El tranvía como instrumento electoral , blog El Tranvía

 

Lunes, 17 de Enero de 2011 19:12 Manuela Rosa  

 

Presentación del tranvía el 16 de diciembre en Vaciacostales. Foto: Agustín Muñoz

El primero de los cinco trenes tranviarios que llegó a la capital con tanto secretismo lleva un mes escondido y guardado en su cochera. Fue trasladado desde Madrid con medidas de seguridad extremas y, sobre todo, oculto bajo una funda de lona que costó más de un disgusto a los técnicos de Alstom (la empresa que los construye) que tuvieron que idearla para que nadie lo pudiera ver. Los cuatro restantes esperan en Madrid a recibir la llamada del Ayuntamiento de Jaén para que ordene su envío a la ciudad jiennense. Están totalmente terminados, tienen hasta el Lagarto de la Magdalena impreso en su cabecera, pero lo cierto es que nadie los reclama. Nada se sabe del traslado, pero lo seguro es que ya no vendrán envueltos, sino que cualquiera que pase por Despeñaperros tendrá la oportunidad de verlos en vivo y en directo.

 

Lo curioso es que un instrumento electoral de tanta envergadura no sea aprovechado, ya, por quienes impulsan su puesta en funcionamiento. No es de recibo que las obras estén terminadas y que aún el tren no esté ni siquiera en pruebas. Bueno, sí es de recibo, pero es incomprensible. Si el objetivo de la alcaldesa, Carmen Peñalver, es que el tranvía circule con normalidad antes de las elecciones municipales de mayo, ya va tarde. Otra cosa es que pretendan retrasar su apertura para evitar un descalabro electoral. Algo parecido ocurrió en Tenerife. El Cabildo tenía previsto poner en marcha el tranvía para las elecciones, pero, a tenor de la accidentalidad que se produce en el primer mes, decidió posponer su estreno para no enturbiar aún más el panorama político. La verdad es que le salió bien la jugada, pero las circunstancias de entonces no son las de ahora.
Que el tranvía esté guardado en las cocheras de Vaciacostales, insisto, es incomprensible. Si el PSOE quiere rentabilizarlo políticamente puede hacerlo. El PP ya lo está haciendo, con una campaña que llegará al corazón de los hogares jiennenses con medias verdades que pueden hacer mucho daño. El tranvía no tiene que estar en circulación para sacarle rédito político. Hay multitud de iniciativas que se han hecho en otras ciudades y que no sólo sirven como instrumento electoral, sino que ayudan a que los ciudadanos aprendan a convivir con un medio de transporte que revolucionará la capital. La advertencia es clara: si las herramientas no se utilizan, se oxidan. 

 

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