ABRIL PARA NACER ABRIL PARA MORIR (Publicado en Diario Jaén)
Por Carmen María Camacho Adarve
En la plaza de Santa María, la tarde medio vacía se quiebra bajo un cielo sombrío de abril y se pierde por las altas torres de la Catedral luego se desdibuja por las esquinas donde quiere regresar una primavera que eriza el aire de aristas de lluvia reciente. Se termina la luz apurando su rescoldo, queda en el aire la muerta claridad, es el anochecer, es la ausencia del día. En una Jaén, agrisada, donde los autobuses amarillos se deslizan por las calzadas como si escaparan del atardecer. Como lo cárdeno y lo gris donde ya la noche se desborda por la plaza demasiado grande y se van encendiendo las farolas con una luz que es luz que no alumbra a nada ni a nadie. En ese momento funeral en que algo en el alma duele.
Y en la urgencia de la noche, uno deshoja margaritas como cuando en otra primavera estaba enamorado y quiere rimar azar y vida... La margarita Thatcher nos está deshojando a todos en este mundo absurdo donde el dinero enfoca y desenfoca a sus anchas a la población... Y la población se diluye como ondas de humo en la boca de Sara Montiel y Bigas Luna apaga la cámara o quizá la enciende para rodar desde cielo una toma falsa de esta vida tan seria...
Y cuentas las seis letras de palabra muerte .Y piensas que si una mano absurda, la dejara caer al suelo desde lo alto del azar donde descansa para, en un folio en blanco, hacerla rimar, la primera palabra que vendría a su auxilio sería, claro, la palabra "suerte". Porque efectivamente, en la lírica como en la vida real, la suerte rima con la muerte o ésta con la primera. Hoy, 9 de abril, en la marea de la cotidianidad he leído en el periódico la noticia del fallecimiento de José Luis Sampedro, el hombre que humanizó a la economía y desnudó la inmundicia del discurso liberal...
Bigas Luna = Cierto modo de entender el cine.
Sara Montiel = Cierta manera de vivir el cine.
Margaret Thatcher = Estrella polar del sistema económico liberal que rige el mundo.
José Luis Sampedro = La humanidad en persona.
¿Te parece casual?
Pues no lo es.
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