DALILA
En una antigua aldea en el centro de la plaza había un árbol que daba unas hermosas flores blancas una mañana las flores cayeron al suelo, una mujer de la aldea soñó tres noches seguidas que había que arrancar el árbol, y convenció a los habitantes para que así lo hiciesen. Muy enfadado el jefe del poblado ordenó que metieran a la mujer en el agujero que habían ocupado las raíces del árbol, y allí la mujer descubrió el mundo en que vivía.
©Carmen María Camacho Adarve
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