LA LEYENDA DEL LAGARTO DE JAÉN POR CARMEN MARÍA CAMACHO ADARVE (sátira)

 

 

Llegaron  unos autores;

Cogieron mi leyenda:

La sobaron,

La miraron,

La leyeron,

La desmenuzaron,

Le quitaron trozos,

Le quitaron frases,

Le quitaron, puntos,

Le quitaron comas,

Y escamas.

Rompieron el texto,

Le escupieron,

Se burlaron de mi,

Me menospreciaron,

Eran mis coetáneos,

Y el concejo,

Y la alcaldesa,

Y hasta aquel poeta,

Que una vez gano un premio.

Nada pude hacer,

Me dejaron de hablar,

Con lo que quedo de ella:

Hicieron su propia leyenda

Del lagarto de a Jaén.

Y una escultura,

Y la inauguraron,

La alcaldesa,

Y el escultor,

Y el concejo,

Y una locotura,

De dulce voz en off…

Leyó lo que de mí

Lagarto quedo,

Un esqueleto,

Sin escamas verdes,

Sin fuego, sin dientes,

Sin Comendador.

Solo dejaron al preso

Nadie sabe,

 De donde salio,

 En la Malena,

Sus gentes,

Vociferaron,

¡Que poca vergüenza!

¡Que falta de respeto!

¡Que insulto al barrio!

Y en vez de pólvora…

¿Le han metido panes?,

 Si pa que reventara,

De tanto pan y agua,

Y el lagarto se enfado.

Y regreso a su gruta de agua,

A molestar por molestar,

A los que reventaron,

Mi leyenda que era la suya.

Y echando Fuego por la boca;

Dijo: ¿Dónde esta el nombre de la autora?

Carmen María Camacho Adarve

 Y respondieron: con sus trajes de amianto

Las leyendas no son de nadie

Son del pueblo de Jaén –sentenciaron-

El lagarto movió la cola,

Y el los mando,

 A tomar viento.

La sacamos de la wikipedia   -gritaron-

Desde lejos,

 Poniéndose en pie,

Y Sacudiéndose el polvo,

Y recomponiendo,

 Sus trajes chamuscados.

El lagarto respondióles;

 Si en la wiki,

Esta  mi leyenda,

Escrita por la  poeta,

Y en todas partes,

Donde busquéis,

Esta mi leyenda,

Firmada por la poeta,

¡Devolver mi leyenda!

¡Que se joda la poeta!

Grito la alcaldesa.

Y el lagarto se enfado

 Dijo: Gentes del pueblo,

De Jaén no sois,

Gente del pueblo,

Que sufre,

Que pasa hambre,

Gentes sin trabajo,

Gentes antiguas,

Ya no vive  la anciana

Que transmitió,

A la poeta mi leyenda,

De boca a boca,

¡Que se joda la poeta!

  Grito la alcaldesa.

Y el lagarto de Jaén,

Echando, fuego,

Sapos y culebras.

Dijo con su terrible voz;

QUE LA MALDICION

DE MI LEYENDA

OS PERSIGA

HASTA EL CAMPO SANTO.

 

 

©Carmen María Camacho Adarve.