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TEMAS BLOG OFICIAL DE LA POETA Y ESCRITORA andaluza Carmen Camacho ©2017

pequeñas reflexiones

LA CARTA A LOS REYES MAGOS

LA  CARTA  A LOS REYES MAGOS Mantén tus pensamientos positivos porque

 

 

 

tus pensamientos se convierten en tus palabras.

 

 

 

 

 

Mantén tus palabras positivas porque

 

 

 

tus palabras se convierten en tus acciones.

 

 

 

 

 

Mantén tus acciones positivas porque

 

 

 

tus acciones se convierten en tus hábitos.

 

 

 

 

 

Mantén tus hábitos positivos porque

 

 

 

tus hábitos se convierten en tus valores.

 

 

 

 

 

Mantén tus valores positivos porque

 

 

 

tus valores se convierten en tu destino.

 

 

 

MAHATMA GANDHI

 

 

 

La montaña

La montaña LAS MONTAÑAS

Cuentan; que al principio del mundo. La fe movía montañas. Pero sólo cuando no existía ninguna otra alternativa.

Dicen que llegó un día en el cual, la fe, comenzó a propagarse por todos los rincones; a caer en manos de, poderosos, gobernantes, políticos,doctores, sabios, pensadores, y hombres corrientes.

Y a todos les pareció genial y muy divertido poder mover las montañas.

Ellas -las montañas- , cambiaban constantemente de ubicación, de un lugar a otro esta situación generaba mas problemas que resolvía.

-Las buenas gentes, acordaron abandonar la fe.

Si, las fuerzas desatadas de la naturaleza no lo impiden. La montañas suelen permanecer en su lugar.

Cuando en una carretera se derrumba un puente gigante, que salva un río, bajo el cual mueren muchos viajeros que circulaban por el lugar.

-Con toda seguridad. Alguna persona, inmediata, lejana, o familiar. Tuvo un levísimo atisbo de fe.

La verdad

La verdad LA VERDAD

Era el último día de la Edad de oro. La verdad -dicen- que se quedo dormida .

Y, en ese instante llegó la mentira -se acercó- a la verdad, para quitarle el vestido, dejando a la verdad desnuda.

-La mentira dijo:

Soy la mentira y me presento al mundo.

-Despertó la verdad y estaba desnuda. Corrió a hablar con los hombres trató en vano de explicarles lo que le había pasado.

Pero ocurrió que todos los hombres la rechazaron.

-Abatida la verdad -desnuda- se retiró al desierto.

Y, en él se encontró su túnica azul, la que le había robado la mentira.

-La verdad se vistió de nuevo y volvió junto a los hombres.

Cuentan que desde aquel día la verdad fue para siempre identificada con la mentira y además aceptada, reconocida, por todos.

-A partir de aquel entonces la verdad adoptó dos formas:
la de parábola y la de fabula.

De cómo diálogamos

De cómo  diálogamos CÓMO DIALOGAMOS

Hoy todos somos dialogantes, le damos su importancia a su imprescindiblidad. Sin lugar a dudas que es la contra-arma que oponemos a todo el arsenal el diálogo.

Se puede casi asegurar que en llevar está bandera todos somos tolerantes.

Pero...¿Que es dialogar?, ¿Solo hay un tipo de diálogo?, ¿cual es el mio y el de usted?, ¿ que entendemos por dialogar en un mundo sordo?, ¿por qué no miramos sus divergentes direcciones?. Revisión al canto, con cinco estilos que se convierten o dan pie a su vez a cinco preguntas:

1- ¿Dialogamos para humillar?.

La intención debe ir por delante porque ella imprime carácter aunque a veces lo contrario sea verdad y en la praxis se den tales nervios en usted o en otro dialogante que de la impresión que el diálogo no viene a ser sino arma. Entonces la cosa está muy clara. La armería, en una academia militar, en un ring de boxeo... Este diálogo pertenece a Marte y sobre él casi todos sabemos demasiado. Procuremos olvidarlo usted y yo.

Revisión hecha.

2-¿Dialogamos para llegar a un término medio entre opiniones distintas?.

Algún forista ingenuo, impulsivo, y precipitado dirá que sí, que este es el valido, que ya había escuchado aquello de que la virtud se encuentra en la mitad del camino. Y, no seré yo quien denigre tal arte, pero tampoco recomendare un instrumento que pertenece tanto al mundo de la diplomacia como el anterior al mundo de la guerra. Este de los términos medios es... demasiado cómodo y falaz da la impresión que todo lo arregla , -por lo menos ante la inminencia de las bofetadas-, aunque claramente encierra el noble sentido de una concesión al interlocutor, no menos supone una traición a la propia y personal verdad. La paz es un bien que exige toda una serie de renuncios y sacrificios, -siguiendo nuestro orden, - hasta el de renunciar al diálogo- pero jamás debe llegar a comprarla al precio de un trozo de conciencia. Revisemos y no nos satisfaga si nuestros diálogos apuntan o son conformes con este estilo de modesta pretensión.

3- ¿Dialogamos para justificarnos y explicarnos a la vez?.

Esta pregunta, es extensa y excluye las dos de antes, a la vez que establece un orden y sitúa a tal diálogo en una categoría inferior en cuanto a nobleza. Por que justificarse y explicarse uno es necesario, pero también lleva la carga en si del egoísmo, "que si dije o hice esto"... que si pienso así es por estas o aquellas razones... que sí bueno... que sí claro... ¡que me escuche usted por favor¡..."
El derecho a tal defensa es licito, pero ¿muy bonito no?. Al menos es menor que el de la segunda intención, el de convencer de la verdad tal como cada uno la ve y convencer de ella porque el de enfrente carece de luz... ¡Muy bien, pero que muy bien¡; lo que sucede que este fin incluye también como una falta de respeto a quien tiene sus verdades y el derecho a exponerlas a su estilo.
Entonces tal vez no sea demasiado atinado situar al final de tan nobles intenciones la de escuchar para uno reflexionar y salir enriquecido del resultado.
Entonces, lo primero no debería ser nunca la personal justificación, ni lo segundo, ni lo tercero mero empeño de convencer por convencer.

4- ¿Dialogamos para convencer no para reflexionar?.

Pues tampoco, el convencimiento debe ir subordinado al de la propia reflexión, al de oír al otro, sea quién sea, y piense de la manera que piense. No hay otro respeto que no comience por este "pequeño detalle". Y tampoco hay que considerarlo como el diálogo perfecto, dejemos la manía por explicarnos cada uno por aquello de quedar bien, de la excusa de la aclaración, del "quise decir..pero... no me comprendió..." seguramente ni usted ni yo hemos pasado de este cuarto diálogo que es como un juego académico o magistral donde el peligro es evidente; el diálogo se convierte entonces, en un monólogo.

5- ¿Dialogamos por aclaraciones, por el subsistir de puntualizar...?

Entonces todo se empequeñece, el diálogo se ilumina y se trueca a la verdad cocida entre los dos, -él y usted, o yo y usted-. Una verdad a dúo no por lo del término medio, sino por aquello que cada hombre tenemos de algo de mentira o error y algo de verdad . Y del resultado de haber minimizado la sucesión mutua de errores y haber enriquecido las verdades.

Pensemos en nuestros diálogos. Nos dará algo de rubor...

lo que había quedado de su vida

lo que había quedado de su vida Cuando la soledad le oprimía el corazón,
la desesperación era un exceso
que no le pertenecía.

Se volvió a lo que había,
quedado de su vida.
Y empezó de nuevo a ocuparse de ello...

El resto de su tiempo lo consumía,
en una liturgia de costumbres
que conseguía preservarle de la infidelidad.

acompañando a las cosas

acompañando a  las cosas En el caso del cuerpo,
es mejor...
dejar que acompañen a las cosas.

En el caso de las emociones,
es mejor...
dejarlas ir a donde quieran.

Acompañando a las cosas,
evitas...
separarte de ellas.

Dejando que las emociones,
vayan...
donde quieran evitas la fatiga.