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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

Sobre Franz Kafka

Sobre   Franz Kafka



 

 

"Como no soy más que literatura y no puedo ni quiero

ser otra cosa, mi empleo nunca podrá entusiasmarme pero

sí puede destrozarme por completo.  Ahora compáreme con

su hija, una chica sana, alegre,

natural, fuerte... la verdad es que conmigo, según mis

previsiones, tendrá que ser desgraciada.  Soy una

persona retraída, callada, insociable y descontenta.  De

la vida que llevo en casa pueden sacarse

al menos algunas conclusiones.  Vivo en medio de la

familia, entre las personas más buenas y cariñosas,

más extraño que un extraño.  Con mi madre no he hablado

en los últimos años ni siquiera veinte palabras al día

por término medio; con mi padre casi nunca he

intercambiado más que los buenos días.  Con mis

hermanas casadas y mis cuñados no cruzo palabra y eso

que no estamos enfadados."

 

su padre, era una figura tosca y autoritaria

fue muy buen estudiante, de rasgos enfermizos

tuvo inquietudes intelectuales, de carácter

socialista y anarquista ...

su carácter era miedoso y desconfiado

la tuberculosis supuso una libertad de este mundo

para el que nunca creyó estar preparado.

 

Su  falta de  adaptación  a la  Sociedad hizo de su

vida una  lucha que no  tuvo intención de ganar.

 

ordenó en su testamento que se destruyera toda su

obra.
 

 

( De la carta de Kafka al padre de su novia Felice )

 

La primera novia formal que tuvo Kafka fue a los 29 años.

Se llamaba Felice Bauer.  Para Kafka supuso una relación

difícil.  En la carta en la que Franz pedía la mano de

Felice a su futuro suegro escribió cosas que ponen los

pelos de punta.  "...la verdad es que conmigo, según mis previsiones,

tendrá que ser desgraciada..."

A pesar de todo el padre de Felice accedió al

matrimonio pero Kafka demoró el proyecto.  El 1 de

Junio de 1914 (con 31 años) se comprometió y 40

días después rompió el compromiso.  Algo después una

amiga común consiguió que volvieran  y

pasaron juntos 10 días en un balneario.  En 1917 (

con 34 años )volvió a comprometerse. Poco después

le diagnostican una tuberculosis y aprovecha esta

excusa para romper definitivamente. Y es que, como

leemos en su biografía, "... tuvo atormentadas

relaciones amorosas, dominadas siempre por una

angustiosa incapacidad para entregarse..."

Después de romper con Felice, Franz fue a desahogarse

con Max Brod, el cual nos cuenta que "... estuvo

llorando y diciendo entre sollozos: "¿ No es terrible

que tengan que suceder estas cosas?.

 

Franz Kafka tuvo un hijo, pero jamás lo supo.

Mientras se prolongaba el tormentoso noviazgo con

Felice, Franz tuvo un romance con una amiga de Felice,

Gret Bloch.  Gret quedó embarazada y dió a luz un niño.

La vida del niño fue muy problemática

y no sobrevivió a la infancia.  Gret siempre ocultó a

Franz su paternidad porque según leemos en la

biografía de Kafka, "... sabiendo la crisis que le

habría provocado a Kafka aquella responsabilidad que,

sin duda, no habría podido asumir..."

 

Kafka mantuvo un romance con Milena, una mujer casada

que vivía en Viena ( él residía en Praga ).  Su romance

mientras duró fue epistolar.  Naturalmente el romance

lo rompió Kafka. A través de la correspondencia que

mantuvieron ( Cartas a Milena ) podemos ver a un Kafka

desgarrado.

  

"¿Cómo es posible, Milena, que todavía no sientas

temor o repugnancia hacia mí o algo parecido?"

"¿Por qué después de todo, soy una persona torturada

por estos estados tan totalmente imprecisos y por

estas desesperantes responsabilidades?"

"...desde todo punto de vista importante - el

matrimonio, el trabajo, el coraje, el sacrificio, la

pureza, la libertad, la independencia, la verdad - me

encuentro tan por debajo de ustedes dos que casi me

resulta repugnante hablar de eso."

"¿Sabes Milena que al acercarte a tu marido

descendiste muy por debajo de tu nivel, pero que si

vinieras a mí sería como saltar al abismo?"

 

"... yo, que en el gran juego de ajedrez no soy ni

siquiera el peón de un peón, lejos de eso, pretendo

ahora, sin embargo, contra todas las reglas y para

confusión de todo el juego, ocupar la silla de la

reina; yo, el peón de los peones, o sea una pieza que

ni siquiera existe, que por lo tanto no juega con los

demás".
 

"Tal vez lo que ocurre es que ambos estamos casados,

tú en Viena, yo con la angustia, en Praga y que ambos

nos torturamos inútilmente por liberarnos de nuestro

matrimonio".

  

Kafka trataba de explicar a Milena por qué tenían que

romper su relación.  Franz lo hace con unas palabras

con las que, a buen seguro, muchos afectados se

identifican.

 

"No puedo hacerte comprender, ni a ti ni a nadie, lo

que pasa en mi interior.¿Cómo explicarte por qué me

ocurre todo esto?.  Ni siquiera puedo explicármelo a mí

mismo.  Pero tampoco esto es lo principal, lo principal

es muy claro: me es imposible vivir una vida

humana entre los hombres."
 
 

Aunque Kafka en sus escritos confiesa que le es

imposible llevar una vida humana entre los hombres,

que lleva una vida triste, que es débil e inferior, sin

embargo hay que matizar estas palabras.  Todo eso es

muy cierto.  Pero Kafka era humano como cualquier otro,

podía reír, podía tener sentimientos, podía

enamorarse... el problema que tenía era que su

personalidad tapaba muchas de sus mejores virtudes y

le anulaba demasiadas cosas.  Su conflicto personal era

grave .

 

Esta parte de Kafka casi nunca podía expresarse.  Su

único amigo, Max Brod, fue testigo de que el kafka

alegre y con sentido del humor sí existía : "Quiero

señalar lo que se olvida fácilmente cuando se

contempla la obra de Kafka: su pliegue de alegría del

mundo y de la vida.  En la conversación íntima se le

soltaba asombrosamente la lengua, llegando a

entusiasmarse, a ser encantador.  Las bromas y las

risas no tenían fin; reía a gusto y cordialmente y

sabía hacer reír a sus amigos. Tal humor se hacía

particularmente claro cuando era Kafka mismo quien

leía sus obras.  Por ejemplo, nosotros los amigos

estallamos en risas cuando nos hizo conocer el primer

capítulo de "El proceso".  Y él mismo reía tanto que

por momentos no podía continuar leyendo.  Bastante

asombroso si se piensa en la terrible seriedad de ese

capítulo."

 
 

Gustav Janouch, un coetáneo de Kafka, nos dejó una

curiosa y expresiva descripción de Franz, en la cual

quedan de manifiesto los problemas que Kafka tenía

para relacionarse:

"... sus labios finos lucían una leve sonrisa, que era

más el conmovedor reflejo de una alegría distante y

extraña que una expresión de bienestar.  Kafka siempre

miraba a las personas un poco desde abajo.

 

Su postura era muy extraña, como si quisiera pedir

disculpas por su estatura.  Todo su cuerpo parecía

querer decir: “ Por favor, pero si soy completamente

irrelevante.  Me dará usted una gran alegría si no se

fija en mí."

 

 

 

©Carmen María Camacho Adarve

 

 

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