SOLO TÚ
Los pensamientos son como los huéspedes de un hotel: se inscriben y se marchan mientras tú sigues allí. Los objetos y las posesiones vienen y se van. Lo que queda eres tú mismo.
©Carmen María Camacho Adarve
Los pensamientos son como los huéspedes de un hotel: se inscriben y se marchan mientras tú sigues allí. Los objetos y las posesiones vienen y se van. Lo que queda eres tú mismo.
Océano tu eres hijo de Urano, del cielo, y Gea, la tierra. Con su hermana-esposa Tetis, unes los ríos del mundo, y el Estigia el río subterráneo, y las tres mil oceánidas. Ninfas del océano que habitan en la atmósfera, en los sonidos, y colores del agua.
©Carmen María Camacho Adarve
El mundo es una prisión. Todo lo que la mente puede concebir esta limitado. En cuanto ponemos palabras alrededor de una experiencia la encerramos en el pensamiento o decimos algo maravilloso e invisible se va volando.
©Carmen María Camacho Adarve
Una gran cantidad de dinero, una casa, una relación, un gobierno… cada una de estas
cosas es una forma de energía que tratamos de proteger del flujo del tiempo. La gente lucha a muerte, lo cual significa que defenderá algo hasta que la disolución sea la única salida. Esas luchas no son necesarias. No puedes luchar para hacer que una rosa florezca. No puedes luchar para hacer que un embrión se convierta en un bebé: son cosas que sencillamente suceden siguiendo sus propios ritmos.
Los límites son jaulas; la realidad es un pájaro delicado que tiembla en nuestras manos. Si lo retenemos demasiado tiempo, morirá.
Un bosque, y un desfiladero nos recuerdan la brevedad de nuestras vidas. El cielo, las nubes, el mar, montañas, ríos y desiertos nos acercan a la eternidad.
La naturaleza de la poesía se refleja en nuestro microcosmos; con sus cualidades solares, lunares, venusinas, mercuriales, oriónicas, y meteóricas.
Dijo el mago; los dragones son reales, las hadas bailan y el diluvio bíblico esta presente en las catástrofes naturales que suceden a diario.
Todas las madrugadas, caminaba por la avenida envuelta en nubes de gardenias luego cruzaba la alameda y atravesaba un parque de acacias. Hasta llegar al número once de la calle República Argentina y tocaba el timbre de la casa de los locos con una gardenia prendida del pelo. Era Aurora la limpiadora; quitaba el polvo de la colección de muñecas de María, y de los soldaditos de plomo de Celedonio, y de las viejas fotografías de Andrés limpiaba los besos del cristal con un trapo humedecido de una fotografía enmarcada que colgaba de la pared donde una joven pareja de novios sonreía al fotógrafo. Barría los sueños cuerdos del pasillo y las pesadillas de las alcobas. Espantaba al enano que no dejaba de dar órdenes a Nicolás y que siempre llevaba sentado en su hombro derecho. A escobazos echaba por la escalera virutas de papel, papeles de caramelos, colillas, ceniza de cigarrillos, ensoñaciones. Guardaba la cordura de los locos en una maleta con llave en el hueco de la escalera.
©Carmen María Camacho Adarve
Si te sumerges en el mar, tu conciencia no se moja. El frío del invierno no entumece tus recuerdos. El calor de una noche de verano no hace que suden tus sueños.
En una antigua aldea en el centro de la plaza había un árbol que daba unas hermosas flores blancas una mañana las flores cayeron al suelo, una mujer de la aldea soñó tres noches seguidas que había que arrancar el árbol, y convenció a los habitantes para que así lo hiciesen. Muy enfadado el jefe del poblado ordenó que metieran a la mujer en el agujero que habían ocupado las raíces del árbol, y allí la mujer descubrió el mundo en que vivía.
El mago buscaba en el jardín el encantamiento perdido de las flores, las plantas y la tierra que cultivaba en la azotea de su casa.
POCIMAS CON PALABRAS
Las palabras pueden ser contadas, conservadas en un lenguaje encriptado, escritas en color, talladas, cocidas en barro, o encerradas en códigos sagrados. La historia de las filacterias que se colgaban alrededor del cuello los anillos gravados.
1. RECETAS DE POCIMA HECHAS CON LETRAS ESCRITAS
Sumergir en agua, las palabras duras hacer con ellas una pócima, agregar palabras violentas. Agua y palabras secas, añadir agua y zumo de limón al gusto. Las palabras se harán jugosas hechizándonos nuestras preguntas, dudas e intenciones.
2. RECETA DE POCIMA DE POESÍA ALTERNATIVA
Dejar la poesía alternativa una noche entera remojada en un cubo de agua, agregar mandrágora a los versos, hiedra de la luna, hierba de san Juan, flores secas, bebedizo de cicuta, al gusto y más agua si fuese necesario. En el aprecio por el sinsentido, poemas inútiles, la poesía que te explica como utilizar un aspirador, como comprar menaje de cocina, gritando mucho con un megáfono en la boca con acento de vendedor ambulante.
©Carmen María Camacho Adarve
La casa grande era fresca. El reloj de la sala daba la una. Pedro descansaba en la hamaca, el color de sus ojos, tristes, azul opalino intenso. María barría del patio nubes de polvo de flores secas. Y el aire traía de lejos perfume de los jazmines. Había pasado el tiempo de las rosas. Y el amor era dulce. La luz entraba tímida. Como una estrella descolgada del cielo, entre las hojas de la parra. Noche de luna. Polvo de estrellas.
Justo antes de que saliese el sol y terminase el día siguiente después de amanecer. El mago recogió cuatro piedras en la playa. Que simbolizaran los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos. Colocó las cuatro piedras formando un círculo. Dejo espacio suficiente para poder entrar y salir, siempre por el este. Puso más piedras que marcasen el camino, para ir de un punto cardinal a otro. Era su espacio sagrado.
Tristán tiene una fe inconmovible pasa días y noches en su pequeña barca, arrastrado hacia su amor que promete ser dulce, infinito, y desafiante.
Tristán, descansa confiado en el seno de los poderes cósmicos que rigen los movimientos de los cielos y de todas las cosas de la tierra, es arrastrado en los acordes de su arpa órfico-irlandesa, que suena con la música del mar y las esferas, hasta la bahía de Dublín, donde Dedales, el héroe de Joyce, caminará siglos mas tarde preguntando a su corazón si alguna vez tendrá coraje para confiarse a la vida.
©Carmen María Camacho Adarve
Si el ángel que vigila la entrada del Edén baja la espada por un instante el mundo se desmorona.
©Carmen María Camacho Adarve
Siéntate bajo la sombra del roble. Presta atención y escucha las voces de los espíritus, ninfas, gnomos y fantasmas que escuchaban nuestros antepasados, son las voces que alimentan la imaginación y llenan el alma de paz y armonía.
©Carmen María Camacho Adarve
Abatido se quedo mirando la puesta de sol. De repente, era como si la vida se hubiese detenido. El viento caliente había dejado de soplar, no corría ni una pizca de brisa. Los pájaros no trinaban. Había dejado de oírse el constante cantar de las cigarras. Respiro hondo y sintió que la calma penetraba en el. El grito de una lechuza se abrió paso a través de la creciente oscuridad. Al mirar hacia arriba para ver de donde provenía el grito, se abrió un claro entre las nubes. En medio del claro había una estrella. Era la estrella más resplandeciente que jamás había visto. Empezó a llorar. Sintió que su vida era igual que el manto de nubes había una realidad mas profunda; una luz brillante la luz que desprendía la estrella era su corazón oculto durante mucho tiempo. Se dio cuenta que todo lo que tenia que hacer era silenciar sus pensamientos. Cuando salió el sol de la mañana la luz era más brillante. Los colores más intensos. El aire más fresco. Supo que no estaba limitado a su cuerpo y a su vida.
Encantamiento acción de efectos extraños por medio de hechizos y palabras. Es Carmen, es un poema, que nos atrae a la ensoñación, hasta llevarnos a la tierra de los sueños, por el encanto musical del encantador.
©Carmen María Camacho Adarve