Disparando versos
Abro los postigos a la nostalgia, la realidad golpea los cristales, a veces, lleva en su bolso una cuenta olvidada, tres monedas y una manzana. Estoy detenida entre versos de en un poema ácido, que nació al verme engañada por reptiles humanos.
He cerrado las ventanas por desencanto, el piso tiene aire de invierno.
Y los personajes de mis cuentos, escondidos en las repisas de libros, Hacen guiños a la mañana, Opinando luz, ignorando mi abandono.
Cruzo rápido la calle, evitando la primavera; De un marzo delirante, ensimismada en el silencio de mi alma, disparo versos con los ojos y decido pasar inadvertida más que antes.
©Carmen María Camacho Adarve
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