Mendigo
NIÑO MENDIGO
Una vez paseaba por el mercado con mi madre. Vi a un niño entre los puestos de frutas, verduras, animales, y especias llevaba una pernera del pantalón arremangada, le faltaba un pie. Llena de conmiseración infantil pregunte a mi madre: ¿madre como ese niño ha perdido un pie? -Ella me dijo.
-Es un niño mendigo, a quien seguramente su madre le corto la pierna cuando era un recién nacido porque ella quería que fuese mendigo.
-Madre ¿me das una moneda?
Ella me la puso en la mano y fui en su busca. Al acercarme el niño se echo hacia tras mostrándome el muñón que le sobresalía por el pantalón. Detrás de unos puestos salios una niña gateando con sus pequeñas manos sucias sujetaba un plato. Me miro sonriéndome dejando el plato sobre el muñón del niño al poner la moneda en el plato la niña no dejaba de tirarme del abrigo. Choque con el plato, que dio al niño en el rostro, haciendo que le sangrara el labio por el golpe. La niña aplaudía y reía. El niño con el labio sangrándole intentaba coger la moneda que rodaba por el suelo perdiéndose entre el bullicio del mercado.
Me quede infinitamente triste con ojos llorosos y llenos de pánico pedí a mi madre una explicación de lo sucedido –dijo-
-Son personas que en ningún se sienten cómodas ni en su casa. Van deambulando de ciudad en ciudad de pueblo en pueblo. Los hombres no trabajan, las mujeres tampoco, pasan todo el día sentados. El niño es el único capaz de alimentarlos. Si no fuera por el; serian capaces de morir de hambre en cualquier; calle, banco, plazas, estaciones. En las estaciones de trenes. Así cuentan que las madres llevan a sus hijos recién nacidos a un bosque y le cortan un brazo o una pierna. Si el niño muere abandonan su cuerpo en el bosque. Si sobrevive cuando son de pecho los llevan en brazos y sentadas en las aceras piden limosna cuando ya son capaces de andar los envían a las calles solos a mendigar.
Una vez paseaba por el mercado con mi madre. Vi a un niño entre los puestos de frutas, verduras, animales, y especias llevaba una pernera del pantalón arremangada, le faltaba un pie. Llena de conmiseración infantil pregunte a mi madre: ¿madre como ese niño ha perdido un pie? -Ella me dijo.
-Es un niño mendigo, a quien seguramente su madre le corto la pierna cuando era un recién nacido porque ella quería que fuese mendigo.
-Madre ¿me das una moneda?
Ella me la puso en la mano y fui en su busca. Al acercarme el niño se echo hacia tras mostrándome el muñón que le sobresalía por el pantalón. Detrás de unos puestos salios una niña gateando con sus pequeñas manos sucias sujetaba un plato. Me miro sonriéndome dejando el plato sobre el muñón del niño al poner la moneda en el plato la niña no dejaba de tirarme del abrigo. Choque con el plato, que dio al niño en el rostro, haciendo que le sangrara el labio por el golpe. La niña aplaudía y reía. El niño con el labio sangrándole intentaba coger la moneda que rodaba por el suelo perdiéndose entre el bullicio del mercado.
Me quede infinitamente triste con ojos llorosos y llenos de pánico pedí a mi madre una explicación de lo sucedido –dijo-
-Son personas que en ningún se sienten cómodas ni en su casa. Van deambulando de ciudad en ciudad de pueblo en pueblo. Los hombres no trabajan, las mujeres tampoco, pasan todo el día sentados. El niño es el único capaz de alimentarlos. Si no fuera por el; serian capaces de morir de hambre en cualquier; calle, banco, plazas, estaciones. En las estaciones de trenes. Así cuentan que las madres llevan a sus hijos recién nacidos a un bosque y le cortan un brazo o una pierna. Si el niño muere abandonan su cuerpo en el bosque. Si sobrevive cuando son de pecho los llevan en brazos y sentadas en las aceras piden limosna cuando ya son capaces de andar los envían a las calles solos a mendigar.
6 comentarios
Liliana -
vi -
carmen -
gracias.
saludos
Roselia -
carmen -
aclaramelo por favor
saludos
vi230850 -