La infanta Margarita de Austria a los seis años por Carmen María Camacho Adarve (escuela de Veláquez)
Por deseo expreso de la familia y ayudado económicamente por los hermanos del padre el joven Picasso viaja a Madrid en el otoño de 1897, ya que allí estaban como profesores Muñoz Degraín y Moreno Carbonero e inicia estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la vez que participa de la vida de la ciudad, acudiendo a los cafés, paseando por las calles y frecuentando sobre todo el Museo del Prado, donde descubre la pintura española del Siglo de Oro: Velázquez, El Greco, Murillo o Goya. La obra de algunos de estos artistas le serviría de inspiración más de una vez en el futuro, tanto como motivo central de sus lienzos (el gran conjunto de obras dedicadas a Las Meninas en 1957), como para el desarrollo de sus más emblemáticas series de grabados, de las que es buen ejemplo la Suite 347, datada en 1968, y en la que una Celestina de ascendencia goyesca aparece en repetidas ocasiones como personaje fundamental del relato.
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