UN MARQUES QUE SE HIZO A SI MISMO
Era un hombre corriente, una vida común, amante de las mujeres; alto corpulento poseía una hermosa voz de flauta cierta sonrisa sardónica y mefistofélica funcionario de hacienda; trabajaba sus horitas… y a pasear y siempre que terminaba sus paseos…intrigantes, a saber, regresaba a su casa. Una vida común.
Aquella mañana mientras acudía a su trabajo, algo paso por su cabeza deshizo lo andado y regreso a su apartamento de soltero. Entro en el y corrió a su dormitorio abrió el armario y busco sumergido en el, mas bien engullido, por el desorden de ropas.
Emergiendo de el, con varios pantalones vaqueros, un par de jerséis, y cazadora gastada, se colgó a la espalda una mochila con algo de víveres y una vieja manta. En el ascensor toco el botón del parking, cuando estuve en el, desempolvó su moto Houston 125
Arranco… carretera y manta. Durante días condujo por pueblos perdidos de la mano de Dios, solo paraba para reponer el combustible, viandas y a dormir en cualquier Fonda. Hasta que una tarde…
Sus deseos de verse coronado con arrestos aristocráticos habían concluido considero que su abuelo lo nombro a los seis años marques y fundador de Posadas Ricas ¿cosa menos noble? En la Ermita pidió fuera atendida su petición con escudo, cimera y lambrequín y de nombre Don Florencio Macias hincando la rodilla frente al Altar – dijo- este marquesado no reconocerá más dignidad ni dará más honores que aquellos que brotan de mi virtud y mérito. No podrán usarse otros títulos, so pena de inmersión en pasta de celulosa hasta el mismísimo morir, e introducción oral de lambrequín al rojo vivo.
“ por los siglos de los siglos amén".
©Carmen María Camacho Adarve
(Cuentos del Marques de Posadas Ricas)
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