ABDUCIDO POR LA NADA POR Raïd Hilal

ABDUCIDO POR LA NADA POR Raïd Hilal

 

 

Ofrezco el mismo corazón de ayer y de mañana

Distintas espadas en distintos tiempos en distintos lugares se posan para clavarse en el

Siento lo mismo a la vez que la lluvia cae en mis ojos para hundirse en la tierra

Una vez más me siento perdido, me siento caminando hacia lo desconocido

Y me pregunto siempre ¿cuando aparecerá?, ¿cuando llegara la calma?

Después de cada tempestad ruego a los cielos,

Ruego a aquellas nubes grises,

Ruego a los truenos que desaparezcan para que mi alma vea el sol

Las espinas hacen que mis pasos descalzos y firmes en un sueño de color alegre se tiñan de tristeza

De momentos en los que siento la necesidad de desaparecer,

Perderme en la oscuridad de la noche.

Desear ser deseado, amar esperando ser amado, recordar sin ser olvidado.

Me duermo y las pesadillas florecen durante la madrugada,

En ellas vivo sueños rotos delante de espejos que no reflejan mi carcajada.

Me despierto y sigo soñando, sigo deseando, sigo rogándole a las nubes que desaparezcan para dejar paso al sol,

Y que las sonrisas invadan mi boca.

Cuerpos ajenos, conquistan y dan la falsa esperanza a mis deseos y a mi cuerpo.

Mi piel confunde a mi corazón, haciéndole viajar a las pasiones de obras de teatro,

De aquel amor inventado, de aquel amor que no existió,

De aquel amor que en vidas venideras existirá.

¿Que brújula me guiará? ¿Quién me cogerá de la mano para llevarme al reino de las risas?

Cuando mi reloj se apague en esa hora, en ese minuto,

En ese segundo donde mis latidos deprisa empezaran a sonar

¿Quién es el amor que cegara mis ganas de vivir,

Lejos del temor de perder la existencia,

de aquel que pierde la razón?

Cantando palabras pronunciadas en mis labios por un gesto, por un puñado de caricias.

En mi lecho, imagino mirando al techo una visualización real,

Siento el calor de otros físicos y lloro una ausencia.

El dormir me abandona, la noche, las mañanas, lo largo de un día cortando complejos,

Solo es un escondite para no ver, para no buscar aquella sombra

Que acompaña al imán de la mirada que penetrara mi pecho adentrándose en mis pensamientos, ahogando mi respiración.

Nudos en la garganta me impiden expresar las palabras deseadas.

Quiero temblar viendo un rostro cerca del mío, quiero tocar el cielo sin las yemas de mis dedos,

Vivir la noche a solas con aquella brújula guía, con aquel ser que me cogerá de la mano para llevarme al reino de la felicidad.

 

 Raïd Hilal