Sobre Franz Kafka
"Como no soy más que literatura y no puedo ni quiero
ser otra cosa, mi empleo nunca podrá entusiasmarme pero
sí puede destrozarme por completo. Ahora compáreme con
su hija, una chica sana, alegre,
natural, fuerte... la verdad es que conmigo, según mis
previsiones, tendrá que ser desgraciada. Soy una
persona retraída, callada, insociable y descontenta. De
la vida que llevo en casa pueden sacarse
al menos algunas conclusiones. Vivo en medio de la
familia, entre las personas más buenas y cariñosas,
más extraño que un extraño. Con mi madre no he hablado
en los últimos años ni siquiera veinte palabras al día
por término medio; con mi padre casi nunca he
intercambiado más que los buenos días. Con mis
hermanas casadas y mis cuñados no cruzo palabra y eso
que no estamos enfadados."
su padre, era una figura tosca y autoritaria
fue muy buen estudiante, de rasgos enfermizos
tuvo inquietudes intelectuales, de carácter
socialista y anarquista ...
su carácter era miedoso y desconfiado
la tuberculosis supuso una libertad de este mundo
para el que nunca creyó estar preparado.
Su falta de adaptación a la Sociedad hizo de su
vida una lucha que no tuvo intención de ganar.
ordenó en su testamento que se destruyera toda su
obra.
( De la carta de Kafka al padre de su novia Felice )
La primera novia formal que tuvo Kafka fue a los 29 años.
Se llamaba Felice Bauer. Para Kafka supuso una relación
difícil. En la carta en la que Franz pedía la mano de
Felice a su futuro suegro escribió cosas que ponen los
pelos de punta. "...la verdad es que conmigo, según mis previsiones,
tendrá que ser desgraciada..."
A pesar de todo el padre de Felice accedió al
matrimonio pero Kafka demoró el proyecto. El 1 de
Junio de 1914 (con 31 años) se comprometió y 40
días después rompió el compromiso. Algo después una
amiga común consiguió que volvieran y
pasaron juntos 10 días en un balneario. En 1917 (
con 34 años )volvió a comprometerse. Poco después
le diagnostican una tuberculosis y aprovecha esta
excusa para romper definitivamente. Y es que, como
leemos en su biografía, "... tuvo atormentadas
relaciones amorosas, dominadas siempre por una
angustiosa incapacidad para entregarse..."
Después de romper con Felice, Franz fue a desahogarse
con Max Brod, el cual nos cuenta que "... estuvo
llorando y diciendo entre sollozos: "¿ No es terrible
que tengan que suceder estas cosas?.
Franz Kafka tuvo un hijo, pero jamás lo supo.
Mientras se prolongaba el tormentoso noviazgo con
Felice, Franz tuvo un romance con una amiga de Felice,
Gret Bloch. Gret quedó embarazada y dió a luz un niño.
La vida del niño fue muy problemática
y no sobrevivió a la infancia. Gret siempre ocultó a
Franz su paternidad porque según leemos en la
biografía de Kafka, "... sabiendo la crisis que le
habría provocado a Kafka aquella responsabilidad que,
sin duda, no habría podido asumir..."
Kafka mantuvo un romance con Milena, una mujer casada
que vivía en Viena ( él residía en Praga ). Su romance
mientras duró fue epistolar. Naturalmente el romance
lo rompió Kafka. A través de la correspondencia que
mantuvieron ( Cartas a Milena ) podemos ver a un Kafka
desgarrado.
"¿Cómo es posible, Milena, que todavía no sientas
temor o repugnancia hacia mí o algo parecido?"
"¿Por qué después de todo, soy una persona torturada
por estos estados tan totalmente imprecisos y por
estas desesperantes responsabilidades?"
"...desde todo punto de vista importante - el
matrimonio, el trabajo, el coraje, el sacrificio, la
pureza, la libertad, la independencia, la verdad - me
encuentro tan por debajo de ustedes dos que casi me
resulta repugnante hablar de eso."
"¿Sabes Milena que al acercarte a tu marido
descendiste muy por debajo de tu nivel, pero que si
vinieras a mí sería como saltar al abismo?"
"... yo, que en el gran juego de ajedrez no soy ni
siquiera el peón de un peón, lejos de eso, pretendo
ahora, sin embargo, contra todas las reglas y para
confusión de todo el juego, ocupar la silla de la
reina; yo, el peón de los peones, o sea una pieza que
ni siquiera existe, que por lo tanto no juega con los
demás".
"Tal vez lo que ocurre es que ambos estamos casados,
tú en Viena, yo con la angustia, en Praga y que ambos
nos torturamos inútilmente por liberarnos de nuestro
matrimonio".
Kafka trataba de explicar a Milena por qué tenían que
romper su relación. Franz lo hace con unas palabras
con las que, a buen seguro, muchos afectados se
identifican.
"No puedo hacerte comprender, ni a ti ni a nadie, lo
que pasa en mi interior.¿Cómo explicarte por qué me
ocurre todo esto?. Ni siquiera puedo explicármelo a mí
mismo. Pero tampoco esto es lo principal, lo principal
es muy claro: me es imposible vivir una vida
humana entre los hombres."
Aunque Kafka en sus escritos confiesa que le es
imposible llevar una vida humana entre los hombres,
que lleva una vida triste, que es débil e inferior, sin
embargo hay que matizar estas palabras. Todo eso es
muy cierto. Pero Kafka era humano como cualquier otro,
podía reír, podía tener sentimientos, podía
enamorarse... el problema que tenía era que su
personalidad tapaba muchas de sus mejores virtudes y
le anulaba demasiadas cosas. Su conflicto personal era
grave .
Esta parte de Kafka casi nunca podía expresarse. Su
único amigo, Max Brod, fue testigo de que el kafka
alegre y con sentido del humor sí existía : "Quiero
señalar lo que se olvida fácilmente cuando se
contempla la obra de Kafka: su pliegue de alegría del
mundo y de la vida. En la conversación íntima se le
soltaba asombrosamente la lengua, llegando a
entusiasmarse, a ser encantador. Las bromas y las
risas no tenían fin; reía a gusto y cordialmente y
sabía hacer reír a sus amigos. Tal humor se hacía
particularmente claro cuando era Kafka mismo quien
leía sus obras. Por ejemplo, nosotros los amigos
estallamos en risas cuando nos hizo conocer el primer
capítulo de "El proceso". Y él mismo reía tanto que
por momentos no podía continuar leyendo. Bastante
asombroso si se piensa en la terrible seriedad de ese
capítulo."
Gustav Janouch, un coetáneo de Kafka, nos dejó una
curiosa y expresiva descripción de Franz, en la cual
quedan de manifiesto los problemas que Kafka tenía
para relacionarse:
"... sus labios finos lucían una leve sonrisa, que era
más el conmovedor reflejo de una alegría distante y
extraña que una expresión de bienestar. Kafka siempre
miraba a las personas un poco desde abajo.
Su postura era muy extraña, como si quisiera pedir
disculpas por su estatura. Todo su cuerpo parecía
querer decir: “ Por favor, pero si soy completamente
irrelevante. Me dará usted una gran alegría si no se
fija en mí."
©Carmen María Camacho Adarve
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