Asunto de espejo por Gerardo Madrigal
Asunto de espejos
Ah, si yo te hubiera enviado el sismo que me continúas reclamando. Este sismo de asfixias ingobernables; te lo hubiera enviado desde esta mesa, imprecisa mesa donde aún extraño hasta el pan que ya no eres en mi boca.
Ah, si pudiera tener la fe de toda tu piel que me amó, pero Dios solo sabe ser mi sudor entre tus incesantes sábanas.
Desvestirme en ti nunca será otro asunto ya de espejos o estruendos, tan sólo para desvestirme nuevamente más, más allá de la vorágine de tu lengua, en la mesa de este invierno que se derrumba desde mi boca hasta tus soledades. Gerardo Madrigal |
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