EL PRIMER PECADO
EL PRIMER PECADO
Yo en otra vida fui serpiente. Sin duda tente a Eva, la hice morder la manzana, y es indudable que ella tentó a Adán. Y de repente Dios se confundió de era, y lo juro termine en la quinta avenida de Nueva York. En el escaparate de una tienda exclusiva. Convertida en unos “Manolos”
© Carmen María Camacho Adarve
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