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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

El cuento mas visitado del 2008 Cuento psicológico

El cuento mas visitado del 2008 Cuento psicológico

EL DIVÁN

 

 Sintió rabia al cerrar la puerta de su consulta.  Aprovecharía el fin de semana para desocuparla.
 Debía varios meses de alquiler y los de el banco ya no le daban mas créditos.
Al bajar las escaleras se cruzó con la bruja Lila (así se anunciaba en prensa).  Se saludaron cortésmente y empezó a reflexionar sobre el éxito de la bruja.


Sabía que cobraba la mitad de su tarifa por sesión, sabía que algunos casos los solucionaba en muy poco tiempo...
Y sabía que ya había ganado más de un pleito por intromisión profesional y por prácticas de medicina ilegal.


 ¿Que era lo atraía a las personas de todas clases sociales a la consulta de una bruja?

El fin de semana fatídico llegó y el terapeuta daba las últimas instrucciones a los del camión de mudanzas para trasladar los muebles de su despacho.
  Cuando vio acercarse a la bruja, acompañada por el administrador de la finca.
 Supo que esa misma tarde su despacho seria alquilado por la bruja Lila.
Llegó un momento en que el terapeuta y la bruja quedaron solos en el
Principal, y salio la proverbial curiosidad femenina.

-¿Y por que deja tan buen sitio?, ¿se muda a uno mejor?

-En realidad dejo las terapias por
que los pocos pacientes que me quedan, se apoyan mas en la santería que en la sabiduría –dijo- siendo intencionadamente irónico ya ve usted el éxito que tiene,  ¿Podría explicármelo?  –La espeto con sequedad-

 

  -trabajo muy duro en mi consulta y todo lo que soy se lo debo a un curandero que fue mi maestro es el quien hace las curaciones y los milagros.


-¿Milagros?  ¿y por que no me lo dijo  antes?  ¡Yo necesito un milagro
 Ahora!-  su tono continuaba siendo irónico, aunque estaba nervioso,
Con los ojos oscuros de la mujer morena entrada en años, pero que evidenciaba vitalidad y energía.


-¿Y no le parece ya un milagro, aunque intuyo que son mas, que usted este aquí?  Le dijo la mujer.

 Minutos mas tarde, el terapeuta supo que su consulta sería a partir del lunes, una sala de relajación para los clientes de Lila
Tras sus milagros debían acostarse un buen rato.  No se despidió sin recibir una tarjeta de la mujer que lo despidió con dos besos en las mejillas dejándolo lleno de ideas confusas.


El terapeuta en su casa, trató de mostrarse optimista.

A media noche del lunes, el terapeuta dormía pesadamente por unos tequilas consumidos a manera de cena.
 La música de un cd pirata y la luz de la lámpara de la mesa
De trabajo arrojaban su presencia en el dormitorio que desde hacia semanas era el único testigo de sus noches solitarias.
 Los sueños del terapeuta no fueron placenteros ni su
Organismo toleraría mas bebidas alcohólicas; a la mañana siguiente el terapeuta se cuestiono en sus propios términos.
 
 Derrumbado, tuvo que recogerse a si mismo, y subirse en un taxi para acudir al servicio de urgencias del hospital mas cercano se encontraba bastante mal.

  El psicoanalista sufría de:
Hipertensión, colesterol malo, ulcera de estomago y “algo mas” lo sabremos una vez que tengamos todos las analíticas, -le dijo el doctor-
 Su tarjeta de crédito había sido anulada, sus otras tarjetas estaban
Suspendidas y solo gracias a la cuenta de "su" círculo psicoterapéutico pudo salir airoso de la clínica.  Lo peor fue que a pocos metros de la salida el terapeuta perdió la conciencia, por una subida fuerte de la tensión arterial además de la cifra astronómica de la factura.


En su inconciencia, se vio en los brazos e una bella mujer; todos sus colegas lo rodeaban con empatía.
 
 El se sentía seguro y sereno, y de repente una inmensa montaña surgía de la nada amenazando con aplastarlos a todos.

 El terapeuta quiso escapar...
  Al agitarse, se precipitó a tierra; al incorporarse 
 Vio horrorizado a sus maestros e ídolos transformarse en roca primero y polvo después.

El terapeuta fue dado de alta esa misma tarde, bajo los efectos de un fuerte   sedante se marcho a su casa e intento dormir.

 Lleno de frustración, necesidades y dos o tres términos más, hasta que lo venció el sueño sumergido en su inconsciente.

 Mientras analizaba lo que debía hacer un hombre de cuarenta años,
 Padre de dos niños hiperactivos, con problemas en la
Universidad -por el debate y guerra truculenta entre psicoterapeutas de distintas escuelas...
Para sobrevivir un divorcio inminente.

Nada mejoró para el terapeuta:  su mujer habló de divorcio, planteó fechas, responsabilidades legales.

 El terapeuta ansiaba lo que se negaba a asumir de la enfermedad, del bolsillo, del dolor de la pérdida, de la cabeza, como cualquier vecino más, su ser sufría y carecía de  sentido teorizar sobre ello:  sufría, y sufría a su manera.

  El terapeuta decidió consultar con Lila, la
Bruja de los milagros.

Tal vez esta consulta pueda ser el inicio de una nueva vida total tampoco –se dice- tengo mucho que perder.

 

 

©Carmen María Camacho Adarve

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