EL CAMINO DE JAÉN (Publicado ayer en Diario Jaén)
Por Carmen María Camacho Adarve
Jaén oculta y desconocida bajo un cielo de cigarras. Jaén, donde el olivo tiene azahar en su cresta de espuma y lágrimas de sal en la arquitectura antigua de su tronco. ” Con realidades de pan y aceite. Como marineros de un mar de olivos, mirando al cielo como los marinos de donde tiene que llegar “el pan nuestro de cada día”.
Un bosque de olivos perdido en un Jaén, y retratado en una fotografía del recuerdo. Ciudad cargada de palmeras que según cuenta la leyenda plantaron los ángeles. Desde lejos cubierta por un polvo suspendido en pólenes de hiervas aromáticas, mezclándose con el atardecer de olivos, de un ocaso crepuscular.
Parece que, ella, en su horizontalidad quisiera esconderse y así la tierra y los olivos la cubrieran. En las cálidas noches de verano para no ser vista por ingratos visitantes, bajo un cielo de cigarras. Cuando la luna llena se derrama encima del silencio de la tierra, de los olivos blancos. Va cantando el agua de la acequia, entre los olivos, que despacio camina Jaén, que despacio, con sus campos de olivos y sus cortijillos blancos.
0 comentarios