los ha regalado a su médico.

 

El médico se  ha emocionado mucho a pesar de que no entiende  los versos que escribe la poeta.

 

La poeta se ha entristecido por la incomprensión  ha recuperado sus versos y los ha tirado a la papelera.

 

No debes permanecer sólo Rubén  no vale la pena porque no tienes cosas que contarte a ti mismo. Contempla a la poeta que pasa largas horas sentada junto a la ventana de la sala del hospital, sintiéndose, navegar por los olvidados mares de  Simbad el marino. Hay pocas personas capaces de permanecer en la irregularidad armónica de sus sueños de niño.

   

 

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

DOS Y DOS

DOS Y DOS

 

Rubén  la ha dicho a María que la poeta esta muy enferma. Los amigos de la poeta saben que llora sin cesar a lo largo de la noche; por las mascotas que quieren dejar de serlo, sin saber, como conseguirlo, por todas las mujeres  maltratadas que quieren denunciar y no se atreven, por los niños cuyos ojos son cegados al nacer, por todas las muchachas ingenuas  cuyos corazones son perforados con una aguja de tricotar  el mismo día que brota el amor, por todas las gitanas que paren un gitanito cada agosto, por todas las flores de tela  que deberían ser flores de verdad, por todos los árboles de plástico que querrían dar manzanas para que las coman los niños pequeños..

 

La poeta  llora sin cesar por las erráticas ambiciones de todos los muñecos de guiñol con cara de pinocho y cuerpo de trapo.

 

La poeta esta siendo lentamente envenenada porque respira la negra nube letal y púrpura de las injusticias.

 

Llora la poeta porque sus lágrimas no sirven para nada y sólo consiguen desteñir un poco el contorno de las palabras pintadas con un lápiz de carpintero en la almohada de su cama, amor, respeto y compasión son vocablos vacíos de sentido  que ni siquiera tienen derecho a ser escritos.

 

Harmonie ha regalado a la poeta una flor natural la poeta ha colocado la flor natural en un vaso con agua y ha dejado de llorar un breve momento.

 

Los poetas que lloran apenas tienen derecho a la estima de sus porteras. La dureza de corazón es virtud por consentimiento universal.

 

Rubén le ha dicho a María que solo vale la pena llorar por uno mismo.

 

María si eliges la estadística tendrás que andar un camino muy árido hasta poder demostrar que dos y dos no siempre suman cuatro.

 

 

 © 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

 

 

Cuento psicológico El promedio del mundo

Cuento psicológico  El promedio del mundo

 

 

Anoche soñé...  es difícil describirlo,   sé lo difícil del amanecer, y  quiero que lo fácil amanezca. De otra forma será difícil verlo.  Con  estas meditaciones de madrugadas  se entiende que lo intentaré, esta poeta  evita las madrugadas por miedo a las caídas, las maldiciones, y conjuros en ese sentido no es del todo completo, porque el todo se encuentra siempre en otra parte distinta de  donde se está buscando,  ni siquiera cuando parece que los sueños ya han sido enumerados... escritos cabalmente en una libreta.  Las dificultades no hacen sino decidirme en mis decisiones, y  las decisiones crecen en progresión geométrica, mientras que la geometría crece aritméticamente, porque no encuentra otro modo. Por eso,-yo me aferraba desesperadamente a mis endebles estructuras mentales-, no puedo dejar de seguir decidiendo lo que decido,-no me aferro a ninguna estructura ellas se aferran a mi-  y hay veces que mis decisiones más antiguas estuvieran a punto de estallar a causa de su tamaño, pero jamás lo hacen o no lo han hecho hasta ahora, y en promedio eso quiere decir que no lo harán nunca, aunque realmente lo hagan finalmente, porque esto es  lo que soñé: soñé el promedio del mundo y eran realmente muchos promedios, con uno mayor, pero ninguno era el mayor por mucho tiempo, dado que la premediación no tenía fin.

 No me promediaba, de otra manera no hubiera sido posible ni soñando y debería haber continuado soñando trescientas noches. Eso no hubiera sido un problema en otros momentos de mi vida: es más, a diario solía hacerlo; cuando me aburría de soñar lo que soñaba, me ocurría un percance que me impedía continuar, simplemente se lo transfería a la cabeza que tenía durmiendo cerca. Y también recibía  sus sueños inacabados, y esto ocurría algunas noches treinta tres veces, porque hay  personas  propensas al  aburrimiento. A veces tenía sueños tan absurdos que  me decía "en la mañana, cuando despierte, le preguntaré cómo se puede perder tiempo en esos sueños". Pero al despertar me lo pensaba mejor, porque también  yo entregaba cada sueño a ser feliz.  Ya no es posible eso,  un día la cabeza que dormía cerca se alejó siguiendo al cuerpo que hacia las maletas. Y eso es lo que más extraño: -su cabeza-, no por lo que pensara, que no era demasiado, en realidad. Le pedí que me la dejara, pero me dijo que no, y no por egoísmo, sino porque yo necesitaba una cabeza cerca. Ahora me arreglo sola con mis sueños, y por eso es que evito  promediarme, y en cambio, para distraerme, me puse a dibujar la curva de Gauss de la población que iba promediando, que suponía normal,  por favor no me pregunten porqué.

 

Así, las personas que conocía y otras que no conocía se promediaba entre sí (No digo toda), porque dado que no la conozco,  no puedo decir cuántas son, y si estaban todas.  Será un sueño y todo lo que quieran, pero la lógica hay que conservarla hasta el final, -como la dignidad- Lo sorprendente es que se daba por ejemplo que el promedio entre A y B, era exactamente igual, al promedio de C y D. Esto no me hubiera sorprendido de haberlo pensado despierta, es más, resulta tristemente obvio. Soñando,  parecía que esto no podía ser, y que si era,  era una lamentable falta de originalidad por parte de quién sabe qué, la materia, tal vez. Y pensé que sobraban muchas cosas, sobre todo porque en ocasiones un promedio daba música o luz.

 

Mientras los promedios seguían promediando y promediándose, me pareció importante sacar la desviación típica, pero una intuición salvadora se opuso. Y en cambio, me encontré haciendo un tes del oráculo chino cuadrado sobre la arena.  Dispuse a los promedios que pasaban por ahí, que parecían muy educados. Cuando todos estuvieron acomodados en la grilla, procedí a interrogarlos. Como ninguno atinaba con la respuesta, le pregunté al que parecía más despierto qué era lo que ocurría. El promedio me contestó que por una cuestión de frecuencia, los promedios estaban muy impedidos hacia la reflexión, y que probara hacerles preguntas sobre cultura general: por ejemplo, qué día es primavera en –“el corte ingles” o qué colores se llevan esta temporada.  Revisé de pe a pa mi Tes., y ese tipo de preguntas no figuraba, tampoco en Tes. Más concienzudos, científicos y doctos. De mis bolsillos saqué entonces las  tres monedas y allí los promedios se sintieron más en su casa: que hay que esperar al marrón, el verde manzana viene muy fuerte, pero no pega con el verde limón, si bien en el show de no se qué poeta lo había usado en su  última actuación. Y que ese otro tono que se asemejaba a una tarta de chocolate, si era posible que se mezclaran, ya que con hambre no podían pensar... semanas sin probar bocado. Debo hacer una confesión: los borré. Pasé mis manos por la arena, y dejaron de hablar, aunque tuve buen cuidado de hacerlo de una manera estética.

 

Una pesadilla,  de colores imposibles -dirán- que dura toda una vida.  Fue maravilloso,  ya se que nadie me cree, y he aquí la razón: cuando despierte, me sentiré  feliz de estar en un mundo en donde los promedios no existen, los  sueños son innecesarios racionalmente. Sería una redundancia. La naturaleza es muy sabia, aunque ahora mismo no pueda recordar porqué.

 

 © 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

Junto al estanque

Junto al estanque

 

 

Cierta tarde, muy bella, me detuve frente a un estanque a mirar pájaros   blancos.  Gaviotas en pleno vuelo a ras del agua, garzas en una pata esbeltas contra el gris del paisaje, realzadas en la niebla.

Quizá me   entretuve   mas tiempo de la cuenta mirando el agua.  Al volver al camino encontré entre las hojas secas uno de esos clásicos espejos.  Me agaché, lo recogí   y no pude menos que preguntarle:  espejito, espejito, ¿quién es la más bonita?

 -¡Tu madre!

 –sin rechistar

¡Te equivocaste de historia! me contestó el espejo.

¿Equivocarme, yo, yo?  Miré fijamente, al espejo, desafiándolo, y vi el rostro de mi madre.  Estaba igual de joven y bella que siempre.  Eso si, tenia unas arrugas de preocupación, que la entristecían, un poco, más mías que de ella.  Me reí, se rió, nos reímos, me reí de este lado y del otro lado del espejo, todo pareció más libre, más liviano; y hasta rió el espejo. 

 

 1. El espejo lo dejé donde lo había encontrado.

 2. También él estaba cumpliendo una misión.

3-Me alejé sin echarle ni un vistazo a mi reflejo.

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

A un texto

A un texto

 

Sentada en el suelo comenzaste a leer un texto. Que te hablara. En él descubriste que tu culpa se parecía al vacío del otro, tu angustia era dolor, estabas, abandonada en la escena de la honestidad. Enmudeciste. El libro se te escurrió de las manos. Como palabras blancas, veloces, y justas.

Te oíste hablando de algo que sabías vivo, como en el interior de tu poema. Sí, el libro te dijo que al final del verso estabas sola. Y que mejor te remangaras la camisa y dejaras de sudar tinta, de mojarte en lo decadente. Tenías que volver a lo mundano, ir con la vanguardia.

Llenar el lago de la vida con piedras blancas, canciones dulces y versos desprovistos de conciencia. Ese lago tan seco como el agua en un desierto. El agua del fondo no subía. Cada vez más piedras...cada vez más formas... apilando piedra sobre piedra.

Pensaste que te estaban amando. Y justo ahí, donde no tenías que hacer nada, abriste los ojos. Inventaste, una mujer en el reflejo de espejo y en el fondo del agua. Te castigaron. Te borraron del atlas. Te pintaste sola. Tu cara en el agua cada vez más triste. Sentiste culpa. Sabías que el sol iba a beberse el agua.

No supiste cuidarte. No te supiste respetar. Enfocaste mal, confundiste todo. Entonces: la coherencia tenía que escurrir por algún sitio, colarse por algún hueco. Más tarde, a falta de símbolos: viste sólo una traición, no viste la del otro. Ni siquiera viste la del que estaba más cerca. Completamente aislada te diste a conocer en los términos más ingenuos, más infantiles. No te importó nada de nada. Claro que esa vida la encontraste en el reflejo simétrico de un espejo que, estaba roto. Embalaste el alma en la indiferencia. Sabías lo que hacías, era la tuya.

Flotaban en la marea imágenes no compartidas, continuas, infranqueables...creer en la espiritualidad de los días. El poder siempre estuvo en las manos del que gira la cara. Y traición rima con ficción.

-¿Y vamos? Sí, después de las piruetas, la carpa quedó vacía y oscura, silenciosa. De vía muerta.

- ¿Seguimos? Sigamos. Lo reversible, entonces, cumplió con su destreza. ¿Pagaste tus culpas? No. ¿Apagaste la sed? No. ¿Creciste? No. Una sucesión penosa de puertas cerradas, de preguntas sin respuesta, de molestias, Y el silencio a tu silencio, y el miedo a tu miedo. Y te quedaste, en el suelo, leyendo con ganas de llorar.

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

El cielo esta cerrado

El cielo esta cerrado

 

Vamos... a encontrar lugares que no existen –dijimos-. Y dimos vueltas esdrújulas, en un espacio, cerca del olvido.

Detrás de un nubarrón, se balanceaba un cartel,”el cielo esta cerrado”, como resignado a su destino. Golpeamos, hasta aventar a la tormenta, se venía en tronadas como una conspiración de ángeles rebeldes. Un ángel, abre la puerta, dos alas rotas, donde aún transitan las nostalgias.

En una bóveda de escombros diluvianos, un trajín de gorriones, construyen un salvoconducto de secretos y armonías.

El techo, una voluta de humo en el viento. Las fotos colgadas en las paredes, tenían una languidez estoica, solemne transitada por una patena de tiempo indescifrable, con sus dedicatorias. Marylin, ocupaba el centro de un marco oval y trágico, acompañada por un réquiem de querubines desteñidos.

Flotaban a ratos estrellas, abrazadas a un encaje de algas, abandonadas a un mar de novias de cantina.

Apareció el ángel, con una extraña bolsa de impredecible contenido.

El aliento cortado, por la prisa de otro tiempo, como sabiendo que la sed venia de lejos, dijo: traje vino, pan y aceite, no hay mucho para elegir los domingos –concluyó-.

Salimos a pasear, y nos topamos: con un bosque de álamos negros, se nos clavó en los ojos, un cielo de astillas. –Preguntamos- ¿Para qué tantos álamos?: para hacer cajones de muertos -respondieron-.

¿De álamo? Si, -para los pobres-

El cielo se había abierto en una lluvia densa, sobre una tierra huérfana, un sudario gigante abandonado, en la consagración de un domingo.

Prometimos volver pronto.

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

UN VACIO

UN VACIO

 

 

 

 

Toda la noche  sentí como un insomnio con ondulaciones lilas y

doradas,  con un vacío inmenso.

En mi cerebro, como si mis neuronas hubiesen sido extraídas,

 Extendí mis extremidades y las sentí livianas, así que abandoné las sábanas

blancas  y  me dirigí al jardín en donde acostumbraba batir sus alas un picaflor verde azulado, extrañaba al no verle.

 Busqué por todos lados y el picaflor no estaba, el jardín había

desaparecido en mi presencia. Bostecé extendiendo los brazos y me

puse a pensar,  si es que todavía estaba soñando

o estaba despierta, pudiendo comprobar al tocarme, que mi cuerpo

estaba conmigo, mis manos, estaban conmigo, mis ojos tenían la

vivacidad de la noche a anterior a pesar del insomnio, el jardín había

desaparecido en mi presencia.

   

    Signos incomprensibles se pintaron en mis ojos y en mi corazón,

lavando mi jauría de sentimientos enclavados en mis entrañas con

su alegría dorada y contagiosa. Luego se ausentaron convertidos

en luceros jirones  del aire y de la prisa Yo, regresé a mi cama...

 

 

 

© 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

 

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Recta final de la campaña electoral Manual del político

Recta final de la campaña electoral   Manual del político

 

 

  1-Métase a político (no pierde nada) péguese cual lapa a  cualquiera que tenga posibilidades de llegar a buen  puerto. (No importa el partido)

  

  2-Sígale le corriente a su campaña electoral  en todo lo que diga, jamás  lo contradiga, el que sabe es el.

  

  3-Si  ve que en  más de dos sondeos “Serios” revelan que el partido de su elección  no tiene posibilidades, ni llena pabellones,  acérquese al enemigo y comience a medrar.

  

  4-Aceche caravanas que vayan al interior, pueblos olvidados alejados de la mano de Dios,  barrios chabolistas, para que  nadie le reconozca y no se queme.

  

  5-Siempre diga que hizo  triples kilómetros en las caravanas y que el dinero se fue en; globos de colores, actuaciones musicales, gasolina,  y  además  lo compartió con otros, en comidas. (No facturas porque era unas raciones en tascas.) (Nunca diga con cuantos ni a quienes).

  

  6-No este mucho en el medio para que no se le pegue algo (El que esta en el medio siempre cobra).

  

  7-Cuando este en publico y se produzcan inevitables, discusiones acaloradas de política en contra de su partido, no discuta, hágase el lerdo y escuche, por momentos, sonría.

  

  8-Espere las horas punta para ofrecer sus servicios, los demás quieren comer y le dirán que después. Así usted queda como persona honesta y trabajadora sin mirar hora. (Claro, por si le sale mal coma algo a escondidas primero)

  

  9-A los enemigos en el barrio, usted los llama por teléfono, se les pone a la orden y les dice que comprendan (Ellos lo entenderán)

  

  10-Diga a los optimistas que le siguen (Alguien se le pegara por su don de gentes) que lo de ellos esta marcha, pero nunca ofrezca nada en concreto. A lo mejor si llega a ganar su partido puede aparecer un cargo (De quinta ó sexta categoría) no secretaría de estado y finalmente por necesidad tenga que hacerlo usted mismo.

  

  11-No ponga nunca ni un céntimo suyo en brindis, comidas, cafés, invitaciones a los concejales, alcaldes,  etc.

  

  12-Siempre gaste la mitad ó menos del dinero  que le den y haga mucho bulto. Con lo que dan claro esta, beba usted mismo de lo que da lo más que pueda. Es muy interesante conseguir amigos propagandistas “del mundo de la cultura” o  de lo que sea y pedirles para la campaña. Como no hay facturas de esto depende lo que sea (Si no se puede vender) de la cuarta parte porque  no sabe del mañana.

  

  13-La última semana de la campaña duerma y coma bien en su casa (a escondidas siempre) y tenga claro que los últimos tres ó cuatro días usted es incansable, sin perder la compostura, ni una arruga en su vestuario,  mucho maquillaje, y  la laca para el pelo. ¡Esta en plena campaña¡ en  caravanas ajenas. Si hay subidas de tono, insultos ó pedreas bájese no sea estúpido por que seguro  que van,  y le rompen las narices.

  

  14-Esta ultima semana pase tres veces siempre por la casa del líder que sea, claro nunca lo dejaran entrar pero los demás no lo saben.

  

  15-Cuando le pregunten en el barrio diga siempre que lo mandaron llamar de la casa del líder y que lo tienen harto, porque solo usted resuelve las cosas. Esto tiene las ventajas de que usted puede ir utilizando las gentes del partido del barrio aunque pierdan pero ya las aprovechó.

  

  16-El día de las elecciones pase por la casa del líder y ofrézcase a lo que sea, no lo necesitan ya tiene personas para cada cosa. Pero usted queda bien.

  

  17-Es muy importante pasar por detrás  del líder que la prensa esté entrevistando en ese momento, para que las cámaras lo coja y usted aparezca ante el público. Si gana después usted lo utiliza en el empleo que pueda conseguir si no se pues (Escóndase un tiempo) el que no se arriesga no gana.

  

  18-La noche de las elecciones acuéstese tarde, beba tres güisquis mas de la cuenta  para amortizar (a sorbo callado), grite  mucho en el barrio y siempre después de las 1:30 de la madrugada  declárese ganador, ahí puede ligar con simpatizantes del  partido político.

  

  19-Si la cosa sale mal, no conteste, diga que va a la casa del líder a recibir instrucciones, márchese  un par de días a casa de un familiar y cuando vuelva diga que fue a reuniones  intensivas para verificar, en sondeos, votantes inexistentes, fraudes  electorales etc.

  

  20-Si la cosa sale bien recuerde que debe de aparecer en cualquier foto detrás del que sea. Si es del líder significa que  gano la lotería. Déle lo que sea a ese periodista para que le consiga esas fotos, la cuales podrá usar a conveniencia los próximos cuatro años.

  Recuerde que usted no ha invertido nada de su bolsillo. “Felicitaciones” usted es; “Un Empresario de la Política.”

  

  21-Si todo va bien pida   la Secretaría de Interior y Policía (Que como no se puede) le dirán que pida otro cargo: Entonces puede ir pidiendo: consejerías de empleo publico, Aduanas, Asuntos sociales, Consulados en Taiwán, Nueva York, Londres, Suiza o cualquier Secretaría de menos cuantía,,,, la que sea.

  

  22-Como le dirán que no, no importa, observe entonces que subsecretario  de esos le puede dar un cargo, estúdielo hágale chistes, ríase de los de el. No se preocupe por la preparación académica, total hemos tenido senadores que no sabían leer ni escribir, sindicatos etc. Lo importante es el cargo no la capacidad.

  

  23-La culpa es siempre  del subsecretario que el que bebe primero, bebe agua fresca, no se deje achantar.-Clásico gancho-  de que después te resuelvo lo tuyo, todo lleva un tiempo, no te preocupes... “Joda” que eso es un arte.

  

  Si logró conseguir el empleo lo felicito, realmente siempre nombran  igual que  usted a los que no se han quemado las pestañas, en eso están iguales, usted no fue ningún estúpido (No ha perdido nada)

  

Nota: “Como sobrevivir en un cargo Público”.  Continuara (tras las elecciones).

  

  © 2008 Carmen María Camacho Adarve

 

 

Soñé el promedio del mundo

Soñé el promedio del mundo

 

 

Anoche tuve un sueño. Ah, es difícil describirlo,  si sé lo difícil del amanecer, y yo quiero que lo fácil amanezca, pero no antes que yo, de otra manera será difícil verlo, hasta que eso sea fácil, y así. Con todas estas meditaciones de madrugas se entiende que lo intentaré, y no por eso dejaré de pensarlo, porque estos pensamientos son todo lo malo que puede ser un dueño, e incluso más, dependiendo esto de la materia  inviable, en la  pasividad de ser invisible. Yo evito las madrugadas por miedo a las caídas, las maldiciones, y conjuros, que no se dan bien a mi organismo, y en ese sentido no es del todo completo, porque el todo se encuentra siempre en otra parte distinta de  donde se está buscando,  ni siquiera cuando parece que los sueños ya han sido enumerados... escritos minuciosamente en una libreta.  Todas estas (llamémoslas) dificultades no hacen sino decidirme más y más en mis decisiones, y hace que las decisiones crezcan en progresión geométrica, mientras que la geometría crece aritméticamente, porque no encuentra otro modo. Por eso,-yo me aferraba desesperadamente a mis endebles estructuras mentales-, no puedo dejar de seguir decidiendo lo que decido,-no me aferro a ninguna estructura ellas se aferran a mi-  y pareciera que mis decisiones más antiguas estuvieran a punto de estallar a causa de su tamaño, pero jamás lo hacen o no lo han hecho hasta ahora, y en promedio eso quiere decir que no lo harán nunca, aunque realmente lo hagan finalmente, porque esto es  lo que soñé: soñé el promedio del mundo y eran realmente muchos promedios, con uno mayor, pero ninguno era el mayor por mucho tiempo, dado que la premediación no tenía fin.

 

Yo no me promediaba, de otra manera no hubiera sido posible ni soñando y debería haber continuado soñando trescientas noches. Eso no hubiera sido problemático en otros momentos de mi vida: es más, a diario solía hacer eso; cuando me aburría de soñar lo que estaba soñando, o me ocurría un percance que me impedía continuar, simplemente se lo transfería a la cabeza que tenía durmiendo cerca. Y también recibía  sus sueños inacabados, y esto ocurría algunas noches treinta tres veces, porque hay gente muy propensa a aburrirse. A veces recibía sueños tan ridículos que decía "en la mañana, cuando despierte, le preguntaré cómo se puede perder tiempo en esos sueños". Pero al despertar me lo pensaba mejor, porque yo también entregaba cada sueño a ser feliz.  Ya no es posible eso,  un día la cabeza que dormía cerca se alejó siguiendo al cuerpo que hacia las maletas. Y eso es lo que más extraño: -su cabeza-, no por lo que pensara, que no era demasiado, en realidad. Le pedí que me la dejara, pero me dijo que no, y no por egoísmo, sino porque yo necesitaba una cabeza cerca. Ahora me arreglo sólo con mis sueños, y por eso es que evité  promediarme yo también, y en cambio, para distraerme, me puse a dibujar la curva de Gauss de la población que iba promediando, que suponía normal,  por favor no me pregunten porqué.

 

Así, la gente que conocía y otra que no conocía se promediaba entre sí (No digo toda), porque dado que no la conozco,  no puedo decir cuántos son, y si estaban todos.  Será un sueño y todo lo que quieran, pero la lógica hay que conservarla hasta el final, -como la dignidad- Lo sorprendente es que se daba por ejemplo que el promedio entre A y B, era exactamente igual, al promedio de C y D. Esto no me hubiera sorprendido de haberlo pensado despierta, es más, resulta tristemente obvio. Pero soñando, me parecía que esto no podía ser, y que si era, también era una lamentable falta de originalidad por parte de quién sabe qué, la materia, tal vez. Y pensé que sobraban muchas cosas, sobre todo porque en ocasiones un promedio daba música o luz.

 

Mientras los promedios seguían promediando y promediándose, me pareció importante sacar la desviación típica, pero una intuición salvadora se opuso. Y en cambio, me encontré haciendo un tes del oráculo chino cuadrado sobre la arena.  Dispuse a los promedios que pasaban por ahí, que parecían muy educados. Cuando todos estuvieron acomodados en la grilla, procedí a interrogarlos. Como ninguno atinaba con la respuesta, le pregunté al que parecía más despierto qué era lo que ocurría. El promedio me contestó que por una cuestión de frecuencia, los promedios estaban muy impedidos hacia la reflexión, y que probara hacerles preguntas sobre cultura general: por ejemplo, qué día es primavera en –“el corte ingles” o qué colores se llevan esta temporada.  Revisé de pe a pa mi Tes., y ese tipo de preguntas no figuraba, tampoco en Tes. Más concienzudos, científicos y doctos. De mis bolsillos saqué entonces las la tres monedas “de los chinos”, y allí los promedios se sintieron más en su casa: que hay que esperar al marrón, el verde manzana viene muy fuerte, pero no pega con el verde limón, si bien en el show de no se qué poeta lo había usado en su  última actuación. Y que ese otro tono que se asemejaba a una tarta de chocolate, si era posible que se mezclaran, ya que con hambre no podían pensar... semanas sin probar bocado. Debo hacer una confesión: los borré. Pasé mis manos por la arena, y dejaron de hablar, aunque tuve buen cuidado de hacerlo de una manera estética.

 

Una pesadilla,  de colores imposibles -dirán- que dura toda una vida.  Fue maravilloso,  ya se que nadie me cree, y he aquí la razón: cuando despierte, me sentiré  feliz de estar en un mundo en donde los promedios no existen, los  sueños.  Son innecesarios racionalmente. Sería una redundancia del más redundante. La naturaleza es muy sabia, aunque ahora mismo no pueda recordar porqué.

©Carmen María Camacho Adarve

 

 

 

 

 

Esta es la historia de Julio José López

Esta es la historia de Julio José López

 

 

 

 

Hace mucho tiempo.  Pueden ser más de treinta años. Y  Julio José  López llena una maleta. De cartón rojo, rústica y desgastada,  el interior está repleto de anotaciones, letras emborronadas y hojas desparejas, reunidas por azar y escritas bajo la urgencia de la memoria: papel de envolver de estraza, hojas de cuaderno, extractos de cuentas bancarias, recibos, servilletas, formularios escritos del lado de atrás. Algo une sin embargo la diversidad de las hojas: todas están llenas hasta el borde del papel. No hay espacios en blanco en esta maleta dibujada con una cuidadosa y elemental caligrafía de albañil. La memoria le salta encima como un gato pardo y trata de aprovecharse del espacio hasta su mínima expresión. Todo debe ser escrito, todo debe ser contado. El tono de la maleta no es el de un diario íntimo, sino el de un manual de instrucciones; cada hoja describe hechos con una aparente y técnica lejanía de un inacabable discurso. Fui secuestrado aquí, el sitio tenía un determinado espacio, el sol salía por este lado, la puerta estaba a determinados pasos. Ella me dijo exactamente esta cosa. Escuché justo estos disparos. Llevaba este modelo de pantalón y su voz sonaba de tal modo. Si las neuronas tuvieran pequeñas cámaras de seguridad y pudieran hacer tomas paseando por el cerebro, lo que veríamos sería eso: una región de la memoria de  Julio José López en la que luchó contra el olvido al punto de recordar los detalles más pequeños. Se podría pensar que la mejor manera de superar el temor al monstruo es mirarlo de cerca y a los ojos. No lo sé. Haría falta haber bajado a todos los círculos del Infierno para llegar  a conclusiones. Durante los días del juicio contra su hermana mayor, acusada por Julio José López, a saber: malversación y acopio indebido e inmoral de la herencia familiar, Laura, la mujer, los parientes  y los hijos de López,  descubrieron la maleta roja con tapas de cartón duro. Nunca habían escuchado esas historias: para ellos,  Julio José López era Tito, familiar, o Papá, y de ningún modo un perseguidor de recuerdos tormentosos. ¿Los guardo  para mantenerlos lejos del horror? ¿Pensó que no tenía derecho a pedirles que miraran al monstruo a los ojos?, vete a saber por qué.

 

©Carmen María Camacho Adarve

 

 

Rosas azules

Rosas azules
 Los que poseen las ideas son aquellos que se han propuesto ganar antes de saber que ya existía el juego cuyas reglas son siempre cambiantes según las necesidades del ganador.  Juega también tu, Maria, si te haces adicta nunca olvides que la vida, el amor, y el sexo tienen reglas fijas, establecidas, escritas en gruesos y viejos códigos, por eunucos que escaparon de los serrallos.  Es por eso que nadie sabe si ha perdido o ganado.
 La poeta nunca se ha preocupado por ganar nació con todas las batallas perdidas.

  Nerón solo era un don Juan bajito y desnutrido, pero tuvo la suerte de saber reaccionar a tiempo.

Maria no se parece a Nerón, pero esta dispuesta ha plantar cara a los que guardan las puertas de los templos de la cultura... los ordenanzas que disparan agua de colores.  Cuando tienen la orden de no dejar entrar nada más que a los elegidos.

Grita Maria, grita tan fuerte que no te oigas, grita por encima de las cabezas de los demás, grita en sus bocas, grita en el hueco de sus manos, grita por las esquinas de forma que todos sepan que tú estas gritando.

Maria, se enamoro de Fernando el invierno pasado.  El le contaba épicas batallas sin final -para tenerla en vilo- Hasta que una tarde de amor le auguró que las rosas azules del cielo están regadas con sangre de santos... y aquello fue el final de su relación.  La enterraron bajo espinas de rosales salvajes con a viejas canciones del colegio de mucha gente demasiada gente... imposible acordarse de todos.

 La relación de Maria y Fernando no fue más que una retahíla de palabras sin mucho sentido bajo la luz de neón de un bar de vanguardia.  Reivindicaciones que se prologaban hasta el amanecer junto a la luz fluorescente de las farolas.  Amaneceres de cama fría desmantelada de sabanas y sinrazones.

 ...”las chicas buenas deben acostarse pronto para poder llegar puntuales a clase en la facultad...”

(Los chicos buenos y obedientes deben acostarse temprano para llegar a ser caballeros...)

Las niñas de buena familia deben pensar acerca de las comas y los puntos.  Y dejar el buen criterio de las palabras a sus mayores, las palabras, que andan entre unos y otros en medio del caos.  Los mayores viven seguros de las cosas que hacen y escriben.

 Su mundo no ha cambiado desde hace muchos siglos.

A Maria no le importan los tres baúles llenos de palabras aunque no tenga signos de puntuación...

 

 
©Carmen María Camacho Adarve

Sobre Franz Kafka

Sobre   Franz Kafka



 

 

"Como no soy más que literatura y no puedo ni quiero

ser otra cosa, mi empleo nunca podrá entusiasmarme pero

sí puede destrozarme por completo.  Ahora compáreme con

su hija, una chica sana, alegre,

natural, fuerte... la verdad es que conmigo, según mis

previsiones, tendrá que ser desgraciada.  Soy una

persona retraída, callada, insociable y descontenta.  De

la vida que llevo en casa pueden sacarse

al menos algunas conclusiones.  Vivo en medio de la

familia, entre las personas más buenas y cariñosas,

más extraño que un extraño.  Con mi madre no he hablado

en los últimos años ni siquiera veinte palabras al día

por término medio; con mi padre casi nunca he

intercambiado más que los buenos días.  Con mis

hermanas casadas y mis cuñados no cruzo palabra y eso

que no estamos enfadados."

 

su padre, era una figura tosca y autoritaria

fue muy buen estudiante, de rasgos enfermizos

tuvo inquietudes intelectuales, de carácter

socialista y anarquista ...

su carácter era miedoso y desconfiado

la tuberculosis supuso una libertad de este mundo

para el que nunca creyó estar preparado.

 

Su  falta de  adaptación  a la  Sociedad hizo de su

vida una  lucha que no  tuvo intención de ganar.

 

ordenó en su testamento que se destruyera toda su

obra.
 

 

( De la carta de Kafka al padre de su novia Felice )

 

La primera novia formal que tuvo Kafka fue a los 29 años.

Se llamaba Felice Bauer.  Para Kafka supuso una relación

difícil.  En la carta en la que Franz pedía la mano de

Felice a su futuro suegro escribió cosas que ponen los

pelos de punta.  "...la verdad es que conmigo, según mis previsiones,

tendrá que ser desgraciada..."

A pesar de todo el padre de Felice accedió al

matrimonio pero Kafka demoró el proyecto.  El 1 de

Junio de 1914 (con 31 años) se comprometió y 40

días después rompió el compromiso.  Algo después una

amiga común consiguió que volvieran  y

pasaron juntos 10 días en un balneario.  En 1917 (

con 34 años )volvió a comprometerse. Poco después

le diagnostican una tuberculosis y aprovecha esta

excusa para romper definitivamente. Y es que, como

leemos en su biografía, "... tuvo atormentadas

relaciones amorosas, dominadas siempre por una

angustiosa incapacidad para entregarse..."

Después de romper con Felice, Franz fue a desahogarse

con Max Brod, el cual nos cuenta que "... estuvo

llorando y diciendo entre sollozos: "¿ No es terrible

que tengan que suceder estas cosas?.

 

Franz Kafka tuvo un hijo, pero jamás lo supo.

Mientras se prolongaba el tormentoso noviazgo con

Felice, Franz tuvo un romance con una amiga de Felice,

Gret Bloch.  Gret quedó embarazada y dió a luz un niño.

La vida del niño fue muy problemática

y no sobrevivió a la infancia.  Gret siempre ocultó a

Franz su paternidad porque según leemos en la

biografía de Kafka, "... sabiendo la crisis que le

habría provocado a Kafka aquella responsabilidad que,

sin duda, no habría podido asumir..."

 

Kafka mantuvo un romance con Milena, una mujer casada

que vivía en Viena ( él residía en Praga ).  Su romance

mientras duró fue epistolar.  Naturalmente el romance

lo rompió Kafka. A través de la correspondencia que

mantuvieron ( Cartas a Milena ) podemos ver a un Kafka

desgarrado.

  

"¿Cómo es posible, Milena, que todavía no sientas

temor o repugnancia hacia mí o algo parecido?"

"¿Por qué después de todo, soy una persona torturada

por estos estados tan totalmente imprecisos y por

estas desesperantes responsabilidades?"

"...desde todo punto de vista importante - el

matrimonio, el trabajo, el coraje, el sacrificio, la

pureza, la libertad, la independencia, la verdad - me

encuentro tan por debajo de ustedes dos que casi me

resulta repugnante hablar de eso."

"¿Sabes Milena que al acercarte a tu marido

descendiste muy por debajo de tu nivel, pero que si

vinieras a mí sería como saltar al abismo?"

 

"... yo, que en el gran juego de ajedrez no soy ni

siquiera el peón de un peón, lejos de eso, pretendo

ahora, sin embargo, contra todas las reglas y para

confusión de todo el juego, ocupar la silla de la

reina; yo, el peón de los peones, o sea una pieza que

ni siquiera existe, que por lo tanto no juega con los

demás".
 

"Tal vez lo que ocurre es que ambos estamos casados,

tú en Viena, yo con la angustia, en Praga y que ambos

nos torturamos inútilmente por liberarnos de nuestro

matrimonio".

  

Kafka trataba de explicar a Milena por qué tenían que

romper su relación.  Franz lo hace con unas palabras

con las que, a buen seguro, muchos afectados se

identifican.

 

"No puedo hacerte comprender, ni a ti ni a nadie, lo

que pasa en mi interior.¿Cómo explicarte por qué me

ocurre todo esto?.  Ni siquiera puedo explicármelo a mí

mismo.  Pero tampoco esto es lo principal, lo principal

es muy claro: me es imposible vivir una vida

humana entre los hombres."
 
 

Aunque Kafka en sus escritos confiesa que le es

imposible llevar una vida humana entre los hombres,

que lleva una vida triste, que es débil e inferior, sin

embargo hay que matizar estas palabras.  Todo eso es

muy cierto.  Pero Kafka era humano como cualquier otro,

podía reír, podía tener sentimientos, podía

enamorarse... el problema que tenía era que su

personalidad tapaba muchas de sus mejores virtudes y

le anulaba demasiadas cosas.  Su conflicto personal era

grave .

 

Esta parte de Kafka casi nunca podía expresarse.  Su

único amigo, Max Brod, fue testigo de que el kafka

alegre y con sentido del humor sí existía : "Quiero

señalar lo que se olvida fácilmente cuando se

contempla la obra de Kafka: su pliegue de alegría del

mundo y de la vida.  En la conversación íntima se le

soltaba asombrosamente la lengua, llegando a

entusiasmarse, a ser encantador.  Las bromas y las

risas no tenían fin; reía a gusto y cordialmente y

sabía hacer reír a sus amigos. Tal humor se hacía

particularmente claro cuando era Kafka mismo quien

leía sus obras.  Por ejemplo, nosotros los amigos

estallamos en risas cuando nos hizo conocer el primer

capítulo de "El proceso".  Y él mismo reía tanto que

por momentos no podía continuar leyendo.  Bastante

asombroso si se piensa en la terrible seriedad de ese

capítulo."

 
 

Gustav Janouch, un coetáneo de Kafka, nos dejó una

curiosa y expresiva descripción de Franz, en la cual

quedan de manifiesto los problemas que Kafka tenía

para relacionarse:

"... sus labios finos lucían una leve sonrisa, que era

más el conmovedor reflejo de una alegría distante y

extraña que una expresión de bienestar.  Kafka siempre

miraba a las personas un poco desde abajo.

 

Su postura era muy extraña, como si quisiera pedir

disculpas por su estatura.  Todo su cuerpo parecía

querer decir: “ Por favor, pero si soy completamente

irrelevante.  Me dará usted una gran alegría si no se

fija en mí."

 

 

 

©Carmen María Camacho Adarve

 

 

“Al amanecer los niños montaron en sus triciclos, y nunca regresaron”

“Al amanecer los niños montaron en sus triciclos, y nunca regresaron”



     Locuras de escribir  que ya no son las de antes, cuando los escritores hacían gimnasia con la escritura para ingresar en el club de la demencia por la puerta grande del cielo. Ahora, cualquier poeta que sale de las filas de vanguardias y camina por la senda de los maestros del cuento, de los versos, y los clásicos ni siquiera es echado al fuego del silencio. Se le lee en las universidades y basta. Amén. Hay excepciones clásicas que recuerdan, en su talento y actitudes, mejores épocas de la literatura. Al amanecer los niños montaron en sus triciclos, y nunca regresaron”... Leopoldo María Panero: los críticos no saben si es un gran poeta porque está loco o (es un gran loco porque es poeta). La esquizofrenia es una mina llena de genios que doblan el pulso de sus propias esquinas, quitándose sombras y fantasmas de encima, cruzando las calles de las grandes ciudades con los ojos vendados para no ver la masacre. ¿Estuvo alguna vez loco el viejo Borges o su visión de Argos literario nublaba toda otra realidad? Según Bertrand Russell, Alicia en el país de las maravillas, escrito por un matemático al que le entró un pavor loco cuando echó un vistazo al futuro y vislumbró lo abismal lo oscuro de la persona -por los siglos de los siglos-, representaba para él una fuga hacia un maravilloso país de sueños frente a las locuras de la realidad. Otro tanto dijo de los libros de Alicia Henry Miller, de quien todavía dicen algunos que no es un escritor erótico sino pornográfico. La diferencia según me contó un marginal y loco escritor, harto de vino, y por lo demás muy cabal y justo, en un antro: «El erotismo es tuyo y la pornografía es el erotismo de los demás». Podemos hacer el mismo juego con la locura de escribir (y su paralelo de leer) y se encontrarán a tres calles del manicomio de la historia universal de la literatura frente a la infamia que representa la realidad histórica de los datos, fechas y episodios exactos. ¿Acaso la exactitud y la verdad eliminan la locura? ¿Se enfrenta al poder? “como el loco Gandhi “a la locura del Imperio Británico en la India. Son y somos un puñado de escritores y filósofos locos por la libertad para la que escribimos los versos más tristes cada noche de locura que transitamos por los arrabales lejos de “la política es cultura”. No, ya no hay, salvo excepciones, locos como los de antes, que dejaban de escribir porque habían llegado a la locura definitiva en su callejón sin retorno o se habían vuelto rematadamente locos por su obstinada grafomanía. Este es uno mas de los textosadvertencia. los peligros de la escritura para quienes, locos lúcidos (pocos) y locos de atar (muchos) entran por propia voluntad o por error irreparable en el jardín de las delicias donde sólo encontrarán la dantesca realidad de la angustia, la soledad y la nada.

©Carmen María Camacho Adarve

Abanicos

Abanicos

 

 

La poeta ha coleccionado los abanicos de la gitana bailaora del Sacromonte. La gitana ha cerrado, su cueva, la bata de cola y la zambra. Se ha mudado a vivir a Granada, esta mayor y cansada, pero ese duende lo tiene la gitana bailaora. Fue la dueña algunos años de la llave del flamenco. El corazón gitano, lo ojos verdes limón, las manos, las caderas y el vuelo de volantes son cosas que morirán con ella. He colocado los abanicos en la habitación del palomar, encima de los tres baúles de palabras. Para contemplarlos mientras leo versos. Paisajes de flores: violetas floreciendo, azucenas, rosas, capullitos de alelí, clavellinas, lilas, azules margaritas. Infinitos vivos ramilletes de colores. Es un libro de versos escrito por alguien que creyó en el mismo. La poeta pensó, a saber por que, en lo inútil de la muerte, que hace de la poesía una forma de escapar. Y tranquiliza a los pacifistas armados con metralla.

Maria me ha ayudado a colocar los abanicos en la pared de habitación de mi palomar. Maria no tiene abanicos, las paredes del salón de su casa están desnudas totalmente, ya que su honrada familia, no ve adecuado, adornar los muros del salón, con símbolos gitanos, de artistas, andaluces, de grandes pensadores. Que dibujan signos interrogativos en los papeles y en las primeras páginas de los periódicos y diminutos puntos suspensivos en el corazón.

Rubén a menudo se desespera. Suele perder las batallas que entabla contra sus propios principios. A el le importa un comino los principios de los demás. No importa perder, Rubén, tú nunca has guardado tus tristezas en un bolso imitación de piel de serpiente. Dejan que te marquen, con las eternas zapatillas de vanguardia, ya que son parte inherente de sus talones. Déjalos si eso les da tranquilidad a sus fáciles y hasta inútiles “conciencias colectivas”. Todos tenemos que morir antes de resignarnos a ello.

No hay ninguna ley que prohíba meter los pies. Dentro en unas zapatillas -siempre pequeñas- de vanguardia.

©Carmen María Camacho Adarve

Galería de Arte

Galería de Arte

Cierta tarde vagaba entre infinitas paredes cargadas de cosas que habíamos de llamar obras, a riesgo de convertirnos en blanco de los peores insultos y la inscripción terrible, de reaccionaria -decadente-intolerante-antidemocrática-. Ya se sabe, es menos inmoral robar, antes que tener una fe mal disimulada: bueno-malo, bello-feo, y mas. Por ello, si se quiere evitar esa salmodia de epítetos, lo mejor se que puede hacer, si a ello se ve obligado, es verter un suave y contemporizador: “sí, está claro que esos hierros dentro de una bañadera vieja, salpicado todo con hermosos trozos de aglomerado, papel arrugado y esferas de plástico, está muy claro, que eso es Arte y con mayúscula por si parece poco".

Andaba en ese pausado recorrido entre dibujos de jardín de infantes, telas avejentadas, hierros retorcidos y genialidades incomprensibles, o entre la misma basura de la calle acomodada, eso sí, sobre importantes pedestales; pero, sobre todo, me guiaba la certeza o la esperanza de que en medio de todo eso, algo que tuviera derecho a la existencia pudiera nacer. Y a veces, hasta nacía.

Seguía recorriendo esos laberintos cuando de pronto me pareció que desde una tela dos ojos me seguían. Temiendo ver confirmados los peores pronósticos acerca de mi salud mental, vacilé infinitamente hasta que me acerqué al cuadro. Efectivamente, entre los colores formando manchas como los que hacen los niños de primaria, pude distinguir dos ojos que me miraban fijo. Por fin, una grieta se abrió en el cuadro, y salió una voz que me saludó amablemente; yo, en principio, no respondí el saludo, por si se trataba de mi homónima de la vanguardia, además, no me parecía bien eso de andar hablándoles a los cuadros como no fuera en la intimidad del propio pensamiento. La voz debió darse cuenta del motivo que me hacía incurrir en semejante falta de educación, porque me dijo: “oye, soy una persona, o eso dicen, me llamo Yolanda, gusto en saludarle".

me pareció que hablar y tener un nombre no es propio de otros mundos y que eso es suficiente como para ser considerado persona, o no, pero en tal caso yo saludaba cien veces al día a muchos seres, sólo porque tenían nombre y hablaban, y no tenía por qué haber una excepción ahora. Entonces le respondí: “El gusto es mío. ¿Pero sería tan amable de decirme qué carajo hace allí colgada como si fuera un cuadro?".

"Cómo no, cómo no -me respondió-. La verdad es que no me encuentro muy cómoda aquí, pero ya me acostumbraré. Resulta que estaba yo la mañana del martes en el metro como todos los días, dirigiéndome hacia el trabajo, suelo aprovechar el viaje para retocarme un poco, rimel, y maquillaje, y en eso estaba cuando de golpe un marchante me confundió con un cuadro expresionista.

No pude evitar interrumpirla con una exclamación salida de lo más hondo de mi ser. Qué horror, -le dije- ¡Si al menos la hubieran confundido con un Picasso!, vaya y pase, pero... La señora me contestó un poco molesta: Lo que usted quiera, pero es un pintor muy conocido con una creciente reputación en Europa y los Estados Unidos, me dijo, repitiendo sin duda alguna reseña de un suplemento dominical. ¡Para mí es un honor que me hayan confundido con un cuadro suyo!

-Si, claro -dije-, para qué modelos de botero, desnudas o vestidas, ahora no hay nada mejor que confundir a las mujeres con cuadros expresionistas, llenos de chorreones de pintura y cosas pegadas. Las mujeres hemos evolucionado junto con el arte, eso se ve muy claro.

-Ya ve usted que tengo razón. Así que me confundieron con un cuadro que hace unas semanas había sido sustraído de una de las galerías más importantes de nuestra ciudad. Ya ve que el pintor es tan genial que hasta los ladrones le roban sus cuadros, como en las galerías de Nueva York.

-Claro que si -le dije-, no hay como los ladrones para críticos de arte; eso que usted me cuenta me confirma absolutamente la calidad de su obra.

-¿Ve lo que le digo? Bueno, entonces el marchante, que era muy entendido a todas luces, me confundió con esa obra, y como a duras penas podían ocultar su júbilo, gritaba, "las vanguardias tenían razón, el arte verdadero está en la calle", me devolvió a la galería, y como esta semana ha comenzado una muestra retrospectiva sobre el Maestro, pues me han traído junto con otras obras".

-Interesante, interesante -dije para decir algo mientras me alejo unos pasos hacia atrás.

-Yo siempre quise vivir cerca del arte, es mi vocación.

-“Sí, se ve", le dije.

-Gracias. Es por eso quizás que cada mañana ponía todo mi afán en maquillar minuciosamente mi cara, porque eso no es cualquier cosa, no, no, es todo un arte. Y no me he conformado con la pintura, ¡no! También he experimentado la escultura clínica, luego de años en quirófanos, de inflarme un poquitito aquí, de sacarme una cosita acá para ponérmela un poco más allá, lo he logrado, soy una obra de arte!"

"-Qué bonito, qué bonito" -dije mientras me seguía alejando imperceptiblemente.

-No es tan cómodo estar colgada de una pared, pero todo sea por el arte, continuó mientras yo me iba casi corriendo de ese Templo de la Cultura.

©Carmen María Camacho Adarve

No llores poeta

No llores poeta

 

¿Por qué lloras?  Poeta...  No llores cuando te acuerdas como tu hermana mayor carente de dulzura.  Utilizo tu títere de madera para encender una vieja estufa.  Ignorando sus buenos modales de hija modélica de familia si preocuparse de tu alma partida...Mientras decidías hacerte poeta.  La inmolación de tu amigo el títere buhonero en el altar de las naderías, te dio un asomo, de medida de todas las cosas.

 

 No llores poeta por las niñas que llevan ramos de flores y matan títeres de madera.  Quemándose  con el perfume de su inocencia negociable.  No llores por los títeres de madera y especialmente por el títere buhonero el que ardió silenciosamente y de forma inútil.  Piensa en el niño, que levanto tres veces la cabeza, de una lección, en un libro viejo de historia de España.

 

Sabes, aquel poeta fue un niño que se apareció a otros niños.  Creció como tu, sin saber, como, ni por que.  Un buen día se encontró consigo mismo y cruzo -como tu- el espejo.

©Carmen María Camacho Adarve

 

A la sombra de la luz de la luna

A la sombra de la luz de la luna

La poeta conoce un secreto es el de los primeros astronautas que llegaron a la luna. Es un secreto absoluto que nunca ellos han contado. A la sombra de la luz de la luna viven todas las ideas que se pierden. La luna es un mundo asolado por pensamientos de los que solo piensa a medias, que a saber porque, son la mayor parte de las personas. En los cráteres florecen polvorientos los versos de la poeta. Son brotes perdidos en el espacio nocturno. Ninguno de los amigos de la poeta los ha leído. Menos Matilde la presumida que guarda en un librero con puertas de cristal y a medida trece títulos académicos que restan mucho sitio los versos de la gente sencilla.

©Carmen María Camacho Adarve