del sabido engaño
DEL SABIDO ENGAÑO
Aún después de que la ventana había abierto, y mirado la puerta,
los ojos del sabido engaño...
Así, como después de que el fuerte árbol
quebrantado por los poderosos vientos,
como velas enredadas, al mar,
las tempestuosas olas cubrían sin oponer resistencia
a el leño viejo que temblaba.
Aún después de que la ventana había abierto, y mirado la puerta,
los ojos del sabido engaño...
Así, como después de que el fuerte árbol
quebrantado por los poderosos vientos,
como velas enredadas, al mar,
las tempestuosas olas cubrían sin oponer resistencia
a el leño viejo que temblaba.
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