DURMIENDO EN EL LECHO DE VICENTE POR EDUARDO OWEN
De tanto mirarlo
De tanto admirarlo
Acabo de entrar a una litografía
De un cuadro de Van Gogh:
Acabo de entrar a su dormitorio:
Mi nariz
Huele el humo del tabaco
Que dejara rezagado su pipa
Al marcharse a retratar
Los campos de Arles
Mis dedos curiosos
Acarician la madera
De los muebles
Que reposan en sus décadas
Mi alma se sumerge
En sus fuertes colores
Sin mezclar
Sin diluir
Sin disfrazarse
Mis ojos se recrean
En la cercanía milimétrica
De mi presencia
Mi espíritu
Nada en la belleza
Que sólo el óleo y los pinceles
De una mente enajenada
Alejada de la realidad
Divorciada de las verdades
De los “seres normales”
De un siglo fallecido
Pudieron crear
Aprovechando la ausencia del pintor
Voy a cerrar los ojos e invitar a la muerte
A quedarse conmigo
A dormir para siempre
En el lecho de Vicente... ©Eduardo Owen
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