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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

Cartas

Cartas

La poeta a veces para mitigar la soledad se reúne con sus amigos, para tomar helado de chocolate y jugar a la brisca. Las cartas están marcadas y muy gastadas nadie quiere apostar mucho a no ser que tenga tres ases para ganar al contrario. La poeta se sienta en un viejo sillón desde donde observa como sus amigos; se quitan las cartas de las manos, intentan hacer trapa, debajo de la mesa, y guardan con avidez las monedas en los más oscuro de sus bolsillos. La poeta en ese punto nota una ligera vacuidad al mirar a todos los que quieren ganar a cualquier precio, sea como sea, a pesar que lo ganado no les sirve de gran cosa. A esta poeta no le pasa lo mismo y ganar por ganar me deja fría.

Venga Leo raparte las cartas y escupiendo gritos como un loco en todas las esquinas de la ciudad. Grita fuerte sobre la geometría de cemento impuesta por el ingenio, el arte, la cultura y la creatividad de los ayuntamientos, que lentamente han asesinado el palpitar de las calles, a saber por que, ten presente Leo que hace mucho tiempo murieron los pajarillos. No temas nunca decir lo que piensas ni lo que sientes si te apetece decirlo. La derrota solo es otra cara más de ti mismo. Aunque no seas capaz de enfrentarte con ella ante tu propio espejo. Debes pensar que son muy pocos los que tienen una sola cara y que la mayoría de la gente tiene mas de cinco. Por eso no importa si no eres un ganador ya que aun no has averiguado que te va a servir ganar. Olvídate Leo de ensalzar las frases hechas trabajosamente aprendidas, ninguna de ellas es capaz de responder a cualquiera de tus trece preguntas. Fueron hechas por personas que nunca necesitaron respuestas. Ten completa seguridad que la primera persona que cedió parte de su poder y soberanía a otra persona no dejo de arrepentirse jamás, ni un solo momento.

María, no hace falta que escondas tus cartas bajo la mantelería, no vale la pena que hagas trampa, ya que tus amigas serán las primeras en delatarte. Cuando se enteren que te has guardado todos los ases.

Echa las cartas Leo, no pienses en lo que sucede fuera de la luz de tu lámpara y no te concierne. Deja a otros que ponga palabras explosivas con mecha o sin ella en las mesas ovales de universidades y ministerios de cultura. Deja que lo hagan aquellos que se creen capaces de arreglar el mundo haciendo ruido de palabras. Los que no conocen la seguridad profunda que da el silencio. Tolerante con los valores de los demás. Da las cartas Leo piensa que los poseedores de la verdad son personas como tu, como yo, a pesar de su permanente tendencia a disfrazarse de otra cosa. Y no escribas nunca una comedia que nadie será capaz de comprender salvo dos chiquillas eternamente solas y ficticias de segunda fila. No llores Mari que se te corre el rimel y te vas a poner hecha una facha de las cartas. Leo no hagas la guerra, pide la paz, por que a ti no te gusta la guerra, son otros los que quieren luchar en tu contra. Desde que se han dado cuenta que no te gustan sus corbatas, ni sus carteras, ni sus bolsos de piel. Mari ¿Quién te lo ha regalado? ¿Te lo has comprado tú? –Me gustaría- tener uno como ese pero de imitación no es cuestión de que vayamos iguales seria literalmente un corte de cartas. Leo si quieres haz la guerra, si no quieres no hagas el amor. Y sobre todo procura no pensar en tus sueños de niño que nunca pudo conseguir una bicicleta.

La poeta a veces se junta con sus amigos y les cuenta sus proyectos. Esta poeta sabe bien que son cosas irrealizables y me resigno. El precio de mi alma es absurdo.

©Carmen María Camacho Adarve

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