DAVID PADILLA POR CARMEN MARÍA CAMACHO ADARVE
…Dijo David, en la presentación de su catálogo, que cumplía un sueño. Para el pintor la aguada era la primera de una historia personal. La memoria recuperada a través de las imágenes de un libro nostálgico. “Duermo inquieto de quien duerme inquieto”-Pessoa- “Sobre Lisboa. “Pintar puede matar” –añadió- Las aguadas de mi padre y mi hijo me recuerda lo que he sabido mirar y lo que sigo mirando. Me gusta esta ciudad –Jaén- levantarme todos los días con la idea de robar imágenes, para los demás, los demás son; imágenes, dudas de color, encajes. Este catálogo representa para mí una antología de elementos que ya hemos perdido. Hablan de mí, de mi soledad, de mi religión que son mis pinceles. Para reflexionar y encontrar mi lugar en el mundo
Carmen María Camacho Adarve.
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