UN VACIO
Toda la noche sentí como un insomnio con ondulaciones lilas y
doradas, con un vacío inmenso.
En mi cerebro, como si mis neuronas hubiesen sido extraídas,
Extendí mis extremidades y las sentí livianas, así que abandoné las sábanas
blancas y me dirigí al jardín en donde acostumbraba batir sus alas un picaflor verde azulado, extrañaba al no verle.
Busqué por todos lados y el picaflor no estaba, el jardín había
desaparecido en mi presencia. Bostecé extendiendo los brazos y me
puse a pensar, si es que todavía estaba soñando
o estaba despierta, pudiendo comprobar al tocarme, que mi cuerpo
estaba conmigo, mis manos, estaban conmigo, mis ojos tenían la
vivacidad de la noche a anterior a pesar del insomnio, el jardín había
desaparecido en mi presencia.
Signos incomprensibles se pintaron en mis ojos y en mi corazón,
lavando mi jauría de sentimientos enclavados en mis entrañas con
su alegría dorada y contagiosa. Luego se ausentaron convertidos
en luceros jirones del aire y de la prisa Yo, regresé a mi cama...
© 2008 Carmen María Camacho Adarve
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2 comentarios
carmen maria -
besos
Francisco Pinzón Bedoya -
Un saludo desde Medellín