Laudes
LAUDES
El hermano Amador notó que por el ventanuco de su celda entraba un suave calor.
Demasiado tiempo había pasado torturado por la decisión eran demasiados años para arrojarlos y estrellarlos. Tenía miedo.
El Silencio de Dios...
Acercó la silla a la pared y se subió en ella. Contempló la luna menguante, muy por encima del horizonte.
El hermano Amador en su cuarto menguante. Sabía con certeza que la luna cuando, mengua, calla, la luna va medio dormida...
Si acaso se le escucha cantar una canción. Una tenue melodía triste en tono menor.
Y cuando la luna esta en creciente es ruidosa y potente. Pegado a los barrotes de su celda, la cara vuelta al paisaje.
Pensaba que no era imposible que Dios comprendiese aquella pequeñas cosas que herían el alma de el hermano Amador. Y había noches del alma -que pensaba-, que Dios le hablaba y él lloraba.
El hermano Amador notó que por el ventanuco de su celda entraba un suave calor.
Demasiado tiempo había pasado torturado por la decisión eran demasiados años para arrojarlos y estrellarlos. Tenía miedo.
El Silencio de Dios...
Acercó la silla a la pared y se subió en ella. Contempló la luna menguante, muy por encima del horizonte.
El hermano Amador en su cuarto menguante. Sabía con certeza que la luna cuando, mengua, calla, la luna va medio dormida...
Si acaso se le escucha cantar una canción. Una tenue melodía triste en tono menor.
Y cuando la luna esta en creciente es ruidosa y potente. Pegado a los barrotes de su celda, la cara vuelta al paisaje.
Pensaba que no era imposible que Dios comprendiese aquella pequeñas cosas que herían el alma de el hermano Amador. Y había noches del alma -que pensaba-, que Dios le hablaba y él lloraba.
6 comentarios
carmen maria -
Saludos.
the rage -
the rage -
the rage -
the rage -
Octavia -