MI AUTORRETRATO POR EDUARDO OWEN

 

Mi rostro nace en la prominente quijada

Que cuelga de mi boca

La barba gris que ahora exhibo llegó atrasada

A vivir sobre la piel de mi cara

 

Mis ojos quitados de bulla

Ahora muy pequeños

Entregan sus miradas

Desde el fondo de dos volcanes oscuros

Apagados

 

El promontorio que es mi nariz

Su puente

(Nunca cruzado por nadie)

Y el reverso de mis orejas

Han tenido que soportar

A varias decenas de gafas

(Pasajeras sin billete)

Por más de sesenta años

Entre el amanecer y la noche

De cada uno de mis días

 

Mi frente

Campo abierto desde siempre

Hace ya un par de décadas

Que dejó de conversar con mi cabello:

 

Éste se retiró a vivir en el tiempo

Junto a mis amores juveniles

Y al “rock and roll” bailado con brío

 

Mi cabello

Que nació rubio

Oscurecido por el soplar de los años

Hoy es casi inexistente:

 

Lo que de él queda

Es gris como las nubes llenas de agua de tormenta

Que en este momento corren de oeste a este

Sobre mi cabeza

 

Mis orejas

Alas inertes de mariposas viejas

Puntiagudas

Como las del Peter Pan de la película de Walt Disney

Apuntan con pereza

Hacia el espacio abierto

En busca de notas musicales suaves

Que escuchar en sus oídos medios

Antes de permitirles la entrada

A mi espíritu

 

Este es mi autorretrato

Pintado hace ya más de treinta años

Por lo que había llegado

Y se había ido de mi vida

Dejando sus profundas huellas

En más de medio siglo…

©EDUARDO OWEN