Blogia
TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

la columna

Lo catártico Por Gabriel Arturo Castro*

Lo catártico  

 

Existen dos factores fundamentales en el desarrollo del arte desde su teoría y práctica: lo ético y lo estético. La ética lleva a situar la expresión del hombre en un contexto que corresponda a su humanidad. Toda obra y posición artística dice de la acción moral del creador, de su manera de vivir y de pensar.

De acuerdo con lo anterior y siguiendo las palabras de Johannes Pfeiffer, estamos seguros que es tarea de nuestro tiempo “forjar un pensamiento y una expresión que posean fuerza crítica y sean a la vez accesibles a cuantos tengan dispuesto el ánimo y abierto el corazón”. Varias maneras del arte escaparían a tal propósito: el arte elitista, propio de una minoría selecta que privilegia el esteticismo y cuyo comportamiento está vinculado a la existencia o exigencia de una consideración social o política, equiparable a su función, lo que tiende a constituirlo como arte cerrado, de difícil acceso, generador de intereses específicos. O el arte panfletario, donde el elemento ideológico impera como un medio de doctrina y de lección.

Preferiríamos mejor aquel arte de intérpretes y creadores que acuñaron metáforas sobre la condición humana. Mencionemos a Charles Dickens, Chaplin o Kafka, visionarios de una realidad desconsolada e inhumana, revelada a través de la imaginación, el humor, la poesía, el sarcasmo y la fantasía. Igual podríamos hacer referencia a Picasso y su Guernica en ruinas (tras el bombardeo alemán, aprobado por Franco y que se hizo en día de feria, para causar el mayor daño y el mayor terror), su celebrado cuadro de la barbarie y la demencia, una obra que parte de un hecho histórico pero sublimado de la mano de los recursos expresivos.

Mediante una conmoción de orden estético realiza una conmoción catártica, recuperando la calidad ética de la obra, surgida ésta en la evocación y pasión de la tragedia.

Compromisos artísticos como los de Maiakowsky, César Vallejo, Bertolt Brecht, Peter Weiss, Augusto Roa Bastos, Miguel Hernández, Drumond de Andrade, Juan Goytisolo, Gunter Grass, Albert Camus, Luis Buñuel, Pier Paolo Pasolini, Mahmud Darwix, José  Saramago, Roque Dalton o Juan Gelman, así lo atestiguan.

Ya en la famosa obra de Tolstoi, La Guerra y la Paz, se encuentra el preludio literario a la apoteosis salvaje de  Hiroshima y Nagasaki, el mayor genocidio de la humanidad. Quizás allí también hallemos el lejano augurio de Auschwitz y su posterior réplica injusta en otros territorios (bastaría con evocar la masacre de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, Beirut, 1982, un crimen convertido en símbolo del terror de las nuevas políticas de exterminio). Recordemos que los campos de concentración son establecimientos para internamiento de prisioneros políticos, creados por los españoles en Cuba y los británicos en Suráfrica (apartheid). Fueron usados también por los militares argentinos durante la dictadura de 1976-83.

Actualmente, sólo para ofrecer dos ejemplos, funcionan los campos de la franja de Gaza y Guantánamo, conocidos por su crueldad, infrahumanas condiciones de vida, sadismo y exterminio. Cayó el muro de Berlín pero se levantaron los indignos cercos-espolones de los judíos sobre los territorios ocupados de Palestina, y el tapial de los norteamericanos en la frontera con México.

Los holocaustos aún continúan, altamente tecnificados y racionalizados y todavía subsisten formas del brutal estalinismo. Escuchamos los ecos de Siberia, Irlanda, Sarajevo, El Tíbet, Haití, El Salvador, Colombia, Guatemala, Honduras, África, y, al tiempo, como amarga coincidencia, bastaron pocos años para que el fascismo renaciera con sus lugares de la muerte.

Ética y estética, fundición que hace del arte una forma de la memoria, de la sensibilidad y del afecto, esencia y contorno en su difícil tarea de manifestar una parte del destino del hombre.  

  

*Poeta y ensayista colombiano

 

1º Mayo --- La Pirámide del Sistema Capitalista

1º Mayo --- La Pirámide del Sistema Capitalista

Juan Gelman "Ningún elogio o premio escribe por vos"

Juan Gelman "Ningún elogio o premio escribe por vos"

 

 

 

 

El escritor argentino Juan Gelman, que ha sabido testimoniar en su poesía su tiempo literario e histórico, ha ganado  el Premio Cervantes 2007, considerado el más prestigioso de las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un autor. Las primeras palabras del escritor tras conocer la concesión del Premio ha sido "una gran emoción".



Poeta nacido en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo. Su primera obra publicada, Violín y otras cuestiones,  recibió inmediatamente el elogio de la crítica. Considerado por muchos uno de los más grandes poetas contemporáneos, su obra delata una ambiciosa búsqueda de un lenguaje trascendente, ya sea a través del -realismo crítico- y el intimismo, primeramente, y luego con la apertura hacia otras modalidades, la singularidad de un estilo, de una manera de ver el mundo, la conjugación de una aventura verbal que no descarta el compromiso social y político, como una forma de templar la poesía con las grandes cuestiones de nuestro tiempo. Fue obligado a un exilio de doce años por la violencia política estatal, que le arrancó un hijo Gelman vivió experiencias terribles, como el secuestro y asesinato de su hijo Marcelo y la desaparición de su nuera Claudia durante la dictadura militar argentina (1976-1983). En este sentido, el prolijo escritor reconoció que le tocó vivir una realidad muy cruda y difícil que no muchos han tenido que experimentar, lo que a la postre influyó en su trabajo. "Lo que mueve y crea obsesión en todo ser humano es la realidad misma. Lo que pasa es que cuando la realidad choca con el interior crea una especie de dentro-fuera, y si no... de ahí no sale poesía". Sin embargo, estableció que "como dijo (Octavio) Paz, la autobiografía real de un poeta [y la suya propia] son sus obras".y a su nuera, embarazada, quienes pasaron a formar parte de la dolorosa multitud de -desaparecidos-. En 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía. Su obra ha sido traducida a diez idiomas. Reside actualmente en México, aunque -Volver, vuelvo todos los años, pero no para quedarme. La pregunta para mí no es por qué no vivo en la Argentina sino por qué vivo en México. Y la respuesta es muy simple: Porque estoy enamorado de mi mujer, eso es todo-. Perdonando tamaño romanticismo, la ciudad de Buenos Aires lo honró recientemente con el título de ciudadano ilustre. 

 

************************************************

 

 

Oración de un desocupado

Padre, 
desde los cielos bájate, he olvidado 
las oraciones que me enseñó la abuela, 
pobrecita, ella reposa ahora, 
no tiene que lavar, limpiar, no tiene 
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena, 
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido, 
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla 
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre 
cavándome la carne, 
este dormir así, 
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
tócame el alma, mírame 
el corazón, 
yo no robé, no asesiné, fui niño 
y en cambio me golpean y golpean, 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
si estás, que busco 
resignación en mí y no tengo y voy 
a agarrarme la rabia y a afilarla 
para pegar y voy 
a gritar a sangre en cuello 
de "Violín y otras cuestiones" 

 

Juan Gelman

 

**************************************



"Vivo para escribir poesía
",  el poeta argentino Juan Gelman tras ganar el Premio Cervantes de 2007. "A mí lo que me importa es el trabajo, no me importo yo", sostuvo el poeta, de 77 años, quien confesó que su primera reacción al enterarse de la noticia fue "una gran emoción", que experimentó como una "suerte de conmoción".

"Mi primera reacción fue de sorpresa; por lo que leí en los periódicos, los distintos candidatos son todos exitosos y los admiro", señaló el escritor argentino, que atendió a una entrevista telefónica desde algún punto de la capital mexicana cuya ubicación prefirió no revelar.

"No encuentro las palabras, es una emoción muy intensa, intensísima", señaló emocionado el poeta, radicado en la Ciudad de México, para quien el Premio Cervantes "coloquialmente" es un "premio Nobel de las letras españolas".

Para el literato argentino, el reconocimiento tiene mucho peso porque "significa Cervantes, significa el Quijote y las novelas ejemplares; en fin, muchísimas cosas para un hombre que se ha pasado la vida leyendo a Cervantes".

Gelman sigue escribiendo porque dice que, a su edad, "más que una vocación, es un vicio". "Yo no considero a la poesía como una profesión, la poesía es algo que llega cuando ella quiere y no es que uno la pueda invocar o convocar: nadie se sienta a escribir poemas porque quiere o porque se lo propone", advirtió el poeta, autor de poemarios como "Dibaxu", "Salarios del impío", "Incompletamente", "Valer la pena" y "País que fue será".
 

 


 Se parece a un maduro cantante de tangos que vuelve de la guerra. Conserva esa voz ronca, la mirada dolorida, la elegancia de movimientos, el hábito de fumar y decir lo que piensa. "En definitiva lo que importa no es ni aquello sobre lo que el poeta escribe ni la generación a la que pertenece, sino la poesía que hace, su autenticidad", dice Juan Gelman. Vive en  Méjico —"en el barrio Hipódromo Condesa, creo que le pusieron Hipódromo cuando se dieron cuenta de que un porteño como yo vivía ahí"

 

 

©Carmen María Camacho Adarve

 

 

ALGUNAS MUJERES

ALGUNAS MUJERES ALGUNAS MUJERES

*ANUESCA* le invita a la presentación del libro de relatos cortos
*de HARMONIE BOTELLA*
*ALGUNAS MUJERES*
   el, 9 de marzo, en FNAC, Alicante

                
    ¿Harmonie Botella:  Escritora maldita?

ALGUNAS MUJERES
     

Colección:     Lunaria    

Autor:     HARMONIE BOTELLA    
Editorial:     Celya    
Fecha:     25/9/2005    
Materia:     Narrativa-Relatos    
Soporte:     Papel    
Encuadernación:     Rústica con solapas    
Edición:     1    
Nº de páginas:     180    
Formato:     13 X 21 cm    
ISBN:     84-96482-07-3    
Referencia:     nº 19    
PVP:     10 €    
Descripción:     Carne y sangre se dan la mano en este libro de dieciséis relatos que rezuman fiereza. Aparecen imágenes de ficción y secuencias vitales a raíz de un incidente en el que la autora comienza una senda en busca de la verdad.
     Mujeres dulces, enemigas, lesbianas, princesas, sirenas, esposas y extranjeras en un mundo de infidelidades, maltrato, sufrimiento y desesperanza... aunque siempre entramadas con una luz final.
     





                    
                                                   Conozco a Harmonie Botella, desde hace muchos años.  Fui alumna suya en la Escuela Oficial de Idiomas y compañera en Anuesca antes de marcharme a Andalucía y conozco de sobra los esfuerzos que hizo para sacar a flote una asociación de escritores por quien nadie daba un duro, o un céntimo hoy día.
                    Esta escritora alicantina se desvive por la cultura, la solidaridad y sus compañeros escritores, pero tiene dos grandes vicios:  escribir y decir lo que piensa.  Primero denunció su paso por los quirófanos en la crónica:  Ojos que no ven, después manifestó en los medios de comunicación la estafa de esta primera publicación y... bueno muchas más cosas.
                    Y hoy día cuando las aguas vuelven a su cauce y tiene que firmar su tercer libro: Algunas Mujeres en la feria de Alicante, éste no aparece en ninguna caseta. ¿Harmonie Botella pertenece a la casta de las escritoras malditas o éste es simplemente el trato que se reserva a los escritores noveles, a los que escriben porque les gusta y escriben bien para rematar el asunto?
                      Nos hallamos en una sociedad de consumo y las personas como Harmonie, que desviven por la literatura y la solidaridad no tienen lugar preferente en esta acometida... aunque presenten un libro con muy buena crítica en los medios literarios españoles e hispanoamericanos.
                     Los noveles, como Harmonie, no piden fama ni dinero.  No.  Piden que se respete su trabajo, sus escritos y el esfuerzo que hicieron para costearse una publicación distribución y venta.
                    El nombre de un novel no le suena a nadie y los que se encargan de difundir su obra, y no hablo de los distribuidores, se aprovechan de esta falta de notoriedad para pasar por alto unas páginas que tienen el mismo valor literario, en numerosos casos, que el de los famosos escritores.
                    “Carne y sangre se dan la mano en este libro de dieciséis relatos que rezuman fiereza”.  Al filo de su libro la autora nos presenta varios casos de mujeres: victimas de negligencias médicas, mujeres enamoradoras, mujeres luchadoras, mujeres trabajadoras, ancianas que tienen que seguir trabajando para sobrevivir, adolescentes perdidas en un mundo sin valores, lesbianas...  Un abanico perfecto que nos muestra el perfil de la mujer actual.
                                                              Algunas Mujeres: Un libro lleno de ternura, de esperanza, de lucha. Un libro que provoca a los lectores y les conduce hacia los más recónditos sentimientos del ser humano.
                                                   La rebeldía, la sed de libertad, la búsqueda de la verdad trasladan a los “leedores” hacia unas tierras movedizas, hacía unas alcobas de pasión, de desesperanza dónde la luz a veces ilumina unos nuevos senderos.
                                                   Senderos de paz, de desasosiego.  Senderos que se encauzan en los tormentos de la vida para desembocar en la savia del porvenir..
                                                 Amor, pasión, lucha, poesía, profunda reflexión, son los elementos predilectos de esta autora alicantina, que va rompiendo moldes y asentándose en los valores seguros de la literatura española.
                                                             Su fuerza narrativa y estremecedora nos sumerge en un mundo a veces desconocido de mujeres que luchan por la verdad y la justicia en una cotidianidad y una rutina que denuncia la autora.  No sólo evidencia a la mujer explotada y rebajada por el hombre, sino también a la mujer esclava y humillada de su propia ama, una mujer cómo ella.
                                         La autora, Harmonie Botella, evidencia estas injusticias, este deseo de un mundo mejor a través muchas veces de una prosa poética, de unas imágenes que nos hacen vibrar intensamente y despiertan en nostras y nosotros los lectores unas nuevas preguntas sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad del siglo XXI.  Podemos afirmar que actualmente Harmonie Botella es una de las autoras españolas que destaca en el arte de los relatos minimalistas, los retratos casi hamiltianos de las féminas.
                                                                    Deseo a esta escritora, a esta amiga que la justicia, la suerte sean sus nuevas compañeras en la aventura de las letras.

    Maria Ángeles Moya.
    Cádiz.  Enero 2006.


©Carmen María Camacho Adarve

conspiraciones de Julio Patán

conspiraciones de Julio Patán La reciente reunión de Bono, el Papa, George Soros, George Bush y Bill Gates con el grupo Bilderberg tan sólo puede indicar que los altos sacerdotes de la globalización han recibido por fin el llamado de los Grises. Las naves comenzarán a llegar a la tierra muy pronto y los únicos que se salvarán serán por supuesto los herederos de los Protocolos de los sabios de Sión.  CONSPIRACIONES DE JULIO PATÁNLas conspiraciones son fascinantes porque nos permiten ser detectives o críticos de todo lo que nos rodea, nos invitan a leer, analizar e interpretar señales y símbolos que normalmente pasan inadvertidos a la mayoría y convierten la cotidianidad en un intrigante rally de pistas y misterios por resolver. Además, las conspiraciones se ofrecen como narrativas abiertas, febriles y apasionantes que fusionan datos comprobables con hipótesis, exageraciones y falsificaciones que a menudo despiertan la imaginación y las fantasías cinematográficas. En Estados Unidos, prácticamente no hay noche en que la televisión por cable no ofrezca por lo menos un programa sobre ovnis o el asesinato de Kennedy. Conspiraciones, de Julio Patán, es una estupenda, divertida y mordaz reflexión en torno a las teorías que pretenden explicar la historia como resultado de vastos planes, complejos e intemporales, llevados a cabo con perfección extraordinaria para cometer actos atroces y hacerlos pasar como accidentes de la historia. Patán ha escrito un libro inteligente, colorido y en general formidablemente argumentado con el que desarma una variedad de fantasías, mitos, delirios paranoicos y fábulas urbanas: de las historias de extraterrestres que vienen a conquistar la tierra hasta las de los masones que quieren imponer el comunismo en todo el planeta. Lo primero que hace el autor es separar las conspiraciones en dos grupos. Las primeras son las acciones falibles y limitadas, que involucran a grupos de individuos para cometer actos en contra de otras personas. El libro de Patán trata las otras, aquellas que son ilimitadas y universales en sus objetivos y alcances, pero su intención va más allá de llevarnos de la mano por el imaginario delirante e hilarante de seres marginales que han visto la verdad en tabloides sensacionalistas o gurús de dudosa reputación. La idea del libro es que las teorías más inanes y absurdas pueden convertirse en herramientas para cometer crímenes descomunales. Gran parte de Conspiraciones está consagrado a la que considera la madre de todas las teorías paranoicas: la gran conspiración judía mundial, una idea que no se puede abordar superficialmente, ya que puso en evidencia las catastróficas consecuencias que puede tener el convertir una fantasía racista y xenofóbica en programa político. Para disecar esta conspiración, Julio Patán nos conduce desde el espurio libelo de los Protocolos de los sabios de Sión hasta el Holocausto, mostrando las diversas caras que ha tomado y sigue tomando el antisemitismo institucional. Otra sección del libro está dedicada a la conspiración que pondría a “los ricos” en el lugar de los megaconspiradores. Aquí Patán parece apresurado y sus argumentos más genéricos y menos afilados. Los globalofóbicos se presentan con gruesas brochadas y sus ideas son reducidas a collages confusos y paranoides. Aunque esta perspectiva probablemente sea acertada, se extraña la contundencia que Patán emplea en los capítulos anteriores. Habría resultado enriquecedor y más convincente profundizar en estas ideas y, por ejemplo, citar casos concretos de las referencias a materiales clasificados, secretos o redundantes que usa Chomsky como argumentos.

Un libro como éste, en el que se pasa revista a teorías conspiratorias ampliamente difundidas, siempre frustrará a algunos, ya que, como en toda colección de Greatest Hits, echaremos de menos alguna conspiración favorita (la mía: la tierra es hueca y en su interior vive una raza de nazis suizos gigantes). El caso de Conspiraciones no es la excepción, ya que, con su efectiva y brillante prosa, Julio Patán nos abre el apetito y despierta nuestra morbosidad por más teorías conspiratorias. En particular, si una conspiración podría caber dentro de los criterios que define Patán, no sólo por su carácter milenarista sino porque también tiene la singularidad de poder influir, con inminentes consecuencias nefastas en la toma de decisiones de hombres poderosos, es la fantasía apocalíptica que comparten la derecha fundamentalista cristiana estadounidense, de grupos como los de Jerry Falwell y Pat Robertson, y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Estos devotos coinciden en soñar que el fin del mundo está próximo y que habrá de comenzar en Oriente Próximo. Las dos partes quieren precipitar el Armagedón y el Rapto (programado hasta nuevo aviso para el 06-06-06, lo cual resultaría inconveniente para quienes esperamos con ansiedad la Copa del Mundo de Alemania) por medio de la provocación y el conflicto para abrir las puertas del paraíso y, de paso, incinerar a los infieles, incluyendo a Patán, a quien esto escribe y quizás al incauto lector.

 

El evangelio de Judas

El evangelio de Judas          Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo, según un documento llamado el ’Evangelio de Judas’ que dio a conocer hoy la organización National Geographic.

 

 

Se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían.

 

Según esta organización, los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que se trata de un texto escrito alrededor del año 300.

 

Terry Garcia, vicepresidente ejecutivo de National Geographic, calificó el documento en una rueda de prensa como uno de los tres textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo, junto con los manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi (Egipto).

 

Se conocía de la existencia del "Evangelio de Judas" por una referencia hecha por el obispo Irineo de Lyon en el año 180 en su tratado "Contra la herejía", pero hasta ahora nadie sabía lo que decía.

 

Nueva imagen de Judas

 

El libro comienza así: "El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana antes de que celebrasen la Pascua".

 

En él se pinta a Judas como "el único discípulo que conoce la identidad verdadera de Jesús", según George Wurst, profesor de la Universidad de Augsburg, en Alemania.

 

No lo traicionó, "sino sólo hizo lo que Jesús le pidió", afirmó Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento de Acadia Divinity College, en Canadá.

 

El texto se encuadra en la tradición de los cristianos gnósticos, que enfatizaban la importancia del conocimiento: gnosis, en griego.

 

Por ello, Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita su salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que llevaba dentro, según explicó Wurst.

 

No es la primera vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su maestro al venderlo con un beso, como refleja la película "La última tentación de Cristo". Sin embargo, se trata del primer documento antiguo que defiende esta visión.

 

¿Es plausible lo que dice?

 

Evans recuerda que en dos ocasiones Jesús pidió cosas en privado a dos de sus discípulos, según el Nuevo Testamento, y se pregunta si su entrega a las autoridades judías por parte de Judas no sería una tercera.

 

"Es posible que el Evangelio de Judas fuera preservado en la memoria y que los otros discípulos no lo supieran", dijo.

 

Elaine Pagels, profesora de la Universidad de Princeton (EEUU), destaca que los cuatro Evangelios aceptados por el canon cristiano relatan los actos públicos de Jesús, pero no conversaciones privadas.

 

El padre Donald Senior, presidente de la Unión Católica de Teología de EEUU, dijo que este texto no se ancla en ninguna tradición histórica.

 

A su juicio, usa los personajes de los libros canónicos, pero "es una expresión de una teología específica", la gnóstica, en su concepción del cuerpo humano y la creación, que son muy diferentes a la de los Evangelios aceptados por la Iglesia Católica. Quién lo escribió es otro misterio.

 

En ningún lugar se dice que fuera Judas, pero eso no debería hacer dudar de su veracidad, pues la autoría de los Evangelios del Nuevo Testamento tampoco está asegurada.

 

"La mayoría de los textos son escritos en nombre de alguien más famoso", como lo es un discípulo de Jesús, según Marvin Meyer, profesor de la Universidad Chapman, en California. Pocos hay tan famosos como Judas.

 

 

 

          

 

Columna

Columna

GRANADA
Los caprichos de Defensor del Pueblo
Enrique Múgica protagonizó durante su visita a Granada una serie de anécdotas y situaciones desconcertantes que evidenciaron una mala educación y su desinterés por la realidad social actual.

Cada uno se suicida como quiere y yo prefiero hacerlo así».  Con esta expresión tan rotunda contestó el Defensor del Pueblo Enrique Múgica Herzog a un comensal durante la cena coloquio en el club de Opinión que organiza la Asociación de la Prensa de Granada que le había preguntado su opinión sobre la Ley Antitabaco.  Y lo dijo con un gran puro en la mano en una zona del comedor del hotel donde se celebraba la cena y que improvisadamente se tuvo que habilitar para fumadores. Pero esa no fue la única anécdota desconcertante que el Defensor del Pueblo protagonizó durante su estancia en Granada.  Su visita estuvo sembrada de actuaciones en las que era difícil entender que esa persona había sido nombrada por el Parlamento español para defender a los ciudadanos de sus posibles problemas con la administración pública.  Otro de los comensales le hizo otra pregunta:  « ¿Está haciendo algo el Defensor del Pueblo sobre el dramático expediente de regulación de empleo en la Radio y Televisión Española?
 «  No sé los términos de esa regulación, así que no puedo opinar».  «Pero es que hay en peligro 3.000 puestos de trabajo y algo tendrá que decir el Defensor del Pueblo.  Y más sabiendo que han acudido a usted para que intervenga en este conflicto», le contestó el moderador del debate y presidente de la Asociación de la Prensa de Granada Antonio Mora.  «Le repito que no conozco los términos de esa regulación.  Y yo nunca opino si no conozco algo.  Además... yo que sé», dijo encogiéndose de hombros y pidiendo otra pregunta.  Lo que si parece que dejó claro durante el coloquio es que tiene 74 años, que le quedan cuatro para su mandato como Defensor del Pueblo y que ya hay pocas cosas que le interesen.

En el restaurante

Y es que Enrique Múgica no se portó como esa persona cargada de experiencia y sabiduría que todo el mundo esperaba, sino como alguien caprichoso y maleducado dispuesto a coger una rabieta si alguien le llevaba la contraria.  A mediodía, en un conocido y afamado restaurante de la capital, el Defensor del Pueblo llegó a rechazar hasta tres platos que los camareros le ofrecían.  Dijo que nada de la carta le gustaba y que prefería dos huevos fritos.  Para el vino fue más exquisito ya que pidió vino Viña Ardanza reserva.  Los cocineros y camareros sentían tal afrenta que estuvieron a punto de acudir al Defensor del Pueblo para defender su dignidad.  El único problema es que el Defensor del Pueblo era precisamente el cliente. 

Para buscarle un hotel fue toda otra odisea.  Prefería uno que tuviera

 

alfombra roja o moqueta.  «Bueno, para una noche...  Después de haber pasado tres años en la cárcel estoy acostumbrado a dormir donde sea», dijo tras rechazar también el segundo hotel y cuando ya se le estaba buscando un tercero.  En cuanto a los puros, varias personas tuvieron que movilizarse para encontrar aquellos que él quería. 

El Defensor del Pueblo había sido invitado por la Asociación de la Prensa de Granada para intervenir en su Club de Opinión.  Varios directivos lo acompañaron en todo momento en su estancia en la ciudad y procuraron hacérsela lo más agradable posible.  Pero no lo consiguieron. 

Despotricó de la exposición escultórica de Igor Mitoraj y ante un comentario del presidente de la Asociación de la Prensa sobre el tradicional conservadurismo granadino y sobre un pequeño sector de la población que había rechazado la ubicación de la muestra frente a la Basílica de las Angustias, manifestó no extrañarse de que esta ciudad hubiera matado a García Lorca. 

Los despropósitos verbales del Defensor del Pueblo culminaron cuando se le hizo entrega de la reproducción de una de las columnas de la Alhambra que representa la unión de las culturas árabe y cristiana.  «Este regalo irá a parar a mi museo particular de los horrores», le oyó decir uno de los comensales, haciendo gala reiteradamente de su ascendencia judía.

ANDRÉS CÁRDENAS.


 

Columna

Columna

COLUMNISTAS

Vóciferación

JAVIER MARÍAS

EL PAIS SEMANAL - 12-03-2006

Un nutrido grupo de corresponsales extranjeros en España, bajo la coordinación de uno de ellos, Werner Herzog –al que no debe confundirse con el irregular cineasta del mismo nombre–, acaba de publicar un divertido libro del que lo único soso es el título, poco original, de ¡Vaya país!  La mayoría de estos periodistas alemanes, franceses, británicos, norteamericanos, holandeses, mexicanos y de otras nacionalidades llevan ya bastante tiempo viviendo aquí, sobre todo en Madrid o en Barcelona. Pero como se ven obligados a viajar con frecuencia por la Península entera y por las islas, poseen un conocimiento bastante amplio de la nación en su conjunto.  Casi todos están ya acostumbrados a nuestros vicios, peculiaridades y manías, y dan la sensación de sentirse bastante a gusto entre nosotros, superadas sus iniciales perplejidades, fobias y espantos, y la mirada que por lo general arrojan posee una mezcla de ironía y afecto que invita a sonreír al nativo y que casi nunca lo ofende (bueno, en mi lectura el nativo era yo, así que no sé).  Me permito destacar tres piezas que me han hecho especial gracia: la de la francesa Martine Silber, con una inesperada visión de las inagotables paciencia y resignación de los españoles; la del alemán Peter Burghardt, de gran comicidad ocasional (quizá por haber hecho considerables esfuerzos, coronados por razonable éxito, para comportarse como un madrileño); y la de su compatriota Paul Ingendaay, quien al parecer tiene un librito entero dedicado a España y que es lástima que no se haya traducido a nuestra lengua, vista la gracia con que en esta antología relata y describe un par de festejos o galas, uno con Julio Iglesias por medio, en Andalucía, y el otro con José María Aznar encaramado a El Escorial.

Ahora bien, a lo que estos veteranos periodistas no han logrado acostumbrarse, y así lo señalan unos cuantos, es a lo lunáticamente que se vocea y grita en nuestro país.  No me extraña: yo mismo, en mi calidad de aborigen, me pregunto a menudo por qué será. No creo que los españoles en general seamos duros de oído, aunque, si bien se mira, tendríamos todas las papeletas para serlo, dado el insoportable y constante ruido que padecemos, causado principalmente, como resulta innegable y archisabido, por quienes deberían evitárnoslo y protegernos de él, es decir, por las autoridades municipales, gubernamentales y autonómicas, en este orden.  Tal vez todo se reduzca a eso y aquí empiecen y acaben los motivos de la permanente vociferación.  Puede ser.  Lo cierto es que, cada vez que uno vuelve de un viaje al extranjero, lo que más le confirma que está de regreso, que de nuevo pisa España, es el desaforado tono de voz de la población. Aquí se ve a niños diminutos que sin embargo chillan con una potencia inverosímil para su tamaño y sus delicados rasgos; a ancianos decrépitos que casi no pueden moverse pero que se quejan o dan órdenes a sus familiares a berridos, nada acordes con su cadavérico aspecto y su cristalina fragilidad; las mujeres, a las que en otros lugares se concede en principio ciertas dulzura y suavidad comparativas, son aquí con frecuencia máquinas parlantes de maravillosa estridencia; y los hombres, por supuesto, a menudo dan la impresión de no poder dirigirse la palabra sin acallar con decibelios al interlocutor. No hay discriminación en esa sobrehumana capacidad:  ni por sexo, ni por edad, ni por clase social, ni por ideología.  Chillan los políticos de todas las tendencias, y no sólo eso, sino que duplican o triplican el número de acentos de nuestros vocablos, a poco largos que éstos sean, y así elevan la voz dos o tres gratuitas veces cuando dicen “déscongestiónamiento”, o “pérmeábilidad”, o “cónfratérnización”. Prueben a imitarlos, verán que es matador.

De todos es conocido, claro, el guirigay de los espacios cerrados, se trate de un restaurante, un bar, el Parlamento o un plató de televisión, y ya se sabe el proceso obligadamente infinito: como nadie oye nada, todos alzamos cada vez más la voz al mismo tiempo, por lo que cada vez se oye menos y pasamos a vociferar, con el mismo resultado, y así hasta perder el escaso juicio. Lo más llamativo, con todo, es que en mitad de la noche, en las calles vacías, cuando nadie ahoga con su griterío a dos viandantes que van conversando, éstos hablen igualmente a voces, a las cinco de la mañana como si fuera las de la tarde. Los corresponsales extranjeros no se lo explican, y lamento no poder ayudarlos, pese a mi condición de indígena.  A veces me pregunto si no es un exhibicionismo tan arraigado como invencible, el mismo que lleva a los ciudadanos a elevar aún más el tono si se pegan un móvil al oído:  “Que se entere todo el mundo de lo que le tengo que decir a este”, parece ser la declaración de intenciones.  Otras veces pienso que es una ilusa manera de querer tener razón:  “Cuanto más chille, más avasallarán mis argumentos cretinos a quien me escuche.  Por lo menos me van a oír”.  Y otras, finalmente, tiendo a creer que este país no soporta el secreto ni la discreción.  Si me dan a elegir, no sé cuál de las tres alternativas es peor.

REYES MAGOS

REYES  MAGOS

 

REYES  MAGOS

 

 

Desde mi infancia las tarjetas de Navidad   clásicas son las mismas representaciones siempre.  La Sagrada Familia y la Adoración de los Reyes Magos.

 

 Estas tarjetas me han intrigado poderosamente, hay infinita variedad, pero voy a centrarme en las más extrañas que he podido contemplar a lo largo del tiempo.

 

Hay una muy clásica.  Gaspar, Melchor, y Baltasar con las perneras de sus pantalones largas y abotonadas.  Al parecer era la moda entre los Reyes Magos en la Ravena del siglo seis.  Esos Reyes que reaparecen todas las navidades portando sus regalos a la vez que estiran sus elegantes piernas, curiosamente no llevan el color negro riguroso, reglamentario, “del buen talante político” como vestían los sabios, doctores, y maestros de la época.

 

En la Adoración de los Magos de Hans Memlig.  La figura de un joven príncipe negro, gloriosamente ataviado con una blusa en seda color azul marinero de manga larga en tonos escarlata y oro, adorna su cabeza con una elegante gorra en terciopelo azul en un gesto  de respetuoso saludo se descubre ante el Niño Jesús.  La visita de los Reyes Magos de Oriente, forma parte de una escena mas entre multitud de cosas que suceden en el paisaje de suburbios de una prospera ciudad.  Hay un campo rodeado por hayas, en el caballeros con armaduras parece que se están preparando para un inminente torneo.  Por las engalanadas puertas de la ciudad van entrado al parecer los competidores del torneo.  Con un gran parecido a presidentes, dirigentes, políticos, mandatarios, de los que manda en el mundo, algunos parecen presidentes de países productores de petróleo cubiertos con ricas vestiduras árabes y montando en camellos con apariencia de juguetes en una expedición hacia el desierto.

 

El pesebre esta situado en medio de unas rocas que parecen de corcho, construido en ruinas a posta.  El tejado tiene cuatro extraños agujeros y con un alero a medio hacer, se aprecia una estufa con un tubo de chimenea, aunque no existe la chimenea.  Se ven puertas que según parece no llevan a ninguna parte, hay columnas que no sostienen nada en una mezcla de arquitectónica visual entre el románico y el barroco.  La escena y el diseño rebosan una imaginación maravillosa del pintor.

 

La Sagrada familia, el asno, y el buey, los reyes, escuderos, siervos, caballeros y plebe.  Vendedores y compradores ambulantes en lo que podría ser una feria ecuestre del medioevo o de esas que hacen actualmente en nuestras ciudades imitando a las primeras.  Los vendedores son jóvenes fornidos altos y apuestos.  La mayoría calzan magnificas botas altas de gamuza, trenzas amarillas, y jerséis de cachemir color verde musgo y rojo.

 

 

LA ADORACIÓN DE HIERONYMOUS BOSCH

 

 

En ella podemos apreciar un pesebre mas discreto hecho con madera y yeso auque lleno de agujeros por donde se asoman unos enigmáticos rostros a veces llegan a tener aspecto siniestro aquí se impone la figura del rey negro, ataviado de pies a cabeza de blanco impoluto, luciendo suntuosas mangas abollonadas rematadas con unas borlas que cubren el suelo del establo.  En una mano lleva una blanca esfera a juego coronada por un terodáctilo dorado salido de la era primitiva ¿se tratara de una ofrenda para el Niño?,  aquí el rey anciano esta totalmente calvo da la impresión que oculta su desnudez bajo una capa color Elio  al final de la misma emergen unos pies negros y contrahechos, cubre sus hombros con una especie de toca metálica en blanco, permanece a los pies de la Virgen María, el tercer rey, con aspecto de un triste viajero, con  barba mal cuidada, luciendo un extraño sombrero de plástico (para aquellos años ) cubierto con diminutas figuritas.

 

La escena de la Adoración parece que va a ser tomada por tres juerguistas bebidos salidos de alguna parte de Europa.  A punto de irrumpir en la misa del gallo tras una copiosa y bien regada cena de Nochebuena.  El primer hombre va vestido como un rey cubierto con una capa rosa en la mano lleva una corona de muy sospechoso parecido a una tiara papal mientras que la otra mano reposa sobre su cabeza.  Siempre me he preguntado lo mismo ¿Quién puede ser?  ¿De donde sale?  Ese personaje tan misterioso lleva un estrambótico adorno en uno de sus muslos es una enorme perla unida a un anillo pero no se aprecia a donde va cosida.

 

Al parecer en el siglo quince había frikis y modas para todos los gustos con sus fanáticos seguidores.

 

 

 

 

 

 

 

CRÓNICA DEL AÑO (2005)

CRÓNICA DEL AÑO (2005)

CRÓNICA DEL AÑO
(2005)

Hoy como todos los años hemos podido ver durante varios días, en todos los informativos de televisión, grandes documentales, y reportajes anuales.  El espectáculo comienza con el presidente Bush encendiendo, sin que le tiemble el pulso el árbol de Navidad del Central Park en Nueva York a modo de ¡pistoletazo de salida ¡temblamos ya todos de los que se nos viene encima¡

Este año me ha dado por comentarlo con vosotros porque con toda seguridad también os habéis fijado.

Comenzamos el año con los saltos de esquí; ¿no son siempre los mismos saltadores?  ¿Batiendo el mismo record?  Que hace años hubo un esquiador que gano el trofeo y hay sigue el hombre seguro que a estas alturas es un tranquilo jubilado con los huesos (su imagen eterna congelada por unas cámaras de TV)
 Quejumbrosos de artritis y reuma que hace años su medico le prohibió tajantemente no pisar la nieve por su salud.

Después nos ponen el concierto de año nuevo en Viena, desde la sala dorada.  ¿Las flores no son siempre las mismas?  ¿Y el público japonés? Hay una dama con el pelo muy negro siempre lleva el mismo kimono amarillo.  Y un pequeño grupo de Vieneses repartidos aquí y allá ¡hay sillas hasta en el escenario! Lo único nuevo es “el añadido del director” que cada concierto de año nuevo  lo cambian según este mas o menos de moda lo ponen a dirigir solo en un estudio –este año el director era León Mariss Jonsons- muy buen maestro y desconocido (este concierto les da fama) eran tan realista el montaje que el hombre sudaba cual pollo es mas se le ensortijaba el pelo y cada vez mas se iba pareciendo a Richard Burton.

Antes ya nos llevan colocando toda la semana el “especial informativo”, si, sí, siempre es el mismo.

Son cosas que nunca cambian que permanecen inmutables e inalterables como las leyes de la naturaleza; el hotel de hielo, que no  se en que lugar del planeta esta, pero eso si nunca e deshiela y siempre están la misma extravagante clientela durmiendo en ¡camas de hielo¡, el recorrido por el hotel de hielo, sus habitaciones, salones, escaleras ¡hay es donde esta la clientela en las escaleras heladas¡ el  hotel en imágenes que no sean zonas comunes ¡ no hay gente¡.

Se podrían llamar estos telediarios repetidos “especial noticias para gente pillada de la cabeza” o algo similar. Lo siento si.  Se que me la estoy jugando.  Pero esto no es de recibo y teníamos que sacarlo a la luz pública, a pesar de posibles querellas criminales, por parte de los directores de “los especiales del año”. Me da lo mismo y lo cuento.  A pesar de sus monumentales cabreos.

Simplemente deberían molestarse en renovarlos cada década al menos o sacar otras imágenes de gente de los nervios.

¿Habéis visto el genuino Papá Noel saliendo de Laponia con los viejos renos sacados del parque Jurasico tirando del mismo trineo?  Y desde allí inicia su inverosímil viaje alrededor del mundo ¿Álvaro de Marichalar?  Ese es un señor de la nobleza hermano del otro Marichalar el marido de la infanta Elena, bien Don Álvaro, todos los años nuevos  a bordo de una moto acuática, igualitas son las imágenes… el mismo mar  furioso, la moto, y el tan elegante surcando los mares contra viento y marea en gesta heráldica y solitario.  Los japoneses con sus ferias de alta tecnología en robótica –imágenes robotizadas de pequeños artilugios que juegan al tenis, fútbol, hacen cosas raras, estrafalarias, absurdas, y me pregunto ¿para que sirven esos robot?  Los crucificados de Filipinas, la carrera de San Silvestre, playas paradisíacas donde siempre están las mismas chicas en topless, -cuenta la leyenda que una vez un becario trato de zafarse de esas imágenes ahora se a vivir de la caridad que dan la calles-, la casa inteligente conectada a Internet, los chinos haciendo tai-Chi antes de ir al trabajo, el lago helado en Rusia hay una pareja entrada en carnes y de edad que se lanza desnudos con un gorrillo a la aguas heladas ¡jamás salieron de ellas¡, el baño en el mar de Barcelona, con gente mayor en bañador, ¡son los mismos siempre¡, con el añadido de un temeroso David Meca, que apenas da dos largos y sale rápidamente para hacerse la foto con las señoras de siempre, posa con una de ellas (bañador y gorro negro) agarrándola de la cintura, narrando  a las cámaras sus inminentes hazañas como nadador especializado en aguas, heladas, negras, bravas… y cuenta David que cuando lo piensa no duerme teniendo que echar mano  de “pastillas para dormir”.
 
Y, claro ya sabemos que somos un País de medio idiotizados por tanta TV, y así nos tratan acogiéndose a esa máxima.  Mientras seamos laicos y nuestro Presidente de Gobierno con sus ministros, altos cargos, presidentes autonómicos, sus asesores de imagen no dejan de cantar villancicos, comer polvorones, y tomar chupitos (el cava esta mal visto) al menos mientras no arreglen la cosa del Estatut.  ¡El espectáculo esta servido!

 

 

 


 

la columna

la columna COLUMNAS
DE LA
EDAD HEROICA

En tiempos de Shakespeare había caballeros muy bien informados.  En Londres escribían columnas con cierta regularidad sobre la vida de los londinenses.  Cuyo objetivo era informar a la nobleza rural.  Estas columnas no eran  ensayos ni  reflexiones sino boletines informativos.

El nacimiento de la columna se produjo en el siglo dieciocho al menos en Inglaterra.  En los periódicos; El Spectator de Addison y Steele (a modo de ejemplo) esta prensa ya incluía columnistas ellos eran los encargados de imprimir sus columnas y además recaudaban dinero de los suscriptores para los gastos de imprenta.

En el sigo diecinueve  los columnistas crecen por todas partes hasta hoy.  Quien se introduzca en este trabajo de presa de saber mucho sobre amplios, y variopintos, mas una vasta variedad de temas ya que ningún columnista sobrevivirá sin ser un hombre o mujer de mundo -los idiomas no importan mucho-   Pero el columnista debe saber, expresarse, hablar, escribir, y comprender su lengua materna a la perfección si emplea con frecuencia palabras extrajeras debe saber su significado y entenderlas.  Resumiendo escribamos según seamos.   Una columna sin personalidad es infumable no aporta nada.  Bajo mi visión personal supone una exposición de un diario íntimo y muy indiscreto.

BRONCAS

BRONCAS

 LITERARIAS BRONCAS

Pienso que pocas cosas son comparables en literatura con “las broncas o grescas literarias” Una de las ultimas broncas ha sido la de la entrega del “premio planeta”, 2005, la protagonizo  Juan Marsé enfrentándose al jurado y presentado su dimisión como parte del mismo alegando “la insuficiente calidad literaria de las novelas” calificando la obra ganadora de la escritora María de la Pau Janer como “una novela sin estilo” la califico Francisco Umbral (estoy con ellos)   Esto ha traído sus mas y sus menos controversias y escaramuzas entre escritores reconocidos.  Hasta en la Real Academia hubo conatos el mas llamativo a sido el del académico escritor –Pérez Reverte- Que continuo la pelea en una iracunda carta en la revista semanal de un periódico de la que es columnista dicho escritor retaba a Francisco Umbral tildándolo de multitud de lindezas y apremiándolo a que responda cuanto antes al reto.  Sin contar con la diferencia de edad el retador es aun joven varón el retado es una persona ya entrada en años, no veo, si podría responderle Umbral a Pérez Reverte a mamporros como pretende y  es que  a Reverte le gusta concluir sus rencillas con los puños.

El asunto como siempre es el puñetero dinero, ya que estos premios, en los que el presidente aporta el caudal.  Pues esta claro que el premio no debería ser otorgado por los mismos que pertenecen al mundillo literario y con una preselección de reputados filólogos.  Hay varias opciones:  que el jurado lo formase gente ajena al mundo de la cultura, profesores, bibliotecarios, lectores comunes y corrientes.  Es una idea.

Claro que si tenemos en cuenta que para los empresarios que ofrecen estos sustanciosos premios es una oportunidad para codearse con celebridades.  No seria de recibo convocar a un jurado, de profesores, libreros, bibliotecarios, y lectores   desconocidos.  Corren el peligroso riesgo de seleccionar como ganadora la mejor novela y esto no generaría la enorme publicidad e ingresos que brindan las riñas de los premios.

Para la mayoría de los editores y empresarios, los escritores somos una pandilla sedentaria, siempre tecleando frente a un ordenador, con innata predisposición a las grescas y a enzarzarse en interminables peleas.

El desaparecido premio Nobel, Cela, tras ganar el “planeta” se vio en vuelto en un lío de plagio que termino en los tribunales.

No hace muchos años que una mala y desafortunada reseña publicada en prensa podía provocar un duelo.

Byron casi llego a batirse en duelo con Ton Moore aunque afortunadamente la sangre no llego al rió.  Si es cierto que la convocatoria del premio “interplanetario”, 2005, no será la ultima escaramuza ni bronca literaria.

El ARTE DE ESCRIBIR

El ARTE DE ESCRIBIR


 

                    DEL BUEN COLUMNISTA

 Hay veces en las que escribir puede llegar a resultar más tedioso que placentero, ya que el periodismo ahora mismo, es considerado como una degradación, por culpa de tanta prensa amarilla, tanta persecución del “famoso”, y la telebasura.  Por mas  que traten de lograr  escribir de forma comprensible  y amena.  El arte esta en escribir con estilo sencillo, con literatura.  Incluso poéticamente, una columna regular, sobre cualquier asunto que se nos ocurra, debería ser en si mismo un gran privilegio de la vida.

El arte de escribir una buena columna es sencillo (se trata de leer durante años a columnistas) -a pesar de todas las cosas que desconozco- a veces encuentro triquiñuelas y truquillos.  Otras caigo torpemente en trampas preparadas. La columna es muy antigua -que conste que no soy periodista- si soy, lectora, poeta y escritora.  Como digo es un arte muy viejo muy anterior a los periódicos, con esto no pretendo recurrir a la época de la antigua Roma, auque si podría alegar que existía entonces.

Una fecha de aproximación a su nacimiento la situaría por el siglo dieciséis.  Montaigme puede ser considerado como el fundador del columnista, también, Francis Bacon sucesor del primero.  Desde luego eran ensayos no eran columnas con exactitud, ya que no respondían a una extensión fija, ni estaban destinadas a la publicación en periódicos y revistas de prensa, ósea a una inmediata publicación.  Montaigme escribió su Essais como una recopilación de reflexiones personales, y años mas tarde, en 1580, los mando imprimir.

Los Essais y Apothegms de Bacon tuvieron similar origen.  Eran columnas en el sentido de que se trataban de reflexiones breves y regulares, sobre temas variados presentados con pulcritud, bastante legibles, en un compendio de conocimiento, argumentaciones, opiniones personales, y revelación de carácter.  Otros temas tratados por estos autores fue; el arrepentimiento, la conversación, las calamidades, pensamientos sobre la muerte, riquezas, amistad, ambición, matrimonio, soltería y vejez.  Se pueden igualmente leer continuamente a lo largo de textos escritos a lo largo del siglo veinte y principios de nuestro actual siglo.  Estos dos escritores experimentados e inteligentes trataron la mayoría de los problemas que han preocupado a la gente y a fecha de hoy siguen provocando nuestro interés y desconcierto.

Cuando quiero escribir sobre la muerte en mi bitácora, echo un vistazo a lo que escribió Montaigme en su ensayo “pensamientos sobre la muerte” y Bacon en       “Acerca de la muerte”, si escribo sobre jardines releo alguna vez que otra “Acerca de los jardines”.  Estos textos han variado muy poco (bajo mi punto de vista) en cinco siglos.  Ahora que   estoy ante el ordenador escribiendo este texto se que ellos me estarán mirando a hurtadillas y posiblemente por encima de mi hombro.  Eso si con ironía y conmiseración.