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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

cuentos de Jaén

LA MADRE DE CARMEN CAMACHO GARCÍA LA DEL PUEBLO

 

La tienda, estaba ubicada, en el número treinta y tres de la principal del pueblo. Y Carmen, la niña flacucha y con escaso éxito entre los compañeros de clase. Volvió a engatusarme una tarde al salir del colegio –me dijo- muy excitada.
-Sabes María, mi madre ha comprado la casa de las bromas”
- AH -respondí- alucinada

-Si - SAL-SOL-SUR -sentencio-

- ¿Quee? -pregunte-

-ja, ja ,ja... es parte de un hechizo de meteoritos y cosas -contesto-

-Entiendo... -le dije-

-¿ Quieres? puedes venir, a la tienda allí tengo muchos mas, mi madre me está esperando para hacer unos recados… Podemos aprovechar el momento –añadió-
- Vale.

Y aquella tarde gris y lluviosa la acompañe a la casa de las bromas. Fue vernos su madre entrar por la puerta, y ponerse su impermeable, coger el paraguas y salir corriendo, era ágil cual gacela y también flaca.
María, me mostró: Extravagantes encantamientos, risas que salían de bocas andantes, muñecas hinchables que daban miedo, bromas y tomaduras de pelo se mezclaban con olores a pólvora, petardos,azufre, y platico. Un olor envolvente que atontaba un poco.
En La casa de la bromas, se buscaban los artículos de más éxito para cualquier cualquier fiesta, por ello, en la tienda se pueden encontrar las bromas clásicas de toda la vida; bombas fétidas, caramelos picantes, polvos pica-pica, todas clases de gafas para poetas, con o sin nariz, con los ojos que se caen, tinta mágica para robar las obras de otros, también, otros artículos de broma más sofisticados, sacos de la risa, pócimas para el arte de hacerse la dormida, el zahorí encantamientos, mal de ojo … todo ello aderezado con brebajes, tisanas, conjuros muy malos. Tan poderosos que te podían robar toda tu vida, tu nombre y apellidos, y a todos tus amigos.

En el escaparte de la izquierda había un surtido de mercancías que giraban, estallaban, dentelleaban, meteoritos malos chillaban. A la derecha un cartel gigantesco, definitivamente rojo con letras negras que decía: VENDEMOS TODA CLASE DE BROMAS PAR ARRUINAR LAS VIDAS DE OTROS –Si no queda satisfecho le devolvemos su dinero- (viene en la póliza del seguro de la tienda) en letra pequeña.
Las cajas de Lot y de Pandoras, amontonadas hasta el techo de la trastienda. Había baúles llenos de varitas mágicas, eficaces para convertirte en otra persona, en brujas de goma o monstruos verdes, las caras se enredaban alrededor de la cabeza y el cuello de la víctima, cajas de plumas, que roban los cuentos, los poemas por el arte del birlabirloque.
Mientras una bailarina en danza te daba una respuesta, inteligente y oportunista. Por ejemplo a la pregunta ¿BONUS TRACK? –RESPUESTA AUTOMATICA- VENUS TRACK-
Tenían un muñeco tamaño natural: el hombre de madera que camina ascendiendo despacio al patíbulo de la horca, si no deletreas la palabra correctamente ¡se ahorcaba!.. A mí me parecía que el secreto del éxito de aquella era la MANIPULACION en toda la información, ejemplo Hacer creer a todos que éramos vulgares, la sociedad es vulgar, la cultura es vulgar y mediocre. De este modo si todos somos vulgares, nos conformamos con nuestras vidas, vulgares como las de los demás. Al ver Carmen que yo había descubierto el secreto.
Me ofreció el encantamiento de -soñar despierto-
-Muy realista para mí, Carmen -le dije- 
-Vale te lo pierdes poesía eres tu – respondió-
- Este te va a gustar más ya verás: Es un simple encantamiento y llegarás a la cumbre de la manipulación en la información.
-Sí, este me parece que no está mal conocerlo -conteste-
-O tal vez te guste este otro, es imprescindible llevar siempre abierta la funámbula sombrilla de papel, para su perfecta ejecución. Fácil para utilizar en mitad de un examen de matemáticas e indetectable (los efectos secundarios incluyen expresión distendida y babeado menor). No se vende a menores de seis años –prosiguió-.
Ya estaba yo empezando a marearme entre el olor de la tienda a zurre, a azufre, a chamusquina, aquella criatura manipuladora. La acumulación de género y aterrada pensaba que si otra vez más me estaba manipulando.
-Mira Carmen, pasa el tiempo y va a regresar tu madre ¡haz ya un encantamiento! –aullé-
Yo la miraba exhausta y con mucho miedo, apoyada en un estante con trucos de cuerda y naipes: Trucos maquiavélicos, se escuchaba el traqueteo del tren, el tren de la bruja de hojalata oxidada y pellirroja.
-Démonos prisa, mi madre está al llegar –dijo- 
Salimos dándonos con los pies en el culo mientras corríamos, apunto ya de desvanecerme, la escuche alucinada decir.
- ¿quieres este Sombrero de copa de cartón negro? Es para hechizar al zahorí, a las amas de casa, a los poetas de éxito, etc. -cuando lo llevas puesto- miras de reojo, mientras te haces la dormida, el hechizo es mi pueblo me lo enseño mi abuela, para que se cumpla tienes que repetir esta frase mágica “Pochar la cebolla hasta hacerla perder la honra.
Los ayuntamientos y las consejerías, los compran por cientos con aquel predicamento que siempre acompañaba sus discurso, metáforas… – sentencio-
-Vale dame el sombrero de copa, lo mismo un día puede servirme contra vosotros -remate-
Carmen sin que le temblara el pulso, metió el sombrero con toda rapidez en una bolsa de plástico que ocultaba, la sazón (dentro de enorme abrigo de colegiala al igual que el sombrero de copa y algunas pócimas envenenadas con vulgaridad)
Antes de despedirnos, definitivamente yo de ella para siempre. Abrió una vez más su gran abrigo y añadió con mucho predicamento.
-¿Quieres Polvo inmediato de oscuridad? (lo importa mi madre de algunas tiendas del Perú y Méjico)
-¿Para qué sirve? Ya presa del miedo –pregunte-
- Para hacer un escape rápido, por si entra mi madre de pronto a la tienda abierta de par en par –respondió -

-¡Claro Carmen!, este me parece el más urgente - lo introdujo en la misma bolsa-
No me interesaron
los detonadores de Señuelo,
cuernos negros.
Calderos,
Pociones de amor con amor se paga. 
Ni las bolitas de pelusa redondas
de colores,
que giraban alrededor del fondo de una jaula de pájaro 
emitían agudos chillidos escalofriantes
la luna,
¡pá el que la contempla!
A salvo y en la calle -era de noche y sin embargo llovía- Llegue de una pata a mi casa, mi madre me esperaba en el balcón. A la paz que estaba trasteando la cena. Cosas de antes.
-¿Se puede saber de dónde vienes a estas horas niña? ¡Ángela María! -dijo- muy enfadada --me chillo ¿Qué escondes en esa bolsa? Cualquier día esa amiga tuya te hará ¡un mal de ojo! ¿Qué llevas en la bolsa?
- nada madre, juegos de magia –le dije-
-Anda, corre a poner la mesa que vamos a cenar, pareces tonta; ¡alma de cántaro! ¡Ave fría!

©Carmen María Camacho Adarve

BARRA CON LA ESCOBA SU ALCALDIA CON LA ESCOBA DE PLATA

BARRA CON LA ESCOBA SU ALCALDIA CON LA ESCOBA DE PLATA

 


 Barrer la alcaldía, para sacar todas las vibraciones negativas que se acumularon a lo largo de tantos alcaldes, concejales, jefes de obras del “trenito”, la catedral “minimalista”, el parque acuático y demás bromas a lo largo de estos años de legislatura.

Se  recomienda barrer  de adentro hacia afuera, diciendo “quito, alejo, todo mal, todo lo negativo, lo que no me pertenece y soy capaz de alejar las malas energías que me hacen daño, así sea Amén”. 

Otra opción, es barrer con una escoba de canela y plata, para sacar lo que no  permite avanzar las obras, sobre todo “el trenito”, alejar las bromas, el mal y no dejar que entre la maldad la alcaldía.  De inmediato colgar la escoba en la alcaldía  como protección. 

Reflejar y  alejar las malas vibraciones


 Envidias y las malas vibraciones ya no serán un problema para la alcaldesa  Las medidas para erradicarlas son muchas y muy sencillas. Coja su ilustrísima un espejo  en forma de hexágono para rebotar todo lo malo y el daño que nos quieran hacer. Lo puede traer en el bolso del último diseñador en boga o en la cartera para repeler cualquier daño personal. En la alcaldía  lo puede poner en la entrada, para que rebote cualquier mal deseo, y si en su alcaldía  sufre de envidias sólo colóquelo en su escritorio y se reflejarán todos los malos pensamientos que iban hacia usted.

 Para absorber las malas vibras tenga una manzana, ya sea en un cajón de su escritorio o en el bolso carísimo, cuando se empiece a podrir y antes que huelan los ediles y la corporación municipal a podrido  tírela,  ya ha absorbido las malas vibraciones,  es recomendable poner una nueva, para estar protegida siempre. 

Ritual para la abundancia 


Es importante tener  dinero en abundancia ( ya te lo damos los contribuyentes y el presidente dada vuestra gran amistad) pero nunca se sabe se pueden torcer mucho mas las cosas. Se recomienda en el manual colocar un plato blanco al centro de la mesa de reuniones, poner una torta, trigo, café, un puñado de sal, de azúcar y habichuelas en medio un vaso de agua. Una vez que este hecha la mezcla el plato se debe dejar en un lugar donde no lo vea nadie ni lo toquen (usted vera como lo hace invisible tiene los medios) en todo el año. Esto ayudará a traer tiempos de bonanzas a su casa y alcaldía.. 

Polvos mágicos atrayentes del amor 


Si lo que busca la alcaldesa en es al amor de su vida, los polvos son su mejor opción. “Amarrado y claveteado”, es un polvo que le ayuda a que el ser amado se arrodille ante usted. Hay dos opciones, en la primera se lo puede untar a la ropa de la persona que le interesa, si su vestimenta no está a su alcance ni es de grandes marcas, sólo salude con mano e imprégnelo.  La segunda opción puede embarrar los polvos en una vela roja y encenderla haciendo su petición. 

Ritual para el trabajo de alcaldesa


En esta época de crisis le presentamos una fórmula para que nunca le falte trabajo ni trabajos ni votantes. Lo que necesita es: un ladrillo rojo, cuatro monedas de plata, una cucharada de azúcar, siete gotas de su perfume favorito, una oración de la Divina Providencia, una hoja de papel aluminio, sal, una vela blanca y agua de la llave. 

Una vez que tenga todo lo necesario forre su ladrillo con el papel aluminio y coloque encima el plato, (es útil como arma arrojadiza para los pedigüeños y menesterosos) donde pondrá las monedas. En el centro colocará la vela, que previamente será roseada de perfume y azúcar. Ponga un poco de sal a las monedas y agregue agua sobre el plato. Y por último rece la oración los primeros días de cada mes, al medio día. Con esto la falta de trabajo (cuando termine su periodo electoral) nunca volverá a ser un problema para usted.

Limpia de emergencia de la alcaldía


 Es importante realizar una limpia, una mujer dedicada a la lectura de cartas españolas, recomienda hacerlas para desechar todo lo que ya no sirve, liberarse de malas vibraciones, personas, enemigos, en fin  renovarse. 

 Una “limpia emergente”, ayuda a eliminar todo el daño que le hayan hecho. Se lleva a cabo durante siete días. Los ingredientes son: sal, miel,  jabón y  líquido mágico, todos con su debida preparación. 

El proceso es el siguiente: mentase su ilustrísima en la bañera y úntese la sal compuesta de los pies a la cabeza, posteriormente lea una oración y se lavase  con el jabón preparado. Se unta de miel desde la cara a la planta de los pies y se enjuaga con agua de regadera. Por último se echa el líquido en un par de litros de agua y se embarra de la cabeza a los pies y se orea. 

Limpia de finiquito y  las obras renacimiento de la ciudad


Limpia que sirve para renacer a todo lo que se quiere, atraer cosas positivas y desechar lo que ya no se necesita. Tiene un efecto por nueve meses y sus resultados se observan después de 30 días, no serán mágicos, pero atraerán a su vida todo lo positivo. La duración de los nueve días se debe, entre otras cosas, a que un embarazo dura nueve meses y cuando te mueres te realizan un novenario. 

La preparación de los ingredientes se lleva a cabo en siete días. Para la limpia se necesitan  -nueve velas negras o moradas—, un polvo y aceite del Líbano. Para iniciar, la interesada pone una línea de aceite y hace una lista de todo lo que ya no quiere, -la plaza de la catedral es ahora el objetivo mas apremiante- mientras se limpia va repitiendo “ya nunca más seré o haré…” trenitos, no romperé el patrimonio histórico-renacentista mas posteriormente ponga más aceite a la vela, la emborriza con el polvo  la prende con una cerilla de madera. Para finalizar realice una lista de todo lo que quiera atraer y en lo que  quiera renace –será infinita la lista no hay tiempo para dar ideas-. Este proceso se repetirá cada día hasta cumplirse los nueve. 

12 velas, una por mes


Para tener abundancia, buenas  vibraciones y bendiciones de los ciudadanos, es recomendable comenzar a andar con luz para iluminar nuestro camino.  Es necesario adquirir un paquete de doce velas de colores, a cada mes le corresponde un color y  debe encender el primer día de cada mes. 

A enero le corresponde el color dorado, con el que se representa el dinero. 
En febrero la protección se logra encendiendo la vela de color plateado. 
Marzo está destinado a evitar las malas vibraciones con el color cobre. En abril se atrae el dinero encendiendo la vela de color amarillo. El mes de mayo corresponde al color verde, para pedir por la salud y las buenas finanzas. El color morado se prende en junio para obtener relajación. 

Para iniciar la segunda mitad del año, en julio, se prende la vela blanca, que representa pureza. En agosto se enciende el color rosa para atraer la fuerza. Septiembre está destinado al color naranja para tener bienestar en la alcaldía. Octubre es ideal para la unión y el amor con el color rosa. En noviembre el color es el crema para pedir por la estabilidad en todo y para cerrar la cuentas de el año  con broche de oro se enciende el color azul que atraerá abundancia. 

Para alejar las malas vibraciones con velas  poner una vela de color violeta para absorber todo lo negativo, cuando se termina inmediatamente se prende una amarilla, para atraer dinero y al finalizar se prende una verde para pedir mas dinero y  salud. 

 

© Carmen María Camacho Adarve.

 

Tratado de magia  que de niña tome prestado de la tienda de las bromas de la alcaldesa por si alguna vez mi amiga necesitaba ayuda. Sigo siendo una poeta pobre que pide audiencia.

 

Jaén no es una ciudad muy limpia  mas que nada por tanta obra.

 



 Declaración de la alcaldesa a la prensa cuando recibió la escoba de plata


 “Es una satisfacción que demuestra que estamos en el camino correcto”, destacó la alcaldesa, quien recordó a Cándido Méndez, que en 1987 consiguió la escoba de plata. “No vamos a parar hasta conseguir en dos años la de oro”, 

 

l asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (Atergus), que incluyó a Jaén entre los municipios españoles e iberoamericanos premiados con la ‘escoba de plata’.Es una empresa privada…

 

 

La Fuente de Caño Quebrado

La Fuente de Caño Quebrado

 Hace muchos años en Jaén, gobernaba el noble Omar, hombre de grandes virtudes.  Omar tenía como lugar de residencia el castillo de la ciudad, desde donde ejercía su gobierno, buscando siempre lo mejor para sus súbditos.

 Llegó el joven Omar a la edad de contraer matrimonio, y desde lejanas tierras llego al reino de Jaén, una hermosa joven, cuyo nombre era Zoraida.

 Dicen que era mujer de extraordinaria belleza y gran corazón.  La joven pareja se rindió al amor desde el primer encuentro.

Llegó el día de la boda.  Todo eran lujos.
 
 El castillo de Jaén se engalano iluminado por grandes hogueras, la ciudad entera convertida en un gran festejo, donde no faltaron viandas, bebidas y diversión.

Después de la extraordinaria celebración, cuentan que vivieron felices.  Omar, dedicado al gobierno de la ciudad, Zoraida, volcada en dar toda clase de atenciones a los habitantes del reino y a su marido.

 Todo iba como si de un cuento de hadas se tratara hasta que un día tuvo Omar que abandonar el castillo, como en otras numerosas ocasiones, para bajar a la ciudad y solventar algunos asuntos propios del cargo que ostentaba.

Llegó la noche a Jaén sin que Omar regresara a su castillo.

 La hermosa Zoraida esperaba preocupada e inquieta su llegada.  Pasaron las horas y Omar no regresaba.

 Zoraida, cada vez más preocupada y nerviosa le faltaban ojos para vigilar los alrededores, intentando vislumbrar la sombra de su amado que ya se retrasaba en exceso.

Viendo Zoraida que no llegaba su marido, comenzaron a pasar los peores pensamientos por su mente, razón por la que ordenó a la guardia que iniciara su búsqueda.

 La orden fue ejecutada de inmediato, comenzando al momento a rastrear el monte y la ciudad en busca del joven Omar.

Desgraciadamente, al poco tiempo encontraron el cuerpo ensangrentado y sin vida del valiente gobernador, muy cerca del castillo, justo en el lugar donde hoy está la fuente de Caño Quebrado.

 Muy grande fue la el dolor y la tristeza que inundó la ciudad.

 El castillo se vistió del más riguroso luto.

 Cuentan las buenas gentes que la hermosa Zoraida no podía soportar el dolor en su corazón, parecía que la hermosa joven había quedado sin vida.

 La tristeza se le hacía insoportable.

 Una mañana gris y nublada encontraron el cuerpo sin vida de la hermosa joven, en el mismo lugar donde hallaron asesinado a su esposo.

Y desde el momento en que se produjo el triste fallecimiento de Zoraida, comenzó a brotar el manantial de agua de la fuente. 

 Cuentan las buenas gentes, que ese venero de agua que brota en Caño Quebrado son las lágrimas de Zoraida que sin consuelo fluyen, en bellísimo canto, y a borbollones, sobre las piedras blancas de la fuente por   la muerte de su marido.

  En noches de luna blanca la bella Zoraida pasea   por las salas del Parador, construido sobre las ruinas del el antiguo castillo musulmán.

  Como una pena  y sin consuelo de nadie la hermosa muchacha busca sin descanso, a su joven y amado Omar.

La Niña De Los Fósforos

La Niña De Los Fósforos La niña de los Fósforos


  Caía la nieve y la noche se cernía sobre la ciudad.  ¡Que frío tan atroz¡  La calles empezaron a quedar vacías de gente y  en las casas  se encendía luces brillantes el árbol de Navidad   iluminaban   los salones repleto de hermosos regalos.
 
 La leña chisporroteaba alegre en la chismea.  Se escuchaban alegres villancicos anunciado paz y amor.  Los mas ricos manjares estaban ya servidos en la mesa.
 
 Era Nochebuena.  En medio del frío, de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.  Tenía en verdad zapatos, cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo.  Eran unas zapatillas enormes que su madrastra   ya había usado; tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse al atravesar la calle para que no la pisasen los últimos carruajes que iban en direcciones opuestas.  La niña caminaba pues, con los pies desnudos, que estaban rojos y azules de frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra.

  Era muy mala noche para trabajar, aún no había vendido ninguna cerilla y tenía mucha hambre, mucho frío y un mísero aspecto.  Se sentó en una plazoleta y se acurrucó en un rincón entre dos casas; no se atrevía a regresar a la suya sin vender una sola caja, pues su madrastra le maltrataría.


¡Cuánto placer le causaría calentarse con una cerillita!  ¡Si se atreviera a sacar una de la caja y frotarla en la pared para calentarse los dedos!  Pero todo acaba en el mundo.
 
 La niña extendió sus piececitos para calentarlos también; más la llama se apagó:  ya no le quedaba en la mano más que un pedacito de cerilla.  Frotó otra, que ardió y brilló como la primera; y allí donde la luz cayó sobre la pared; se hizo tan transparente como una gasa.

  La niña creyó que estaba en un gran Salon lujosamente decorado con bellos adornos navideños y un abeto lleno de estrellitas con todos los colores del arco iris coronado por una bellísima estrella de luz azul junto a la chimenea encendida.  La mesa estaba cubierta por un blanco mantel resplandeciente con finas porcelanas, y sobre la cual un pavo asado y relleno de trufas exhalaba un perfume delicioso.

  ¡Oh, sorpresa!  ¡Oh, felicidad!  De pronto tuvo una ilusión.

  Un trocito de pavo asado saltaba de su plato sobre el pavimento y rodaba hasta llegar a sus piececitos.


Profecia

Profecia

  Me lo dijeron las lenguas de doble filo, que te casaste hace un mes y me quedé tan tranquilo. 

 Nada de pegarme golpes, ni de empezar a maldiciones, ni apedrear con suspiros los vidrios de tus balcones. 

 Que te has casado, ¡buena suerte!, vive cien años tranquila y la hora de la muerte Dios no te lo tenga en cuenta, porque sin ser tu marido, ni tu novio, ni tu amante, soy quien más te ha querido y con eso ya tengo bastante. 

 Decía mi padre a mi madre:  “¿Qué tiene el niño, Malena?”  Anda como trastornado, ya no juega a la trompa, ni tira piedras al río, ni se destroza la ropa subiéndose a coger nidos. 

 ¿No te parece a ti extraño que un chaval de doce años, tenga tan triste la cara?  Mira que soy perro viejo y tú estás demasiado tranquila, ¿quieres que te dé un consejo?:  “vigila, mujer, vigila”. 

 Y fueron dos centinelas los ojillos de mi madre y yo cuando salía de la escuela me fui a los olivares. 

 ¿Y qué busca allí?  Alguna niña, ¿tendrá la misma edad que él?  José Miguel, no le riñas, que está empezando a querer. 

 Aquella noche en tu ventana y envolviéndonos la luna, yo te pregunté:  ¿En qué piensas?,

 y tú dijiste:  en darte un beso. 

 Y a mí me entró una vergüenza, que me caló hasta los huesos. 

 Luego, en el campanario, cuando rompimos a hablar, dijo tu tía Rosario que la cigüeña es “sagrá” y el colorín en los montes y aquel torito valiente que bebe agua en el río. 

 Todo es “sagrao” ¿pues no lo hizo Dios?  Con la pureza de un copo de nieve te comparé y te vestí de piropos de la cabeza a los pies, y a la vuelta te hice un ramo de pitiminí precioso y luego nos reflejamos en la agüitas del pozo.

  Aquella noche en tu ventana y envolviéndonos la luna, tú dijiste:  ¡calla, mi hermanito está en la cuna y le estoy cantando una nana!  Quítate de la esquina, Juanillo, loco, que mi madre no quiere, ni yo tampoco.

  Y mientras tú la cantabas, yo, inocente, pensé que la nana nos juntaba como marido y mujer. 

 ¡Bah, pamplinas, figuraciones que se inventan los chavales! 

 Después la vida se impone;

 tanto tienes, tanto vales; por lo demás,

 todo se olvida,

 verás como Dios te envía un hijo como una estrella

 y a mi me servirá de alegría cantarle la nana aquella;

 porque sin ser tu marido,

 ni tu esposo, ni tu amante,

soy quien más te ha querido;

 con eso tengo bastante.

 

El zorro y las uvas

El zorro y las uvas

 Un labrador tenía una viña y se dio cuenta de que las uvas iban mermando por la alimaña que de noche iban a comérselas.  Decidió acechar a la zorra con una escopeta y dale un escarmiento.   La noche era de tormenta, con muchos relámpagos y en uno de ellos vio el cazador a la zorra tunante y le arreó un tiro.  La zorra se llevó un gran susto y le dijo a los relámpagos:      Alumbrad, pero no tanto.   En otra ocasión se metió la zorra en un parral donde estaban las uvas muy maduras pero estaban tan altas que no alcanzaba a cogerlas y dijo la muy astuta:       ¡Eh para que me voy a molestar si están verdes!   Siempre se ha dicho eres más astuto que un zorro. 

 

 

El grajo viejo

El grajo viejo  

 

Antiguamente habitaban por estos parajes grajos, aves de color negro y muy inteligentes.  Por aquella época había un grajo bastante viejo ya, estaba medio desplumado y apenas podía volar.  Buscar la comida para su sustento le era casi imposible.  Para no morir pensó introducirse en un nido de su especie y expulsar al polluelo que había allí.  Y así lo hizo, vio un nido, echó al polluelo que había y se introdujo él.

 

 

La pareja de grajos que no se habían percatado del cambio eran un ir y venir alimentando al viejo grajo.  Pero llegó el tiempo en que la comida en el campo se estaba agotando.  La pareja de grajos estaba muy preocupada por que no sabían que hacer para seguir alimentando a su hijo.

 

 

El viejo grajo que conocía todos los rincones de la comarca les dijo:

 

- Id al olivar de Cuaco (que eran los olivos más corpulentos, casi imposibles de avarear) que allí queda todavía aceituna.

 

 

La pareja de grajos muy sorprendidos por estas palabras, ya se dieron cuenta de que no era su hijo:

 

- ¡ah granuja, pillastre, que tú no eres ningún polluelo, eres un viejo tunante, fuera de aquí!

 

  

El gallo Kírico

El gallo Kírico   

Este es el cuento del gallo Quírico que fue a la boda de su tío Perico muy arregladito y muy peinaico.  Por el camino se encontró un montón de estiércol donde estaba gusanito.  El gallo Quírico que tenía mucha hambre pensó:  si pico me llenare el pico.  Pico o no pico..., pico o no pico... y picó y el pico se lo llenó.

 

Siguió andando y andando hasta que se encontró con la malva y le dijo:

 

- No, no quiero.

 

 

Y el gallo Quírico siguió andando y andando hasta que se encontró a la cabra y le dijo:

 

 

- Cabra comete a la malva que no ha querido limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Perico muy arreglaito y muy peinaico.

 

 

La cabra le contestó:

 

         - No, no quiero.

 

 

Y el gallo Quírico siguió su camino hasta que se encontró con un palo y le dijo:

 

-  Palo pégale a la cabra que no se ha querido comer a la malva que la malva no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.

 

-  No, no quiero – contestó el Palo.

 

 

Y gallo Quírico siguió andando hasta que se encontró con el fuego y le dijo:

 

-  Fuego quema al Palo que no ha querido pegarle a la cabra, que la cabra no se ha querido comer a la malva, que la malva no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.

 

-  No quiero, respondió el Fuego.

 

 

Y gallo Quírico siguió andando y andando hasta que se encontró con el Agua y le dijo:

 

- Agua apaga al Fuego que no ha querido quemar al Palo, que el Palo no ha querido pegarle a la cabra, que la Cabra no ha querido comerse a la malva, que la malva no me ha querido limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío perico.

 

- No quiero – dijo el agua.

 

 

Y el gallo Quírico siguió andando, andando, andando... hasta que se encontró con el Sol y le dijo:

 

        - Sol evapora el agua que no ha querido apagar al fuego, que el fuego no ha querido quemar al palo, que el palo no ha querido pegar a la cabra, que la cabra no se ha querido comerse a la malva, que la malva no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.

 

        -  Esta bien amigo gallo, hoy te voy ha hacer este favor ya que tu me saludas muy temprano todas las mañanas con mucha alegría.

 

 

Entonces el agua dijo:

 

        - Está bien apagaré el fuego                          

 

 

Y el fuego dijo:

 

- ¡No, que yo quemaré al Palo!

 

 

El palo dijo:

 

        - ¡No, que yo pegaré a la cabra!

 

 

Y la cabra dijo:

 

¡No, que yo me comeré a la malva!

 

 

 

Y la malva dijo:

 

- ¡No, que yo le limpiaré el pico!  Y se lo limpió.

 

Y así el gallo Quírico se fue a la boda del tío Perico muy arregladito y muy peinaico.  Pero cuando llegó no quedaba triguito, y este es el castigo que recibió por comerse a gusanito, que era lo prohibido.

 

 

Una boda en el cielo

Una boda en el cielo   

  

Era se una vez picorrojo una cigüeña bonachona y desgarbada que tenía su nido en lo más alto de la copa de un chaparro.  Más abajo, entre las raíces del mismo tenía su madriguera una zorra que era muy mal encarada y que todos conocían como Malaúva.  En el tronco del árbol había una oquedad, a donde tenía su nido un anciano búho.

 

Aunque la cigüeña y la zorra se trataban de comadres, no se llevaban nada bien porque la zorra le hacía muchas cosas desagradables a la cigüeña:  le decía que se iba a comer a sus cigüeñitas, le hacía burla, en fin, le jugaba malas pasadas.  Un día la invitó a migas:

 

-Comadre, que he hecho unas migas y quiero que usted las coma conmigo.

 

Pero sirvió las migas en una losa muy amplia y muy llanita que había cerca de su madriguera y   la cigüeña no picaba nada; en cambio, Malaúva, lengüetazo va, lengüetazo viene, se la zampó toda, y encima tuvo la cara dura de decir:

 

-Eh, comadre, valiente pechaílla se ha dado usted de comer, ahora se va tirar unos días sin apetito.

 

La pobre cigüeña aguantó esa broma tan burlona y pesada y se subió a su nido con la misma hambre con que había bajado, y encima había servido de risa a la zorra.

 

El búho no perdía de vista estos detalles y, como era amigo de la cigüeña, siempre estaba pendiente de hacer una mala pasada a la zorra para darle un escarmiento.  Bueno, pues a raíz de las migas, el búho subió al nido de la cigüeña y le hablo muy quedamente, muy calladito, para que no se enterara Malaúva, y la cigüeña se dispuso a poner en práctica lo que le había propuesto el búho.

 

Se fue al cañaveral, cortó una caña, la más gorda que encontró para que cupiera muy bien su pico, hizo unas migas y desde el borde del nido le dijo a la zorra:

 

-Eh, comadre, que he hecho hoy unas migas y quiero que usted las pruebe.  Como usted no puede subir, yo voy a bajar y las comemos las dos.

 

La cigüeña, colocó su caña llena de migas entre dos piedras para que se mantuviera en pie, y a comer se ha dicho o, como se decía antes, “Jesús, María y José, vamos a comer”.

 

Cuando la cigüeña metía el pico cogía una buena porción de migas; en cambio, como el hocico de Malaúva no cabía, no cogía nada.  Y viendo Malaúva que ella no iba a comer, cogió la caña con la boca, la hizo trizas y se comió las migas.  La pobre cigüeña se sintió burlada y, además, habiendo comido poco.  El búho se tiró toda la tarde pensando a ver qué podía urdir para dar un escarmiento a la zorra y, por la mañana, subió al nido de Picorrojo.  Y, aunque Picorrojo no quería, la convenció.  Y Picorrojo llamó a su comadre con mucha alegría:

 

-Comadre, que me han invitado a una boda en el cielo, lo que siento es que usted no va a poder venir.

 

 Y mire usted:  hay pavo relleno, gallina en pepitoria, pollitos dorados, el queso que quiera, gorrinitos al horno...

 

Aquello va a ser un desastre de comida.  Aunque... desde luego, si usted no viene es porque no quiere:  usted se sube a mis espaldas, se agarra bien a las plumas del cuello y en ayunas que está la puedo llevar.

La zorra dijo que sí, pensando en el hartón de comida.

 

-Pues vamos a subir, porque la boda es lejos.

 

Se subió la zorra y la cigüeña echó a volar.

 

-Oiga, usted debe tener pulgas, pues me pica la espalda.  Agárrese, que me voy a sacudir.

 

Y tal fue la sacudida que la zorra quedó en caída libre en el aire.  Picorrojo mientras caía le cantaba:

 

“zorrica zorrrera

Harta de migas

Y muy caballera

 harta de migas                                                    

Y muy caballera

Zorrica zorrera”

 

  No veas la pobrecita el pánico que sentía de ver cómo la tierra subía hacia arriba y sin remedio se espachurraba.  Tuvo la suerte de caer en un arbusto con la copa muy apretada y muy espesa y muchos brotes tiernos, y eso le salvó la vida.  Pero eso no la salvó de las contusiones, de las heridas y del pánico.

  

La cigüeña dio un rodeo para entrar en su nido para no encontrarse con Malaúva, pero el búho la estaba esperando y, en cuanto vio venir a la zorra, le preguntó:

 

-¡Qué!  ¿Cómo ha ido la boda?

 

Y la zorra, imaginando que el búho sabía algo, dijo:

 

-Bien, pero mire usted:  Si de esta escapo y no muero, no iré a más bodas en el cielo.

 

-y el búho le canto:

 

“zorrica zorrera

Harta de migas

Y muy caballera”

 

Y con esto termina el cuento, con pan y pimiento y rabanillos tuertos, para que no se olvide.