César
Érase una vez un gobernante de una familia poderosa. Gracias a la influencia de su familia pudo gobernar el imperio más poderoso de la tierra.
La vida licenciosa del joven emperador encontraba siempre la oposición de su Madre. Su apellido corto fue ampliamente conocido en todo el mundo.
No muy alto, blandengue con la mirada perdida, estrabismo, vinculado a un 6 de Julio, aficionado a los deportes y a manejar los aparatos de guerra más modernos, a pesar que siempre eludió en participar en los actos de guerra del Imperio, como habían hecho sus predecesores.
Inició una etapa de gobierno caracterizada por las pasiones amorosas, teatrales y el alcohol.
Un espectacular acto de terrorismo. Que duro unas semanas, a pesar del terrible impacto que produjo en el mundo.
Fue uno de los ataques más importante que sufrió el Imperio, tremendas columnas de humo en la ciudad mas cortejada por unos y odiada por otros.
El se encontraba afuera y aunque tardó en llegar, se apresuró a tomar las medidas oportunas de protección de las familias que habían quedado sin hogar ni medios de vida.
Además de los más importantes edificios, conocidos como el “Templo” y el Capitolio, manda levantar construcciones provisionales para acoger aquella multitud que quedó sin recursos. Hubo quien apunta como culpable al propio emperador.
Cuando la tormenta estalló en forma de critica recurrió a la teoría de la conspiración.
El César del Nuevo Imperio buscó culpables y acuso a los venidos del mundo árabe de tal magnicidio.
Estos fueron perseguidos y declarados enemigos del género humano.
Los ataques cambiaron al Imperio y en las palabras del Nuevo Cesar, “en nuestra aflicción e ira hemos encontrado nuestra misión y nuestro momento”.
El César declaró la guerra contra el terror y ha designado como prioridades de su administración, la victoria en la guerra contra el terrorismo y la promoción de las libertades humanas. Desde ese momento el emperador inaugura un régimen de terror con numerosas condenas y confiscaciones, lo que motivó la organización de muchos frentes que se opusieron a sus desmanes.
Todos los participantes fueron ajusticiados y perseguidos. La extravagancia y la dureza de su gobierno llegaron hasta límites insospechados: invadiendo otros países que pagaron las ansias de poder de sus acólitos.
Entre ellos hubo un conocido Hispano que estuvo siempre a su lado como Burro y guiados por el poder económico del momento.
Muchos Británicos e Hispanos, a pesar de sus gobernantes, se opusieron a sus deseos de venganza. Pero el Imperio no solo representaba al poder, sino también a la cultura occidental y el progreso.
Esta Historia ocurrió en el año 68 de nuestra era, cuyo abominable emperador fue conocido como Nerón.
Claudio César Druso Germánico
Nacionalidad: Roma
Anzio 37 - Roma 6-7-68
Educado por un Hispano, Séneca, amigo de Burro, fue la excusa para que por primera vez se persiguiese a los cristianos, que según parece habitaban en los lugares donde comenzó el incendio y no fueron ajenos a este acto de rebeldía contra el imperio.
El "Templo" de Júpiter construido sobre el "Capitolio" fue destruido por el "Incendio de Roma"
¡Es increíble lo que nos enseña la Historia!
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