Cenis inmobiliarias
CENIS
(Las cosas que no existen)
Cosas que no existen: Con estupor, descubrí en la parada del autobús, el delfín azul (logotipo de una inmobiliaria de la que me habían echado improcedentemente). La cosa me sorprendió mucho, porque el delfín azul había llenado: Folios de denuncias, en los sindicatos por mobbing, informes médicos, atestados, querellas, vía criminal , y por lo civil, juzgados, tratados de las cosas que no existen. Era mi ordinaria falta de tinieblas, lo que los llevó hacer casas, edificios, zonas residenciales, yo sabía mucho de las cosas que no existe, -escuche a los jefes- ¡esta sabe de papeles¡, no eran jefes visibles mas bien eran jefas y todas eramos mujeres ¡ejecutivas¡ con algún payaso representativo de honor. Y entre las cosa que no existen, no existe el mobbing entre damas...
Hasta entonces yo había sido muy competente con las cosas que no existen y había obtenido excelente ganancias para la empresa , estudios de mercado, y exclusivas. Mi abogado me había exhortado a convertirme en una profesional de las cosas que no existen, investigaban en mi denuncia:
los inspectores de trabajo, funcionarios del Inen, declaraban que mi contrato no estaba amañado, las cosa que no existen son muy difíciles de ver y denunciar.
Las razones de que las cosas no pueden existir ya que las cosas pueden ser imposibles, extraespaciotemprales, anticonstitucionales, antihistoricas, antipóliticamentecorrectas, recesivas, mentiras, implosivas, y según mi abogado, el señor juez, y el fiscal, no pueden existir de otro modo. El delfín azul era absolutamente anticonstitucional, antitolerante, antipóliticamentecorrecto.
Sin embargo allí había uno en la parada el autobús, invitando a comprar, casas, solares, parcelas, residenciales, trozos de mares y lagos... y a su vez a vender todo lo que se posee al delfín azul de la inmobiliaria .
Adonde nunca existió el mobbing, ni la extorsión, ni especulaciones. Y la gente parecía no prestarle atención; lo extraordinario no termina ahí el delfín estaba parloteando con varias arpías de mi excompañeras de la inmobiliaria, -no podía utilizarse otro palabra- Con algo que nadie veía, el delfín saludo a un alguien que él no veía.
Mas tarde llegó el autobús, el delfín saludo a este alguien que no veía, y subió exhibiendo (como dicen) una pose; Y entonces apareció el director honorífico que era un basilisco -era casi enano de mediana estatura-, con unas gafas de sol negras y muy gruesas. El basilisco era otro animal complicado y su inexistencia se debía a el marketin de empresa-mafia... Se llamaba Adolfo, formaba parte de una trama internacional; y a pesar de todo Adolfo no existía mucho ya que estaba incluido en la lista de animales peligrosos ( a su vez era viajante de trajes de alta-costura).
Sus ojillos poseían -poderes imposibles-. Y se le ocurrió pensar, cosa que raramente hacía, por este motivo el basilisco llevaba gafas,(era una concesión a la mafia) .
El basilisco sujetaba un perchero plegable con su mercancía, de alta-costura, que desplegaba cuando se acercaba un autobús y sacaba algo -¿no era justamente dos cabezas de medusas de mis excompañeras?-, esos algos miraban el numero del autobús y se lo decían, porque estaba claro que con las gafas negras. Él no podía ver nada.
Como especialista en cosas que no existen me quede turbada.
Era posible que me estuviese volviendo loca. No, no lo creía.
Comencé a vagabundear sin una meta exacta , me encontré con ave fénix que iba en bicicleta; Un satiró me pregunto donde estaba la inmobiliaria del delfín azul y alcancé a darle explicaciones, la calle se llama Doctor Eduardo Arroyo, al menos en esta ciudad que es Jaén, no se en otras, ni recuerdo el numero pero basta con seguir al delfín azul que da luz a toda la calle. Y una señora con la cabeza dentro del pecho que pasaba por allí me preguntó la hora y me dio cortésmente las gracias.
Cuando comencé a ver a los nomos, hadas, elfos y ángeles custodios, me pareció que siempre había vivido en una ciudad fuera de la ley, abandonada por los seres humanos, o poblada de comparsas:
Ahora me pregunto si el Mundo, si precisamente el Mundo...
Es cosa que no existe.
(Las cosas que no existen)
Cosas que no existen: Con estupor, descubrí en la parada del autobús, el delfín azul (logotipo de una inmobiliaria de la que me habían echado improcedentemente). La cosa me sorprendió mucho, porque el delfín azul había llenado: Folios de denuncias, en los sindicatos por mobbing, informes médicos, atestados, querellas, vía criminal , y por lo civil, juzgados, tratados de las cosas que no existen. Era mi ordinaria falta de tinieblas, lo que los llevó hacer casas, edificios, zonas residenciales, yo sabía mucho de las cosas que no existe, -escuche a los jefes- ¡esta sabe de papeles¡, no eran jefes visibles mas bien eran jefas y todas eramos mujeres ¡ejecutivas¡ con algún payaso representativo de honor. Y entre las cosa que no existen, no existe el mobbing entre damas...
Hasta entonces yo había sido muy competente con las cosas que no existen y había obtenido excelente ganancias para la empresa , estudios de mercado, y exclusivas. Mi abogado me había exhortado a convertirme en una profesional de las cosas que no existen, investigaban en mi denuncia:
los inspectores de trabajo, funcionarios del Inen, declaraban que mi contrato no estaba amañado, las cosa que no existen son muy difíciles de ver y denunciar.
Las razones de que las cosas no pueden existir ya que las cosas pueden ser imposibles, extraespaciotemprales, anticonstitucionales, antihistoricas, antipóliticamentecorrectas, recesivas, mentiras, implosivas, y según mi abogado, el señor juez, y el fiscal, no pueden existir de otro modo. El delfín azul era absolutamente anticonstitucional, antitolerante, antipóliticamentecorrecto.
Sin embargo allí había uno en la parada el autobús, invitando a comprar, casas, solares, parcelas, residenciales, trozos de mares y lagos... y a su vez a vender todo lo que se posee al delfín azul de la inmobiliaria .
Adonde nunca existió el mobbing, ni la extorsión, ni especulaciones. Y la gente parecía no prestarle atención; lo extraordinario no termina ahí el delfín estaba parloteando con varias arpías de mi excompañeras de la inmobiliaria, -no podía utilizarse otro palabra- Con algo que nadie veía, el delfín saludo a un alguien que él no veía.
Mas tarde llegó el autobús, el delfín saludo a este alguien que no veía, y subió exhibiendo (como dicen) una pose; Y entonces apareció el director honorífico que era un basilisco -era casi enano de mediana estatura-, con unas gafas de sol negras y muy gruesas. El basilisco era otro animal complicado y su inexistencia se debía a el marketin de empresa-mafia... Se llamaba Adolfo, formaba parte de una trama internacional; y a pesar de todo Adolfo no existía mucho ya que estaba incluido en la lista de animales peligrosos ( a su vez era viajante de trajes de alta-costura).
Sus ojillos poseían -poderes imposibles-. Y se le ocurrió pensar, cosa que raramente hacía, por este motivo el basilisco llevaba gafas,(era una concesión a la mafia) .
El basilisco sujetaba un perchero plegable con su mercancía, de alta-costura, que desplegaba cuando se acercaba un autobús y sacaba algo -¿no era justamente dos cabezas de medusas de mis excompañeras?-, esos algos miraban el numero del autobús y se lo decían, porque estaba claro que con las gafas negras. Él no podía ver nada.
Como especialista en cosas que no existen me quede turbada.
Era posible que me estuviese volviendo loca. No, no lo creía.
Comencé a vagabundear sin una meta exacta , me encontré con ave fénix que iba en bicicleta; Un satiró me pregunto donde estaba la inmobiliaria del delfín azul y alcancé a darle explicaciones, la calle se llama Doctor Eduardo Arroyo, al menos en esta ciudad que es Jaén, no se en otras, ni recuerdo el numero pero basta con seguir al delfín azul que da luz a toda la calle. Y una señora con la cabeza dentro del pecho que pasaba por allí me preguntó la hora y me dio cortésmente las gracias.
Cuando comencé a ver a los nomos, hadas, elfos y ángeles custodios, me pareció que siempre había vivido en una ciudad fuera de la ley, abandonada por los seres humanos, o poblada de comparsas:
Ahora me pregunto si el Mundo, si precisamente el Mundo...
Es cosa que no existe.
5 comentarios
Mariano -
Pisos Torredembarra
Pisos El Vendrell -
compartir piso -
Felicidades.
compartir piso
carmen -
aun sufro las consecuenias de las cosas que no existen
Goreño -
Es un placer leerte, niña, me trago tus letras como la miel. Besitos