Emociones
EMOCIONES
Alcancé la cima de la montaña. Y llame a la puerta de de la humilde casa del sabio anciano.
Tenía una figura enjuta, sus ojos estaban empañados, por la tristeza del desaliento, y el cansancio de los hombres.
-Señor ermitaño, -le dije-.
Hace trece años vine a verte para que tu me dieras consejo. Las gentes de todos los lugares incluso de los mas remotos. Reconocen tu sabiduría.
En la primera visita que te hice. Escuche atentamente, con fe, y esperanza tus palabras.
Que eran estas:
"Escucha a tu corazón y el amor de tus hermanos ese es el camino. Nunca te rindas".
Entonces deje de tapar mis emociones, pasiones, sentimientos, dando mi amor por todos mis hermanos los hombres.
Y mi corazón fue para ellos como piedra lisa dentro de agua fresca y clara.
La gracia de Dios tampoco descendió sobre mi.
Todo el amor que di a mis hermanos, ellos lo tomaron como fingimientos.
Soledad y sombra para siempre oscureció mi camino.
El besó con dulzura mi frente; Una sonrisa iluminó un poco su rostro.
Me dijo...
-Oculta a tus hermanos el amor que les tengas y disimula tus sentimientos, pasiones, y emociones. Ante los hombres.
Porque hijo mio tu eres un mal actor de tu propio corazón.
Alcancé la cima de la montaña. Y llame a la puerta de de la humilde casa del sabio anciano.
Tenía una figura enjuta, sus ojos estaban empañados, por la tristeza del desaliento, y el cansancio de los hombres.
-Señor ermitaño, -le dije-.
Hace trece años vine a verte para que tu me dieras consejo. Las gentes de todos los lugares incluso de los mas remotos. Reconocen tu sabiduría.
En la primera visita que te hice. Escuche atentamente, con fe, y esperanza tus palabras.
Que eran estas:
"Escucha a tu corazón y el amor de tus hermanos ese es el camino. Nunca te rindas".
Entonces deje de tapar mis emociones, pasiones, sentimientos, dando mi amor por todos mis hermanos los hombres.
Y mi corazón fue para ellos como piedra lisa dentro de agua fresca y clara.
La gracia de Dios tampoco descendió sobre mi.
Todo el amor que di a mis hermanos, ellos lo tomaron como fingimientos.
Soledad y sombra para siempre oscureció mi camino.
El besó con dulzura mi frente; Una sonrisa iluminó un poco su rostro.
Me dijo...
-Oculta a tus hermanos el amor que les tengas y disimula tus sentimientos, pasiones, y emociones. Ante los hombres.
Porque hijo mio tu eres un mal actor de tu propio corazón.
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