Cuento de la fuente del patio de los leones
Una mañana, paseando por el castillo rojo, me detuve a meditar en la fuente del patio de los leones y se me acerco un extranjero; era fuerte y guapo con aspecto de explorador me saludo y me dijo:
- Hermosa mañana en este patio encantado ¿le importa que compartamos el banco?
- No en absoluto -le respondí- se mantuvo un rato en silencio y me pregunto ¿conoce la historia de la fuente?
- La verdad nunca me había parado a pensar sobre su historia …
- Soy arqueólogo, mi nombre no tiene importancia llevo años estudiando viejos legajos del castillo.
- lo escucho con gran interés –respondí sorprendida-
Hace siglos, cuando trajeron de muy lejos la fuente de los leones, los obreros encargados de ella, pensaron que la fuente tenía un complicado sistema de montaje a pesar de su sencillez, hablaron entre ellos y dedujeron que no sabrían dar con su mecanismo. La trastearon tanto que no supieron ponerla en funcionamiento. Y ocurrió que la instalaron rota.
- No, no puede ser… eran personas muy cultas. ¿La dañaron mucho?
- Antes de seguir la historia, bella dama, desconozco su nombre –me dijo-
- Es cierto, soy tan despistada, mi nombre es Candela soy pintora, por favor continué Maurice –repuse- El tomo saliva y prosiguió;
En los planos están claros y concisos. El mecanismo de la fuente es muy sencillo, no solo servia como agua que canta en la Alambra. Era un reloj y termómetro. Es simple veras ¿has visto que la fuente tiene doce caños?
-Si, los veo –continua por favor-
Como te decía, sus doce caños de agua siempre incolora y cantarina, no era de esa forma, ya que daban las horas: se le añadía tintes y funcionaba como un reloj de sol, según las horas cambiaba el color de los caños, y los habitantes de la Alhambra consultaban la hora.
- ¡! Aja ¡! no pude articular palabra, estoy impresionada y la temperatura ¿Cómo?
Tan sencillo que se media la altura del agua, cuando hacia calor sube el termómetro y el agua se dilata, haciendo crecer el chorro y el tinte era con distintas gamas de rojo, más o menos marcaba los grados. Ahora bien, con el frío la teñían de azules y el agua se contrae a baja temperatura…
Al terminar su narración, quede absorta pensando… cuantas personas no son felices por no conseguir montar su fuente personal, sin embargo todos a su alrededor no dejan de admirar su creación…
©.Carmen María Camacho Adarve
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