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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

Patricia Díaz Bialet: diálogo con una joya de la poesía argentina

 

 

Una mujer talentosísima: escritora, ejerce el periodismo cultural, recibió numerosos premios. Bisnieta de Juan Bialet Masé, por quien Sergio Iglesias, basándose en su Informe, realizó la película “Bialet Massé, un siglo después”. Fue Secretaria de la Asociación de Poetas Argentinos. Su encuentro con Atilio Jorge Castelpoggi fue decisivo en su poesía. Admiradora de Vicente Huidobro, de Alejandra Pizarnik. Habla sobre la estupidez de los argentinos, sobre la injusticia, sobre su bisabuelo, los “ismos”, la vanguardia, el papel del escritor; sobre la crítica, sobre el trabajo de “escribir”, sobre el amor. De mujer a mujer, un diálogo exclusivo para Salta 21, desde Buenos Aires.

Le propuse a Patricia Díaz Bialet realizar una entrevista y me la dio gustosa, amable, serena y cordial. Conocí a Patricia a través del correo, cuando yo conducía el Programa El Público (por FM UNsa, sobre Crítica de teatro, 2003 a 2006). Ella lo hacía en El descubrimiento junto a dos grandes: Juano Villafeñe y Jorge Dubatti. Intercambiamos información sobre nuestros programas. No tengo el placer de conocerla personalmente. Leí algunos de sus poemas, me enteré sobre la publicación de su libro El amor es una pluma de mercurio, (2007) y sobre el documental Bialet Masé, un siglo después, (2006) , además de otras tareas que realiza la escritora para difundir las letras argentinas. La idea sobre ella se resume en una palabra: Inteligencia.

¿Cuántos libros de poemas has publicado y cuál es la temática básica de tu poesía?

Publiqué siete libros de poemas de mi autoría y una traducción de un libro de poemas de una escritora estadounidense. Son los siguientes: Los Despojos del Diluvio, Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1989, Editorial Vinciguerra (1990). Testigo de la Bruma, Mención Honorífica en el Premio Bienal de Poesía Argentina de la Secretaría de la Función Pública de la Nación y el Fondo Nacional de las Artes 1991, Editorial Vinciguerra (1991). La Penumbra de la Luna Llena, Segundo Premio en el Concurso Fundación Inca Seguros 1992, Editorial Vinciguerra (1993). La Dueña de la Ebriedad de la Rosa, Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1993, Editorial Vinciguerra (1994). Los Sonidos Secretos de la Lluvia, Mención Honorífica en el Primer Certamen Nacional de Poesía Papiros del Siglo XX, Editorial Plus Ultra (1994). El Hombre del Sombrero Azul, Editorial Dunken, primera edición (1996), segunda edición (1998). Papeles de Resurrección, versión en castellano de Resurrection Papers, de la poeta estadounidense Heather Thomas, Editorial Vinciguerra (2004). El amor es una pluma de mercurio, Las Otras Palabras (2007).

Creo que la temática de mi poesía contiene tantos temas como los que me afectan a diario: el sentido de la vida, del amor, de la muerte, de la injusticia, la soledad, la niñez, la memoria, la permanencia de ciertos recuerdos y el olvido de otros, el placer que somos capaces de sentir y de hacer sentir, la denuncia de lo que considero aberrante. La poesía me ayuda a conocerme más, a contactarme más profundamente conmigo misma, con los demás y con lo que me toca vivir.

¿Quiénes te leen, cuál creés que es el lector que privilegia elegir a Patricia Díaz Bialet?

Por lo que tengo entendido me leen personas de diversas edades, gente del ambiente literario, estudiantes de escuelas, y también -esto lo valoro profundamente- personas que no cultivan la poesía regularmente. A veces una teme ser leída solamente por escritores y así quedar recluida en el ámbito literario o intelectual. Es muy gratificante ser leída por los pares y recibir críticas u opiniones de personas que están trabajando en el mismo arte, pero también es atractivo ser leída por quienes no tienen una gran experiencia en el campo de la poesía.

¿Cómo se ve hoy la poesía entre los círculos sociales, entre los intelectuales y entre la gente común?

La poesía es muy respetada en los círculos de intelectuales y de gente que está en contacto permanente con el arte. En otro tipo de círculos, muchas veces se tiene por la poesía y por el poeta cierto respeto mezclado con algo de desconocimiento. Digo “desconocimiento” porque la poesía no goza de una gran difusión: los medios masivos de comunicación no se ocupan de ella como, a mi entender, debieran. Quizás quienes los dirigen piensan que la poesía no es redituable y que sería aburrido poner una cuota de poesía en el medio o -si ya la hay- aumentar esa cuota de poesía. Creo que es un prejuicio y que eso no sucedería.

Si la poesía es de valor -pensemos en un Jaime Sabines, en un César Vallejo, en una Emily Dickinson, en una Edna Pozzi, en un Enrique Molina, en una Alejandra Pizarnik, por decir algunos nombres, es sumamente atractiva, placentera, enriquecedora y necesaria. La poesía nos hace reflexionar acerca de nosotros mismos y de nuestro mundo, nos ayuda a replantear ideas, nos penetra en lo más profundo para modificarnos, nos hace más inteligentes, más sensibles, menos indiferentes. Por eso digo que es necesaria. Muchos poetas trabajamos para que la poesía se difunda en todos los ámbitos, pero los medios masivos de comunicación no nos ayudan. No así los medios comúnmente llamados “alternativos”: existen revistas, diarios, radios, que hacen una labor estupenda para desarrollar en nosotros una mirada crítica, capaz y sensible acerca de la realidad.

¿Qué libro te impactó más, hacés un cruce con algún tema de él?

Una de las lecturas más impactantes que tuve fue la de Altazor, del poeta chileno Vicente Huidobro. Recuerdo que la lectura de Altazor por primera vez a mis dieciocho años me sacudió de tal forma que muchas cosas, hasta entonces inamovibles en mis poemas, -yo escribo desde que tengo ocho años- se modificaron radicalmente.

Otra de las lecturas muy enriquecedoras fue la de los poemas de Olga Orozco. Hay en su poesía una sensación de bosque tupido y profundo que fascina cada vez que una lo penetra, y, más formalmente, su manejo de la sintaxis es maravillosa.

Me conmovió lo descarnado, lo tan en el límite que caracteriza la poesía de Alejandra Pizarnik y me sigue sorprendiendo su maravilloso empleo de la síntesis. Otros grandes impactos fueron la contundencia en el decir de César Vallejo, la fastuosa frondosidad de Pablo Neruda, la sabiduría de Jorge Luis Borges.

No sé si podría llamarse cruce a la influencia que puedo tener de algunos de estos autores. Los poetas muchas veces hablamos de temas similares, porque nos suceden cosas similares y por momentos una se ve más identificada con tal o cual poeta o con la relación que ese poeta tiene con la poesía. Más que cruce, parecería existir un hilo casi invisible entre la fibra más íntima de un poeta y la fibra más íntima de otro poeta, no importa que no sean contemporáneos, que uno esté muerto y el otro vivo. Allí quizás podría estar ese cruce que vos mencionás.

Como te dije, comencé a escribir a mis ocho años, cuando casi ni lecturas tenía. Seguí escribiendo a lo largo de toda mi adolescencia, pero fue a mis dieciocho años que decidí asistir a un taller literario dirigido por el maestro Atilio Jorge Castelpoggi y ese primer encuentro con los grandes poetas de todos los tiempos que él nos sugería leer fue lo decisivo en mi poesía.

¿Pensás que la academia está lejos de la realidad y tenemos que ser autodidactas?

En poesía el ser autodidacta es muy común. No existe la universidad ni el instituto ni el curso que enseñe a escribir poesía. “Nadie puede enseñar a escribir,” dice Abelardo Castillo, “solamente se enseña a corregir”. Una se hace con las lecturas, con el trabajo individual o grupal en un taller o sola en su casa. Cada persona lo hace como quiere o como puede. Y este aprendizaje no culmina, sino que es permanente, nos acompaña toda la vida. Yo, por ejemplo, hice taller literario durante casi diez años y en ese taller -que era más que un taller un grupo de trabajo- compartíamos nuestros poemas y recibíamos críticas, comentarios, correcciones, de los compañeros poetas. Y así, entre otras cosas, aprendí a no creerme la mejor poeta del mundo, ni la única. El grado de engreimiento que a veces se puede tener es peligroso y el contacto con los pares ayuda a hacerse más objetiva con la propia obra, y a valorar más el trabajo que requiere un poema para llegar a ser un poema digno, verdadero, de valor.

Conozco poetas que jamás han concurrido a ningún tipo de taller o de curso y se han hecho prácticamente de manera autodidacta y no por eso son mejores o peores poetas que otros que han participado en algún taller o han estado cerca de algún maestro.

La poesía, de por sí, -tanto escribirla como leerla- nos conecta y nos compromete con la realidad. La poesía no nos encierra en ninguna torre de cristal. El reflexionar en un poema acerca de lo que sucede es una forma de describir la realidad.

Tu incorporación a la radio, ¿es por un deseo de difundir la cultura de las letras argentinas?

La radio te da una posibilidad de difusión realmente interesante. En nuestro caso, FM La Tribu se ocupa muchísimo de enriquecer al oyente por medio de la cultura, del pensamiento crítico. Hay otros medios que parecieran ocuparse de atontar al oyente, al lector o al televidente, y que confían en que cuanto más lo atontan, tanta más mentira pueden inculcarle después.

En cambio en nuestro programa El Descubrimiento, que se emite por FM La Tribu 88.7 todos los domingos de 20 a 22 hs, los tres conductores (Juano Villafañe, Jorge Dubatti y yo) planteamos temas de debate o de reflexión y compartimos esto con los oyentes. Los temas que tocamos tienen que ver con el mundo artístico, cultural, intelectual, político. Las entrevistas que hacemos en El Descubrimiento duran aproximadamente veinticinco minutos, lo cual nos da la posibilidad de profundizar en el pensamiento del entrevistado, de debatir, de cuestionar, de reflexionar. Por mi parte, me molesta la entrevista relámpago que no deja ver con quién se está hablando verdaderamente.

También forma parte del programa El Descubrimiento un micro semanal de poesía. El poema que leo en el micro puede pertenecer a un poeta de cualquier nacionalidad, edad, época, movimiento, etc. Y este micro también comprende un tema musical, cuyo compositor puede ser de cualquier nacionalidad y época. El micro apunta también a la difusión de la poesía y de la música, porque el oyente puede “engancharse” con el poema y luego ir a una biblioteca o a una librería y adquirir parte de la obra de este autor. Siento que el micro puede ser una pequeña semilla. Como dije, el poeta del micro puede ser de cualquier época y nacionalidad: la poesía no tiene fronteras. Yo aquí en Buenos Aires en el año 2007 puedo ser sumamente conmovida por un poema anónimo chino escrito en el siglo V A.C. Por supuesto que tienden a prevalecer las obras de autores nacionales o latinoamericanos, ya que son las que más cerca tenemos y a las que accedemos más rápidamente, pero también leemos poesía escrita en otras latitudes.

Jueves por medio tengo también una columna de literatura en el programa que se emite todas las mañanas en FM La Tribu 88.7 La mar en coche. En esta columna toco temas que tienen que ver con el mundo literario actual, como por ejemplo el Congreso Internacional de la Lengua Española, y temas de coyuntura, por ejemplo, qué es un taller literario, qué tipos de taller literario existen, la traducción literaria y sus complicaciones, por qué y para qué existen los concursos literarios, qué es el plagio. Otro momento de esta columna es la recomendación de libros. Hay tanta oferta en las librerías que, a veces, el que no conoce el campo literario a fondo, puede sentirse desorientado y temer comprar algo que no alcance sus expectativas.

¿Cuál es la estupidez de los argentinos y los moldes que tenemos que romper?

Creo que uno de los prejuicios que habría que quitar en ciertas personas es la idea de que el poeta vive en una especie de nube, de que está en otro mundo, en su torre de marfil, y de que eso no le permite tomar contacto con la realidad. Aunque parezca sorprendente lo que digo, sé positivamente que parte de la sociedad comulga con esta idea. Quizás este prejuicio proviene de una falta de conocimiento acerca de qué es en realidad la poesía.

La sensibilidad se educa, es por eso que la escuela juega un papel tan importante en el niño y en la sociedad. Un chico o un adolescente que jamás ha escuchado algo de Beethoven, que jamás ha leído 20 poemas de amor y una canción desesperada, que jamás ha estado en un teatro observando cómo se transforman los actores, que jamás se ha emocionado con un cuadro, una escultura, una película de valor, difícilmente va a ser un adulto que disfrute y aprenda del arte. Por eso creo que habría que darle a la enseñanza del arte, que sería quizás la enseñanza a disfrutar del arte, un rol más importante del que tiene ahora. Si alguien aprende a obtener goce de una obra artística, jamás podrá decir que “un poeta vive en su torre de marfil”.

Otro prejuicio que habría que erradicar es la idea de que el trabajo artístico no es un verdadero trabajo. Cuando le digo a alguien “Soy poeta”, aparte de preguntarme “¿Qué mas escribís?” o “¿Por qué no escribís narrativa así tus libros tienen más salida?”, me preguntan de qué vivo, de qué trabajo. Claro, se sabe que el poeta no vive de su arte. Habrá muy pocas excepciones. Sin embargo, las muchísimas horas de trabajo de un poeta en la creación y corrección de su poesía no son vistas como horas de trabajo. Una de las primeras frases que escuché en el taller literario fue una muy conocida entre los artistas, perteneciente a Thomas Edison: “El genio es uno por ciento de inspiración y noventa y nueve por ciento de transpiración.”, lo que me dio una idea del esfuerzo, dedicación y tiempo que el escritor debía invertir en su obra.

El trabajo del poeta no es, en la mayoría de los casos, remunerado, pero es trabajo. A veces me pregunto ¿Escribiría yo lo mismo, de la misma manera, si hubiese para mi trabajo de poeta una remuneración? No sé si viviré para comprobarlo.

¿Cuál sería la premisa a la hora de leer un libro?

Hay libros que son para una, otros que no lo son, y otros que no son para una en un momento pero que pueden serlo más adelante. En mi caso, nunca me gustó perder el tiempo. Después de haber leído diez o quince páginas de un libro y de no haber sido conmovida en algo, atrapada, cautivada, concluyo que ese libro no es para mí –al menos en ese momento– y lo dejo a un lado para abordarlo en un tiempo futuro. Por supuesto que hago esto con un libro que considero tiene valor, no con uno que me parece de baja calidad.

Para mí la lectura debe ser algo placentero, puede ser más o menos fácil o difícil, pero debe ser placentero. Hay libros que me obligan a consultar el diccionario bastante seguido, a agudizar mi atención, a re leer para una mejor comprensión, a concentrarme más que otros, pero igualmente esta labor sigue siendo agradable y placentera. El placer no está dado por el grado de dificultad que presente una lectura, sino por la conmoción interna que esta lectura genere en una.

Existe la vanguardia, qué pasó con los ismos y cuál es el perfil del poeta en el siglo XXI?

Pienso que hoy no existe una vanguardia de manera tan contundente como existió en el siglo XX. Sin embargo, cada tanto surgen obras, autores, que se adelantan a su tiempo, que renuevan formas establecidas. Los conocidos “ismos” del siglo XX –cubismo, futurismo, dadaísmo, ultraísmo, creacionismo, surrealismo– han abierto caminos que todavía hoy se transitan. En mi caso, no me canso y creo no me cansaré nunca de re leer la Antología de la Poesía Surrealista traducida por Aldo Pellegrini, por ejemplo. Tengo mucho que aprender de esos poetas y me hace realmente feliz leerlos. Tampoco puedo dejar de leer El Aleph, de Jorge Luis Borges: su mundo es inagotable.

No sé cuál es el perfil del poeta en este siglo que recién comienza. Lo que sí espero o deseo es que la obra de los poetas pueda llegar a ser más leída, más difundida en todos los ámbitos. Inocentemente o no, creo que cuanto más cercano al arte está el hombre, más sensible y en consecuencia menos agresivo se vuelve. Cuanto más poesía se enseñe, se lea, se escriba, tanto más humano se volverá el hombre.

¿Tiene que haber crítica social en la literatura?

Un poeta escribe lo que es. No puede el poeta ser de una forma y escribir de otra. Si mi postura es crítica mi poesía será critica también. Seguramente lo que me preocupa aparecerá en mi poesía más o menos veladamente, pero allí estará presente de una u otra manera. Si nos lastima la pobreza, la falta de justicia, la guerra, la explotación, esto se verá en nuestra poesía.

Uno puede argüir que en medio de una guerra un poeta, para calmar el dolor, podría escribir acerca de un paraíso y así suavizar su experiencia cara a cara con la muerte. Pero la ausencia de la palabra o del concepto “guerra” en el poema escrito en medio de una guerra estaría haciendo notar su presencia. No conozco quien pueda escapar a su realidad.

¿El amor, es ficción, concepto, poesía o leit motiv para la vida?

La poesía (que no es ficción, sino que se asemeja a una autobiografía) se nutre, entre otras cosas, del amor porque es uno de los grandes misterios del ser humano. En “Sueño de una noche de verano” Shakespeare plantea que es tan azarosa la aparición del amor como la desaparición del amor. ¿Por qué alguien se enamora? ¿Por qué alguien se desenamora? Shakespeare lo comprendió bien. Tiene que ver con el azar. No manejamos casi nada de eso.

Argentina y la fuga de cerebros, Argentina y el pasado, Argentina después de la represión: ¿qué pasó con la materia gris?

Para mi creación no sólo vuelvo a mi pasado personal, sino que también vuelvo al pasado de mi barrio, de mi ciudad, de mi país, y desde allí escribo. El pasado para mí es un incesante punto de partida para mi poesía.

El pasado necesita de nuestra memoria. La materia gris de los vivos apuntala la materia gris de los muertos, de los que desaparecieron, de toda aquella generación que fue silenciada. La voz de los que no están continúa viva en los que sobrevivieron, y vuelve hecha canción, poema, cuadro. El arte mantiene presente las ideas y las expone a vista de todos aquí y ahora.

Cada poeta escribe acerca de lo que ha vivido, de lo que lo ha impactado, pero elige el momento de escribir sobre estos temas: no siempre que se atraviesa una experiencia, esto se volcará seguidamente en un poema.. No todo es inmediato. En mi caso, hay poemas que han dado vuelta alrededor de mi cabeza por más de veinte años: el dolor les impedía salir a la luz.

La historia de tu bisabuelo, ¿es un motivo de lucha, de necesidad de contar la historia, de recuperar la memoria o de subsanar?

Me llena de orgullo ser bisnieta de Juan Bialet Massé. Su “Informe sobre las clases obreras en el interior de la Argentina” es realmente una cruda y valiente denuncia de las injusticias que se cometían con los indios, los criollos y los inmigrantes en todo el país en el año 1904. Luego de un largo viaje a diversos lugares del país, Juan Bialet Massé describe con un detalle asombroso la vida que lleva el trabajador. Su prosa es impecable, sus conceptos son dignos de admiración y su visión de futuro es por demás acertada. Dije en una respuesta anterior que siempre hay quien se adelanta a su época con su arte, y agrego: hay personas que se adelantan a su tiempo con su pensamiento. Su “Informe sobre las clases obreras en el interior de la Argentina” continúa teniendo hoy absoluta vigencia, lo que demuestra que su denuncia en relación a la situación de la clase obrera y de nuestros indígenas sigue formulando una deuda pendiente para todos los argentinos.

La excelente película de Sergio Iglesias “Bialet Massé, un siglo después”, que se estrenó en el 2006 y que recibió una importante cantidad de premios aquí y en el exterior, recupera la figura y la obra de Juan Bialet Massé para el público en general y para quien sólo conocía de él la su construcción del indestructible dique San Roque en la provincia de Córdoba.

Para el que quiera verla, la película puede conseguirse hoy en formato DVD. Se ha proyectado en colegios, universidades, centros culturales y debería seguirse proyectándose, ya que recupera para los argentinos parte de la historia que está oculta, olvidada. Sería una muy buen idea rescatar a todos los otros grandes hombres y mujeres que ayudaron a construir nuestro país.

Finalmente Patricia mujer. Tus gustos, tus cotidianeidades, ¿cómo encaja una mujer artista en una sociedad machista?

Cuando alguien se asoma a un taller literario de poesía, puede inmediatamente comprobar que los concurrentes son hombres y mujeres en casi igual proporción. Sin embargo, cuando se publican antologías, cuando se escriben artículos en los diarios y revistas, cuando se invita a poetas a eventos literarios de importancia, asombrosamente los más frecuentemente elegidos son poetas hombres. Con seguridad, esto se debe a algún prejuicio, a algún molde que no se ha roto todavía, a algún resabio de machismo que no quiere irse. Como ejemplo puedo decir que el Premio Cervantes, que es anual y que este año merecidamente se entregó a Juan Gelman, se ha venido dando desde 1976 hasta la fecha, y sus galardonados han sido hasta ahora 31 hombres y solamente 2 mujeres. ¿Qué sucede? ¿No hay mujeres poetas? ¿No se conocen sus obras?

Te invito a que hagas la siguiente prueba. Consultá en una librería o biblioteca cualquier antología de poesía: en muchas de ellas, si no en la mayoría, la cantidad de hombres poetas superará a la de mujeres poetas. La proporción de mujeres poetas no está debidamente representada en las publicaciones de poesía. Últimamente se han publicado antologías exclusivamente de escritoras, pero esto viene a cubrir de alguna manera esta desigualdad en las oportunidades.

Personalmente, trato de contribuir para que esto no siga sucediendo y en cuanto se da la ocasión para manifestar mi descontento, lo hago. Confieso que esta posición me ha costado un gran número de conversaciones por cierto no muy agradables.

La poesía escrita por mujeres no se diferencia de la poesía escrita por hombres. Siempre me resistí a aceptar eso de que existe la “poesía femenina” o la “poesía masculina”. Me parece que los rasgos “masculino” y “femenino” se encuentran en todos nosotros, así como los rasgos “tierno”, “cruel”, “vehemente”, “reflexivo”.

Erróneamente se piensa que las mujeres poetas tenemos nuestros propios temas: el amor hacia el hombre (cuanto menos carnal sea la descripción, más aceptable pareciera ser), el amor de madre, la casa, los hijos y la posibilidad de parir o de dar vida. Yo no creo que los temas estén definidos por el género, como así tampoco la forma más o menos directa, más o menos recargada, más o menos sobria. A mi entender, lo único que sí nos diferencia a las poetas de los poetas –hasta ahora– es la desigualdad en oportunidades a la hora de las publicaciones o de los reconocimientos.

La poesía no sólo no tiene género, sino que tampoco tiene fecha de vencimiento ni frontera. Poeta es aquella persona –hombre o mujer– que intenta poner en palabras aquello que se resiste a ponerse en palabras, aquello que no puede asirse con facilidad.

Más sobre la vida y obra de Patricia Díaz Bialet

Patricia Díaz Bialet (1962, Buenos Aires, Argentina) egresó del Instituto Nacional Superior del Profesorado “Joaquín V. González” con el título de Profesora Nacional en Idioma Inglés. Ha ejercido su profesión en diversos institutos de idioma y hasta la fecha se desempeña como docente de adultos en empresas y en forma privada. Actualmente cursa la carrera de Licenciatura en Actuación en el Instituto Universitario Nacional de Arte. Fue alumna de los talleres literarios de poesía de la SADE (1980 – 1984).

En 1987 su libro inédito Destierros de Arena recibió el Primer Premio en el Concurso Nacional Pablo Piva, otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía.

También ha formado parte de diversas antologías de poesía y sus poemas se han publicado en diarios y revistas literarias del país y del exterior (en castellano y traducidos al inglés). Poemas suyos fueron incluidos en la película “El Lado Oscuro del Corazón II”, dirigida por Eliseo Subiela.

Participó como columnista de poesía en el programa de radio La Palabra, El Deseo, La Locura (emitido en 1994, 1995, 1996 de lunes a vierns por FM Libertador) y en Subte (emitido en 1999, 2000 los viernes por FM Cultura).

Participó como jurado en prestigiosos certámenes nacionales de poesía; algunos de ellos fueron: 1994 Corona Nacional del Eisteddfod, Trelew, Provincia de Chubut; 1995 Concurso Nacional de Poesía Medalla de Oro, Gaiman, Provincia del Chubut; 1998 Concurso Nacional de Poesía y Cuento Nueva Generación; 1998 VI Certamen Nacional de Poesía, Narrativa y Ensayo Horizonte de Cultura, Junín, Provincia de Buenos Aires; 1998 Primer Concurso Nacional de Poesía Alfonsina Storni, Municipalidad de Olavarría, Provincia de Buenos Aires; 1999 Segundo Concurso Nacional de Poesía Alfonsina Storni, Municipalidad de Olavarría, Provincia de Buenos Aires; 2004 VII Certamen Internacional de Poesía, Municipalidad de Patagones, Provincia de Buenos Aires, realizado en el marco del VII Encuentro Bienal e Internacional de Escritores; 2005 Tercer Concurso Regional de Cuento y Poesía Alfonsina Storni, Municipalidad de Olavarría, Provincia de Buenos Aires; 2006 Certamen Nacional de Poesía A Treinta Años del Golpe, organizado por la Dirección Nacional de Cultura de la Central de Trabajadores del Estado CTA; 2007 I Juegos Florales de Poesía en Villa Ocampo, organizados por la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de San Isidro, Provincia de Buenos Aires.

Fue Secretaria de la Asociación de Poetas Argentinos, donde diseñó y coordinó durante seis años consecutivos (2000 – 2005) las Olimpíadas Colegiales de Poesía, llevadas a cabo en el Centro Cultural Gral. San Martín y en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Renunció a APOA en abril del año 2006. También en el año 2006 organizó y coordinó el Primer Certamen de Poesía Oma Escolar, para alumnos de todos los niveles de colegios de los partidos de Alte. Brown, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, de la Provincia de Buenos Aires.

En 1997 organizó y coordinó el Primer Certamen de Cuento Breve Oma Escolar, para alumnos y docentes de todos los niveles de colegios de los partidos de Alte. Brown, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, de la Provincia de Buenos Aires.

En 1995 y 1996 participó con lectura de poemas de poetas argentinos en micros televisivos para el Canal de la Mujer -emisora de televisión por cable-. En 1996 fue invitada al estado de Pennsylvania, Estados Unidos, a leer su poesía en diversos ámbitos (escuelas, bibliotecas, radio, televisión).

En 1997 poemas suyos fueron incluidos en el espectáculo de poesía titulado Las Voces de los Poetas interpretado por la actriz Alicia Berdaxagar, entre otros lugares, en el Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires.

En agosto de 2003 su obra formó parte del material para la conferencia Conociendo la Vida y Obra de Storni, Orozco, Pizarnik, Díaz Bialet y Piña ofrecida por Cristina Piña en el Café Tortoni, Ciudad de Buenos Aires. Es miembro fundadora del Movimiento Poesía (Junín, Provincia de Buenos Aires) y participó en la organización del I, II, III, IV y V Encuentro de Poetas en Junín (2001, 2002, 2003, 2004 y 2005).

En el mes de septiembre del año 2003 organizó en Buenos Aires y Junín doce encuentros y lecturas bilingües de poesía junto a los poetas Heather Thomas y Craig Czury. En febrero de 2005 fue invitada a presentar su poesía en la Feria Internacional del Libro de la Habana, Cuba. Actualmente conduce, junto a Jorge Dubatti y Juano Villafañe, el programa cultural “El Descubrimiento” los domingos de 20.00 hs. a 22.00 hs. por FM 88.7 La Tribu y tiene a su cargo una columna radial de literatura en el programa “La Mar en Coche”, que se emite por FM La Tribu de lunes a viernes de 09.00 hs. a 12.00 hs. Su obra puede también encontrarse en múltiples sitios de Internet del país y del exterior.


 

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