La oscura profundidad del jardín
LA OSCURA PROFUNDIDAD DEL JARDIN
En el jardín, por encima de hojas inmóviles, surgía entre nubes una estrella aquí y allá.
A pesar de la oscuridad que reinaba, en el jardín lucia todavía la última claridad de la tarde, las hojas de los árboles, mandaban reflejos verdes mas claros y hacia mas fresco que durante el día.
Una ramita amarilla buscaba refugio de la lluvia.
Únicamente otra rama, en alguna arboleda lejana anunciaba a la ramita amarilla que se escondía en la frondosidad de su árbol por si la lluvia la empapaba. Fijo la mirada en las oscuras profundidades del jardín.
Y, vio como las grandes y viejas ramas de los árboles, que alcanzaban a formar un arco perfecto, a la rama que buscaba refugio de la lluvia, como saltó hasta las estrellas
-Supo que por fin ha llegado la lluvia y tembló por su fragilidad de tierna rama, amarilla muy clara, recién abiertas las hojas.
La ramita se entrelazaba entre las ramas fuertes y viejas y ella rezaba.
En el jardín, por encima de hojas inmóviles, surgía entre nubes una estrella aquí y allá.
A pesar de la oscuridad que reinaba, en el jardín lucia todavía la última claridad de la tarde, las hojas de los árboles, mandaban reflejos verdes mas claros y hacia mas fresco que durante el día.
Una ramita amarilla buscaba refugio de la lluvia.
Únicamente otra rama, en alguna arboleda lejana anunciaba a la ramita amarilla que se escondía en la frondosidad de su árbol por si la lluvia la empapaba. Fijo la mirada en las oscuras profundidades del jardín.
Y, vio como las grandes y viejas ramas de los árboles, que alcanzaban a formar un arco perfecto, a la rama que buscaba refugio de la lluvia, como saltó hasta las estrellas
-Supo que por fin ha llegado la lluvia y tembló por su fragilidad de tierna rama, amarilla muy clara, recién abiertas las hojas.
La ramita se entrelazaba entre las ramas fuertes y viejas y ella rezaba.
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